La abogada de los damnificados por el derrumbe del Hotel Dubrovnik de Villa Gesell ocurrido el 29 de octubre del año pasado, Graciela Bravo, sostuvo este martes que, según un informe realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el debilitamiento de la estructura no ocurrió por defectos de origen del inmueble, sino por intervenciones posteriores en el edificio. La querella solicitó que se cite a declaración indagatoria a los imputados Antonio Manuel Arcos Cortez, el nuevo propietario del hotel, Daniel Eduardo López y Nahuel Eduardo Castilla, miembros de la firma del hotel bajo el grupo Arcos Cortés y las arquitectas Martha Ruth Pérez Schneider y María Laura Lagana.
“Del informe pericial realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) surge con claridad y que el hormigón original del edificio no presentaba fallas estructurales ni alteraciones en su composición desde el momento de la construcción hasta la actualidad”, declaró Bravo, abogada de los damnificados y propietarios de las 17 unidades del edificio Alfio, el Consorcio de Copropietarios del mismo inmueble y las víctimas directas Nahuel Soefsnic y Rosa Estefanía. Luego agregó que “el debilitamiento detectado en la estructura no respondería a defectos de origen, sino a intervenciones posteriores que habrían comprometido la solidez del inmueble”.
Los niveles de responsabilidad
Bravo advirtió que para la etapa civil de la causa es necesario determinar los “distintos niveles de responsabilidad” de los imputados, en particular de la empresa propietaria del inmueble desde abril de 2024, llamada Parada Liniers Sociedad Anónima. La responsabilidad recae también sobre “los profesionales que intervinieron en las obras de reparación y mantenimiento en la torre posterior del complejo hotelero”, precisó la abogada.
El Hotel Dubrovnik era un edificio de diez pisos ubicado en la avenida 1, entre la avenida Buenos Aires y Paseo 103, de la ciudad balnearia de Villa Gesell. El inmueble se derrumbó durante la madrugada del martes 29 de octubre pasado y murieron entre los escombros nueve personas: María Rosa Stefanic, la ex dueña del complejo; Nahuel Stefanica, su sobrino y su pareja, Dana Desimone, además de los obreros Javier Fabián Gutiérrez, Juan Ezequiel Matu, Matías Chaspman, Mariano Troiano, Federico Ciochini y María Josefa Bonazza.
“Buscamos que se esclarezcan los hechos, se determinen con precisión las responsabilidades y que los responsables den las debidas explicaciones ante la Justicia”, sostuvo Bravo. Por el hecho hay hasta el momento catorce imputados: el directorio de Parada Liniers, tres arquitectos señalados en las testimoniales como directores de las dos obras que se realizaban en el hotel, dos integrantes de una empresa de ascensores, tres contratistas y los dos albañiles que lograron escapar de la tragedia.