Código de Ordenamiento Urbano (COU), herramienta con la que se buscará organizar a futuro la transformación que viene sufriendo la ciudad. Además de fijar restricciones para el desarrollo de nuevos barrios privados o de ampliar el área de protección patrimonial (casco viejo), en la iniciativa también se contemplaron límites para las construcciones en altura. “Poner blanco sobre negro”, dicen el Departamento Ejecutivo Municipal, donde se gestó el proyecto.

El COU vigente (Ordenanza 613) data de 1994 y no contempla un tope específico para las construcciones en altura, pero sí fija algunas reglas. En líneas generales, otorga la posibilidad de edificar hacia arriba siempre que el inmueble sostenga un ángulo de 30° a partir de una distancia de la línea municipal que varía según la zona y la construcción que se realice. Es decir que, de algún modo, el tope lo da el tamaño del terreno.

Hasta cinco niveles

La propuesta que generó el equipo de trabajo liderado por la arquitecta Isabel Salas, luego de casi dos años de participación plural, contempla detalles más específicos en cuanto a la altura de las construcciones. Indica, por ejemplo, que la altura máxima varía según la ubicación de la propiedad en las diferentes áreas urbanas y corredores comerciales del municipio.

Se propone que la altura máxima de una planta baja es de 4,5 metros, y que si supera esa elevación se considerará dos niveles. A partir de esa base, se busca que en áreas residenciales exclusivas, mixtas, de integración territorial y de protección patrimonial (APP1) la altura máxima sea de dos niveles: planta baja y un piso (8 metros). Para la APP2 (zona comprendida en las cercanías de la Plaza Vieja), en tanto, se permitiría una altura de 11 metros; es decir, planta baja y dos niveles más.

La propuesta también establece diferencias según la zona, como el Corredor Comercial de la avenida Perón (C1). Se permitirían tres niveles en el sector entre Camino del Perú y calle Juan B Terán; hasta cinco niveles (planta baja y cuatro pisos) entre Terán y Maderuelo o tres niveles entre Maderuelo y pasaje Lisboa; y hasta dos niveles entre el pasaje y la rotonda a Horco Molle.

En el Corredor Comercial de avenida Aconquija (C2) se proponen planta baja y dos o tres niveles (según el tramo específico) entre camino del Perú/Alfredo Guzmán y calles Hernández/Zavalía y el tramo entre Acasuso/Darwin y calles Imbaud/Irigoyen, entre otros. En el sector siguiente de la avenida varía entre dos, tres y hasta cuatro niveles. Para el Corredor Comercial Solano Vera/Maderuelo (C3) se contemplan hasta tres niveles. Otro sector donde se permitirían construcciones de cinco niveles (planta baja y cuatro pisos) es en la zona norte de la avenida Perón.

El intendente de Yerba Buena, Pablo Macchiarola, remarcó que es imposible que haya un edificio de altura en la ciudad. “El yerbabuenense quiere una ciudad ordenada, con verde, tranquila y deportiva”, expresó a este diario. Consideró que el COU vigente resulta anticuado en la actualidad y que había que ponerle un límite a las excepciones que otorgaba el Concejo Deliberante. “La excepción se había vuelto una regla”, mencionó, y agregó que no es algo normal que todos los desarrollos inmobiliarios tengan que pasar por el Concejo para conseguir una excepción.

“Yerba Buena es una ciudad completamente distinta a la de hace 30 años; una ciudad nueva en la misma ciudad. Se duplicó en habitantes. Mal haríamos en no aggiornar el código”, agregó el intendente. Advirtió, a su vez, que el proceso de trabajo lleva unos cinco o seis años, ya que es algo que se estuvo desarrollando desde la gestión de Mariano Campero.