El profesor demúsica y técnico en guitarra Francisco Giglio lleva adelante las clases de canto y guitarra en la Biblioteca Cacuri. En una nota con este diario contó qué busca de sus alumnos, recordó la figura de sus padres desaparecidos y cómo fue su formación. Valoró el rol que cumplen artistas de renombre, e hizo referencia a una canción especial de Soda Stereo con la cual empezó a dar sus primeros pasos

En la Biblioteca Cacuri del Sindicato Empleados de Comercio comenzaron a dictarse recientemente las clases individuales y grupales de canto los lunes a las 16 horas -para nivel inicial, adolescentes y adultos- y de guitarra los martes a las 18.

La propuesta está a cargo de Francisco Giglio, profesor de educación superior en música con orientación en producción musical didáctica. Las clases son con cupo limitado y aranceladas con descuentos para afiliados al SEC y socios de la Biblioteca.

El taller de canto es un espacio pensado para descubrir y desarrollar tu voz desde una base técnica sólida y al mismo tiempo expresiva, en un entorno creativo y progresivo. En tanto que el de guitarra criolla, apunta a crear un espacio dinámico y creativo donde los asistentes puedan explorar el mundo de la música a través de la práctica instrumental, el juego sonoro y el trabajo grupal.

Aquellos interesados en sumarse a esta iniciativa podrán hacerlo comunicándose previamente al 11 – 68029975, teniendo en cuenta que hay descuento para afiliados al SEC y socios de la biblioteca. También cabe señalar que Francisco está dando ambos talleres a la par en la sede de Editorial Caravana losmiércoles a las 18 (guitarra) y los viernes a las 18 el de canto grupal.

Para conocer un poco más acerca de su vida y de los objetivos que persigue con esta actividad, La Voz del Pueblo dialogó con Francisco Giglio (49), quien en primer lugar recordó sus orígenes al criarse con sus abuelos (hijo de desaparecidos) en una vieja fábrica de soda ubicada en calle Colón y Dean Funes de nuestra ciudad.

Al respecto, recordó que “a los 19/20 años me fui de Tres Arroyos a Buenos Aires para estudiar en el Conservatorio Manuel de Falla. Soy profesor demúsica y técnico en guitarra. Guitarra estudié toda la vida, es sus comienzos con Sergio Troiano cuando éramos niños los dos y también con AndrésMazzitelli. Hice 7 años de guitarra clásica en el Conservatorio y luego retomé el profesorado”.

Destacó el buen inicio que tuvo el taller de canto grupal que da en instalaciones de la Casa del Jubilado y celebró la “asistencia con participantes de distintas edades. La idea es trabajar el canto a nivel grupal e inicial, el compartir cantar con otros, intercambiar ideas. Se generan lindas relaciones a través de los repertorios que cada uno trae”.

Sobre la finalidad del taller en sí, dijo que “tiene que ver con que no hay una rigurosidad académica detrás en el aprendizaje, pero si herramientas en cuanto a la respiración y afinación para que ´cualquiera puede cantar´ como dice la canción de Los Auténticos Decadentes”.

Adelantó que la idea es tener continuidad con los talleres “hasta fin de año, y que las clases de guitarra apuntan a que cada asistente pueda tocar lomás rápido posible las canciones que les gustan o interesan, son encuentros lúdicos y didácticos. Lo que pretendo es que aborden el instrumento desde una forma lúdica, es decir, jugando pero aprendiendo a la vez e incorporando los ejercicios de técnica”.

Sobre su formación, Giglio valoró que “fui docente en Buenos Aires durante 15 años en la escuela pública, trabajé en una secundaria comercial y en escuelas primarias, además de forma privada dando clases de guitarra particular, cosa que sigo haciendo”.

Mencionó que nunca dejó de ir y venir a Tres Arroyos, “ya que es el lugar dondeme crie. Tengo gente queme quiere y quieromucho, quería criar a mi hija en un lugar tranquilo. Por eso nos radicamos acá, Tres Arroyos es una ciudad que siempreme diomucho, quiero tratar de devolver un poco de eso también”.

El recuerdo de sus padres

El tresarroyense Francisco Giglio es hijo de desaparecidos. Con la música, pudo transformar ese dolor en un hecho artístico porque compone música para otros y con otros, “algo que siempre cura un poco y ayuda a cicatrizar semejante herida”, reflexionó.

En relación a ello, contó que “mi padre Carlos Alberto Giglio era de La Plata ymimadre Virginia Isabel Cazalas de Tres Arroyos fue secuestrada en diciembre de 1977 en Buenos Aires. A mi padre lo secuestraron un año antes, enmayo de 1976. Días atrás se actualizó el contador de nietos en la Plaza de laMemoria (140), pude asistir y tocar una canción que hice paramimamá: ´Camisón de flores´. Integrami primer disco, tengo dos editados. Uno es Desvelo grabado en 2012 y el otro lo edité en 2021, Luz temprana. Siempre estoy militando por la causa, desde mi lugar”.

