Chacovachi avisa: ¡cuidado! un payaso malo puede arruinar tu vida. Chacovachi es un payaso, pero no uno malo, de esos que te pueden arruinar la vida. Tampoco es uno tradicional. ¿Qué clase de payaso es Chacovachi? Para saberlo (o no) habrá que ir a verlo este viernes, a las 21:30, en el Club de Arte El Biombo de Roca; y mañana sábado, a las 21.30, en Deriva Teatro (Sarmiento 809, Neuquén).

“¡Cuidado! un payaso malo puede arruinar tu vida” es el curioso -y muy bueno, por cierto- nombre que Chacovachi, uno de los precursores de la movida de malabares, circo y espectáculos callejeros en nuestro país, trae al Alto Valle.

“El espectáculo se llama ‘Cuidado, un payaso malo puede arruinar tu vida’. Claramente es un chiste, pero también, de alguna manera, marca el estilo de payaso que soy. No soy un payaso tradicional, no es un espectáculo solamente para chicos, es un espectáculo pensado para mayores de 13 años donde los chicos pueden asistir sin ningún tipo de problema”, aclara Chacovachi, hablando con Diario RÍO NEGRO.

“Yo hago espectáculos en plazas pero para mí los verdaderos artistas callejeros son los que hacen semáforo”.

Chacovachi.

“No hay nada que un chico no pueda ver dentro del espectáculo. Sí hay muchísimas risas, porque si hay jajajaja hay payasos, Y hay muchos, hay muchos jajaja. De hecho, antes de comenzar el espectáculo, en la previa del espectáculo, que la verdad ya comenzó pero la gente no lo sabe, yo entrego un cuentaganado, un contador a alguna persona del público, diciendo que yo los voy a hacer reír 200 veces, les voy a sacar 200 carcajadas. Generalmente lo logro, a veces un poco más, a veces un poco menos. Es un espectáculo de humor, pero también es un espectáculo que tiene mucha reflexión, mucha profundidad”.

Chacovachi da un ejemplo de lo extrañas que pueden resultar las cosas sobre aquello de entender o no un espectáculo: “Me sucede ahora con las redes sociales que me escriben personas que me vieron hace un montón de años y me dicen ‘Chaco’, no sabés, el día que entendí el chiste que había escuchado durante toda mi infancia y después el pibe tenía 18, 19, y ahí terminó de entender el chiste y ahí me escribió y lo entendió y le gustó claramente, por eso me lo hacía saber”.

¿Y de qué va el espectáculo, entonces? “Yo soy un artista de variedades, esa es la verdad”, dice Chacovachi. “Cuidado, un payaso malo puede arruinar tu vida, es un espectáculo que podría durar tres horas y yo lo voy a cambiar, sé cómo empiezo, sé cómo termino, el medio lo decido, está compuesto por rutinas, por números. Los números no tienen una historia, el espectáculo está llevado por un personaje, un artista, un ser que está ahí en el medio, no cuenta la historia de nadie, cuenta mi propia historia”.

Chacovachi dice que viene del vodevil, de los artistas de circo. Su espectáculo en Plaza Francia durante 15 años fue inspirador, abriendo camino a la llegada de sucesivas generaciones de artistas callejeros. Es también desde hace casi diez años el organizador de las convenciones argentinas de malabares, circo y espectáculos callejeros.

Los números no tienen una historia, el espectáculo está llevado por un personaje, un artista, un ser que está ahí en el medio, no cuenta la historia de nadie, cuenta mi propia historia”.

Chacovachi

Con 22 temporadas de verano en nuestro país, las últimas 10 como director con el Circo Vachi en San Bernardo y diez temporadas de verano en Europa participando en fiestas populares y festivales de renombre internacional. Mostró su espectáculo en más de veinte países. Podríamos decir más, pero ya es suficiente para saber de quién hablamos cuando hablamos de Chacovachi.

“Mis números no tiene una dramaturgia donde se cuenta una historia de algo, sino que la dramaturgia es el propio personaje que soy yo, que tampoco es un personaje, soy yo, libre, exagerado y con el fin de hacer reír. Me gusta llamarme payaso, así fue siempre. Yo toda la vida fui un artista de calle. He trabajado en muchísimos teatros, pero básicamente mi espectáculo es un espectáculo de calle”.

Chacovachi es Fernando Cavarozzi, porteño del barrio de Almagro clase 62. ¿Por qué Chacovachi? Por Jacobacci. “Cuando salí de la colimba me fui de mochilero al Sur en tren. Jacobacci es la última estación pero en cada parada para divertirme gritaba ‘Chacovachi’, y luego, en medio de mi viaje, alguien desde la montaña me reconoció al grito de ‘Chacovachi’, y ahí quedó el nombre”.