El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se reunió este miércoles con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en una visita marcada por el relanzamiento de la cooperación bilateral en materia de seguridad. El encuentro se produjo un día después de que Washington amplíe su presencia en la región mediante un ataque militar dirigido a una embarcación en las costas de Venezuela.
Durante la jornada, ambos gobiernos anunciaron la creación de un “grupo de implementación de alto nivel” que se encargará de coordinar y dar seguimiento a los compromisos en seguridad desde cada lado de la frontera, “respetando la soberanía de ambos países”.
El anuncio fue hecho por el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, durante una rueda de prensa conjunta con Rubio donde aseguró que se verán “más y mejores resultados” en seguridad a raiz de su establecimiento. Según explicó, el nuevo grupo se reunirá de forma regular para monitorear acciones conjuntas en materia de combate al narcotráfico, tráfico de armas, contrabando de combustible y control migratorio.
Rubio, por su parte, destacó el nivel de colaboración actual con el gobierno mexicano. “No hay otro gobierno que esté cooperando más con nosotros en la lucha contra el crimen que el de la presidenta Claudia Sheinbaum, y se lo agradecemos profundamente. Aún queda mucho por hacer juntos”, expresó el funcionario
Un nuevo paso
Según explicaron, este entendimiento entre ambas partes se basa en cuatro pilares: confianza mutua, responsabilidad compartida, respeto a las respectivas soberanías y cooperación sin subordinación. En ese marco, se acordó que el nuevo grupo de alto nivel abordará temas como el combate a los cárteles, la seguridad fronteriza, el desmantelamiento de túneles clandestinos, la lucha contra los flujos financieros ilícitos y el tráfico de armas y drogas.
“La meta es trabajar juntos para desmantelar el crimen organizado transnacional mediante una cooperación reforzada entre nuestras respectivas instituciones de seguridad y autoridades judiciales”, afirmó De la Fuente, quien adelantó que se verán sus frutos “en los próximos meses”.
Por su parte, Rubio afirmó que las operaciones conjuntas contra el narcotráfico “siempre han existido”, pero que ahora hay más recursos disponibles por ambas partes para “ampliar esa cooperación hacia algo más estructurado”.
Sheinbaum había anticipado que México estaba ultimando un acuerdo integral de seguridad con el Departamento de Estado que, entre otras cosas, incluiría planes para un “grupo conjunto de investigación” destinado a combatir el flujo de fentanilo y sus precursores hacia Estados Unidos, así como de armas hacia el sur.
En los últimos años, Mexico intensificó su control fronterizo, incluyendo la vigilancia en su frontera sur, clave en el tránsito de migrantes hacia Estados Unidos. El flujo migratorio disminuyó considerablemente, según destacaron ambas partes. estadounidense.
“No estoy asustada”
Rubio mantuvo una reunión de una hora y media con Sheinbaum en el Palacio de Gobierno, antes de encabezar una rueda de prensa junto con el canciller mexicano. La reunión de este miércoles marca un nuevo capítulo en la cooperación bilateral, en medio de un contexto regional cada vez más complejo y con desafíos compartidos en materia de seguridad. Trump alteró a muchos gobiernos en la región con sus persistentes exigencias y amenazas de aplicar aranceles y sanciones masivas a quienes se niegan a seguir su línea, en particular respecto a la migración y la lucha contra los cárteles.
Sheinbaum, como su antecesor Andrés Manuel López Obrador, ha optado por una relación pragmática con Washington, incluso bajo la presidencia de Trump. A pesar de las tensiones pasadas, el republicano ha expresado respeto por la mandataria mexicana. La mexicana había anticipado en su conferencia matutina que la reunión sería “muy cordial” y enfocada en reforzar la cooperación sin firmar acuerdos nuevos. “No aceptamos subordinación, sino sencillamente una colaboración entre naciones en igualdad de circunstancias”, sostuvo.
La visita de Rubio ocurre en un contexto tenso tras el reciente ataque estadounidense contra una embarcación en el Caribe, que dejó 11 muertos. Según el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, la acción fue una “clara señal” de que Washington no tolerará la operación de grupos criminales en el hemisferio. “Estados Unidos va a utilizar todo su poderío para enfrentar y erradicar estos cárteles de la droga, sin importar desde dónde operen”, declaró Rubio el martes.
Sin embargo, la presidenta mexicana reiteró que una intervención militar estadounidense en México representa una línea roja. “La cooperación se da, pero en el marco del respeto mutuo y la soberanía”, insistió. En respuesta, Sheinbaum declaró el miércoles que “no es verdad” que México esté controlado por los cárteles, desmintiendo declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien insistió que el narcotráfico tiene un “tremendo control” sobre el país vecino.