Esa canción que compuso parasumadre tiene que ver con la anécdota del secuestro de ella, “lo que siempreme contómi hermana, que es 6 añosmayor que yo. Ella estaba en camisón, cuando la secuestraron pidió cambiarse y no la dejaron. Es una canción de forma poética hablando de esa ausencia, el estribillo dice ´y en la suerte que tu amor corrió,me pierdo llorando. Y en los hombres que te hicieron daño, está el infierno quemando´. La cree demuy joven, a los 21 años en pleno proceso de reencuentro con esa historia. La canto en las situaciones que lo requieren”.

En ese sentido, subrayó que su hermana Josefina Giglio (periodista radicada en Buenos Aires) editó un libro que supo presentar en Tres Arroyos: ´Yo la quise´, “en el cual habla de su relación conmamá. Allí trata de redescubrir a sumadre desde la visión de esa nena que ahora es unamujer y que ve a sumadre desde otro lugar, siendomadre ellamisma”, indicó.

Con orgullo, reconoció que le gusta componer canciones “fusionando una parte de la poesía y otra de lamúsica, lo que te brinda la posibilidad de transformar el dolor -por la historia de uno- en un hecho artístico que siempre cura un poco. Eso no te saca la tristeza, pero te ayuda a cicatrizar y transformar ese dolor en un hecho concreto de arte que es compartido con otros. Cuando a esa angustia la transformas en un hecho artístico compartido colectivamente, sana bastante las heridas. Uno puede transmitir algo de lo que vivió…”.

Referentes

Al ser consultado sobre cómo vienen el desarrollo de las clases, señaló que “en algunos encuentros hablamos de un par de canciones de Víctor Heredia, quien también tiene una hermana desaparecida y compuso temas que han sido populares que vienen de ese dolor transformado de la dictadura. Tal es el caso de ´Sobreviviendo´ y ´Razón de vivir´”.

Resaltó lo obsesivo que eran con su trabajo músicos de la talla de Charly García, Spinetta y hasta el propio Ceratti, “quienes trabajaban unmontón porque nada esmagia. Son grandes referentes al igual queMercedes Sosa, Carlos Aguirre, Juan Quintero y tantos otros”.

Recordó con alegría el haber estudiado junto a “Lucho González, uno demismaestros de guitarra y quien era parte del trio Vitale, Baraj, González; reconocido de los años ´80 que también tuvo una relectura de lamúsica folclórica popular argentina. Sigo escuchando por supuesto Soda Stereo, Charly y Spinetta, pero también a todos los nuevos compositores o recreadores de lamúsica folclórica nacional”.

Hizo referencia a que figuras como María Elena Walsh “tenían ese concepto de la canción argentina arraigado como Víctor Heredia o Jorge Fandermole. Los grandes artistas no escapan de eso, Charly es un tipo que puso cimientos a esa canción argentina desde ´Seminare´ o ´Inconsciente colectivo´ que popularizóMercedes Sosa, pero que en definitiva es canción argentina”.

“Cuando pase el temblor”

Este tema de Soda Stereo fue la primera canción que aprendió de chico. “Es un carnavalito, pero hecho pop. En los talleres que doy está esa búsqueda para abordar diferentes repertorios de lamúsica argentina. En el canto, es bueno encontrarse con varios repertorios demúsica argentina desde folclore hasta pop, rock y cumbia”, sostuvo Giglio.

Valoró que el hecho de “buscar que los alumnos hagan música con lo que escuchan a diario. Lo cierto es que cada uno trae su bagaje cultural y que trabajamos haciendomúsica. Sonmuchos años dando clases, trato de sumar la propia experiencia y darlo a conocer. Todos podemos hacermúsica porque es algo que llevamos dentro”.

Por último, Francisco Giglio celebró que en 2024 pudo finalizar su tesis para culminar el profesorado, después devarios años de estudio. “Hice una genealogía afectiva a partir de las canciones. Hablo de aquella canción que escuchabas de chico, y que cuando la volvés a oír, te hace acordar a una escena con tu familia o amigos. Eso es la cuestión afectiva que tiene lamúsica internamente. Es importante reconectarnos con todas esas cuestiones…”, concluyó sonriente con guitarra en mano y agradecido por la nota.

Señaló que le gusta componer canciones “fusionando una parte de la poesía y otra de la música, lo que te brinda la posibilidad de transformar el dolor -por la historia de uno- en un hecho artístico que siempre cura un poco. Eso no te saca la tristeza, pero te ayuda a cicatrizar y transformar ese dolor en un hecho concreto de arte que es compartido con otros”