Octavio “Taby” Buccafusco, de 34 años, padre de una nena de 4 años y hermano de Augusto, un famoso bailarín, murió el 3 de septiembre pasado en Vicente López tras forcejear con la Policía municipal y en un confuso episodio que ahora investiga la Justicia.

Aunque el expediente, en manos del fiscal Alejandro Guevara, permanece caratulado como “averiguación de causales de muerte”, la familia de Octavio reclama que se investigue como un homicidio.

Sin embargo, la autopsia realizada en la morgue de Lomas de Zamora, que depende de la Procuración, determinó que el joven murió por un paro cardíaco “que no guardaría relación con el accionar policial”, deslizaron fuentes del caso a Infobae.

Octavio Buccafusco

“Los médicos señalaron escoriaciones en rodillas, el rostro y brazos. Son raspones propios de la situación. No hay asfixia, golpes ni rotura pulmonar. Por ahora no hay nexo causal”, señaló un investigador que, además, indicó que el caso estaría esclarecido, aunque resta conocer el resultado de histopatológicos y toxicológicos, estudios complementarios a la necropsia que permitan conocer si la víctima había consumido algún tipo de droga.

“Puede haber una sanción administrativa en cuanto a los efectivos que actuaron, pero no hay elementos para reprocharles una acción penal, pese a lo impactante del video”, remarcaron.

La secuencia, captada por cámaras de seguridad municipales, ocurrió cerca de las 5.30 de la madrugada. “Octavio salió corriendo, muy exaltado de su domicilio. Lo ve una patrulla y, entre incoherencias, dice que había gente en su casa. Nunca habla de robo”, señalaron.

“Queda en resguardo y el agente municipal pide refuerzos. Le pide que no vuelta a ingresar al domicilio. Él hace caso omiso, volvió a entrar, agarra el perro y la bicicleta y sale. Luego, comienza a irse despacio. Los móviles lo siguen. Camina dos cuadras hacia Güemes y Maipú, muy cerca de la dependencia de Drogas de la Policía Bonaerense”.

Octavio, en el suelo descompensado

Según la investigación, “en ese lugar, los efectivos se bajan y se ponen a charlar con él. Le piden que se identifique y él se niega. Cuando intenta irse en bicicleta, uno de los agentes se la retiene. Mientras tanto, otros policías entrevistaron a sus vecinos, quienes aseguraron que nadie había entrado a la vivienda y que, esa noche, el joven había estado gritando y se mostraba agresivo”.

“En un momento, Octavio cambia su actitud e intenta correr para Maipú, dejando la bicicleta y el perro. Es ahí que el personal lo reduce. Se resiste de forma violenta, pero logran esposarlo. Notan que se desvanece, le sacan las esposas, le hacen RCP y llaman a una ambulancia. Llega con vida al hospital, pero minutos después, fallece”, detallaron.

Para la fiscalía es un indicio importante el material secuestrado en la casa del joven: “Grandes cantidades de esteroides anabólicos”. Además, hallaron ampollas con una sustancia que aún no fue determinada.

Al mismo tiempo, remarcaron que su mamá declaró que Octavio estuvo bajo tratamiento psiquiátrico y que tenía antecedentes de consumo de estupefacientes. Por ese motivo, creen que atravesaba un estado de intoxicación que pudo haber desencadenado el paro cardíaco.

La familia apunta a un homicidio

La familia de la víctima exige justicia

La versión aportada por la familia difiere de la brindada por los investigadores. En una presentación que hizo junto a su abogado, Francisco García Maañon, Augusto Boccafusco exigió que se investigue la muerte de su hermano como un homicidio.

“Las imágenes evidencian un accionar policial desmedido, ineficaz y violento que resultó en la muerte de Octavio. El informe policial no refleja lo ocurrido en los videos, las versiones oficiales cambiaron, la Policía intentó manipular el testimonio de la familia y hubo irregularidades en la información sobre el traslado y servicio fúnebre”, enumeró en el documento al que tuvo acceso este medio.

Tras la muerte de Octavio, realizó publicaciones en redes sociales y asegura que le llegaron testimonios e imágenes que probarían que existió exceso en el accionar policial.

Todos estaban viendo en tiempo real cómo mataron a mi hermano“, remarcó. A la vez, puso en duda el momento de la muerte: “Quiero destacar el intento por varios funcionarios de simular que Octavio tenía signos vitales mientras llegaba el SAME. Dado que sabemos que eso es mentira a raíz de lo que revela el video”.

Y sigue: “No solamente no se le practicaron maniobras de reanimación instantáneamente después de detectar que estaba fallecido, sino que demoraron varios minutos para actuar. Lo único que se ve es al perro de mi hermano que, cuando detecta su deceso, se le sienta arriba del pecho en clara señal de angustia”.

De forma contraria a la fiscalía, Augusto asegura que “con el informe de autopsia confirmamos que la muerte se dio por la violencia ejercida. Aunque el informe en cuestión no hace más que corroborar aquello que ostensiblemente se ve en el video: Octavio es reducido vivo, y cuando el personal policial se aleja de él, no tenía signos vitales».