Los estafadores vendían la gestión para ingresar a trabajar en Trenes Argentinos (AP Foto/Gustavo Garello)

El caso de Marina M pone en evidencia cómo operaba una banda dedicada a ofrecer supuestos ingresos laborales a Trenes Argentinos a cambio de importantes sumas de dinero. Para ello, los estafadores se valían de documentos y comunicaciones apócrifas. Esta situación motivó una denuncia penal presentada por la empresa ferroviaria, que busca identificar y detener a quienes resulten responsables de estafafalsificación de instrumento público y uso de documentación falsa.

Según informó Trenes Argentinos, por medio de su área de Asuntos Legales se decidió radicar la denuncia contra la banda en el Juzgado Federal número 12, bajo la órbita del juez Ariel Lijo. El objetivo de la presentación es avanzar sobre la investigación de una maniobra que, según se desprende de los testimonios y pruebas presentados, habría afectado a varias personas que buscaban una oportunidad laboral y terminaron siendo víctimas de una defraudación.

El caso que originó la denunció tuvo como protagonista a una mujer que fue víctima de la banda. Marina M se presentó en las oficinas de Retiro con la intención de incorporarse a trabajar, aunque nunca había sido contratada formalmente. Ante los funcionarios de la empresa, la joven relató que había abonado 80.000 pesos a una persona que se hacía llamar “Lucas” y se presentó como supuesto empleado de la compañía.

Todo el contacto inicial se produjo por medio de una amiga y, según consta en la denuncia,le indicaron que debía realizarse los ‘estudios preocupacionales’ en una clínica de la zona oeste del Gran Buenos Aires”.

Los estafadores prometían puestos laborales en distintos rubros de la empresa

Durante los siguientes cinco meses, el falso intermediario le asignó diferentes fechas para presentaciones en sedes administrativas ubicadas en Once, Constitución y Retiro. En cada caso, las citaciones resultaron ser aplazadas bajo diversas excusas, hasta que la propia víctima decidió acercarse a las oficinas de la empresa el pasado 17 de julio para comprobar personalmente la falta de veracidad en el proceso.

La víctima permitió que el caso saliera a la luz y se cuente con los recursos suficientes para radicar la denuncia. Las pruebas aportadas, que incluyen copias de conversaciones y correos electrónicos, permitieron identificar que el modus operandi consistía en ofrecer empleos para diversas áreas, como “limpieza, administración, seguridad y conducción de trenes”.

Los integrantes de la banda enviaban supuestas notificaciones oficiales, utilizando “logos y membretes apócrifos”, donde detallaban el presunto avance del trámite de selección e ingreso.

Trenes Argentinos remarcó que en la actualidad “no se están realizando convocatorias ni ingresos a la empresa”, y que no es la primera vez que se detectan esquemas fraudulentos bajo esta modalidad. Además, la empresa advirtió que incluso se han detectado intentos de estafa difundidos a través de publicaciones en medios de comunicación y recordó que “los procesos de selección de personal son gratuitos y se realizan exclusivamente mediante los canales oficiales”.

Privatización de Trenes Argentinos

El Gobierno nacional ha ralentizado la privatización de Trenes Argentinos Operaciones debido a la falta de rentabilidad y a la compleja situación interna de la empresa, mientras que la licitación de los trenes de carga, especialmente la del Belgrano Cargas, avanza con mayor celeridad y despierta un marcado interés en el sector agroindustrial y minero.

El proceso de privatización de Trenes Argentinos Operaciones enfrenta obstáculos estructurales que dificultan su avance. La empresa, responsable de la gestión de las líneas urbanas —como Belgrano Sur, Mitre, Roca, San Martín y Sarmiento—, regionales y de larga distancia, debe atravesar un proceso de reestructuración interna para resultar atractiva a inversores privados.

Dos factores resultan determinantes: el atraso tarifario y la elevada dotación de personal. Según datos oficiales, la plantilla se redujo de 23.834 empleados en diciembre de 2023 a 20.779 en el último corte, tras el desplazamiento de casi mil trabajadores en los dos meses previos. A pesar de estos ajustes, la rentabilidad sigue siendo insuficiente para captar capitales privados.