La sala hablaba por sí sola. A la derecha, el acusado Claudio Contardi permanecía en silencio, moviendo los pies ansiosamente y con la mirada fija en el suelo. Estaba acompañado únicamente por su abogado, Claudio Nitzcamer, quien minutos después dejaría de serlo. Del otro lado, el de la víctima, una multitud nerviosa esperaba las palabras del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Zárate-Campana. Sin la presencia de Julieta Prandi, en el pequeño salón se ubicaron el fiscal Christian Fabio, que había pedido 20 años de cárcel; parte del equipo legal de la modelo, que solicitó 50 años de prisión; los padres, la psicóloga y varios íntimos.
En solo tres minutos, el ex esposo de Prandi fue sentenciado a 19 años de prisión por haber violado a la modelo a lo largo de tres años y por haberle provocado un grave daño psicológico. “Pueden proceder a la detención”, ordenaron entonces los jueces Daniel Répolo, Lucía Leiro y Mariano Aguilar.
El condenado se retiró segundos después, sin oponer resistencia y esposado, rumbo a un calabozo bonaerense en el que esperará el cupo para ocupar una celda en el Servicio Penitenciario por varios años.
Afuera de la sala, Prandi se sorprendió por lo rápido que se leyó la sentencia: «Que viva el infierno que yo viví“, le salió del alma. Era el final de su calvario.
La reacción de quienes acompañaron a Julieta Prandi a transitar los últimos escalones en el infierno no tardó en llegar: hubo abrazos, suspiros, sonrisas y alguna risa nerviosa.
Eduardo, el padre de la modelo, momentos después de la lectura del veredicto dijo: “(Estoy) Contentísimo. Se hizo realmente justicia. Dejamos de padecer a esta persona. Teníamos mucha confianza de que los jueces iban a ofrecernos esta felicidad, realmente. Es una satisfacción, es dejar de lado todo el recorrido que tuvo que hacer Julieta, todo el padecimiento de Julieta y el nuestro también”.
Y soltó ante Infobae: «Lo hemos sufrido y padecido, pero gracias a Dios podemos decir que se hizo Justicia, y este señor va a tener que estar 19 años guardado, acomodando un poquito su cabeza y dar cuenta de la bestialidad que ha hecho”.
Prandi ingresó a la sala de la que se habían llevado a su ex preso y condenado pocos minutos después de la lectura del veredicto. Es que la modelo había arribado a Campana a las 11:27 en un vehículo negro, acompañada por su pareja, Emanuel Ortega.
Debido a ese retraso, no pudo ingresar al tribunal, y la noticia del veredicto le llegó desde el auto, junto a los abogados Fernando Burlando y Javier Baños. Abrazada a Ortega, la actriz se fundió en abrazos con sus seres queridos, un momento muy emotivo del que este medio pudo ser testigo.
Era el fin de la pesadilla y la tensión liberada fue tal que, entre llantos y alaridos, Prandi se descompensó mientras se aferraba a un ser querido, como había ocurrido en los alegatos finales.
“Yo siento que hoy empiezo a vivir. Esta es la segunda etapa de mi vida en la que puedo elegir y ser feliz. Hay un antes y un después, empezar a vivir, salir a la calle y no ver un auto sospechoso, si alguien apareció a buscar a mis hijos“, celebró la conductora, una vez recuperada.
Y agregó, respecto al condenado: “Que viva el infierno que yo viví. No quiero decirle nada porque es un ser que se merece todo mi desprecio”.
Consultado por Infobae sobre la posibilidad de que Contardi evite cumplir los 19 años de cárcel y acceda a beneficios como la domiciliaria, el abogado Fernando Burlando fue categórico: “Nos vamos a oponer a todo, a todo, a todo lo que pretenda mejorar lo que es su situación de detención”.
En tanto, Sebastián Waizer, amigo íntimo de la víctima, testigo del juicio y quien le aconsejó que huyera de su relación con Contardi en su momento, sostuvo: “Hay muchas personas esperando este veredicto y, en algún punto, es la esperanza para muchas personas que no se animan. Julieta es la voz de muchas“.
En declaraciones a este medio, agregó: “Yo estuve en los últimos cuatro meses de su ex matrimonio. En esas situaciones, no es una decisión premeditada, organizada. En ese momento, es ‘vamos’. No hay mucho para analizar o reflexionar. Después vino lo legal, el asesorarse e informarse. En su momento, por supuesto, fue salir de ahí y armarse ella. Llevó mucho tiempo hasta que ella pudo empoderarse, enojarse, embroncarse y caer de lo que había vivido”.
Para la modelo, este miércoles representó un nuevo nacimiento: “Es un día de celebración”, aseguró.
Por su parte, el condenado será notificado en el Registro de Condenados por Delitos contra la Integridad Sexual de la Provincia de Buenos Aires y permanecerá en el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual (RNDG) del Ministerio de Justicia.
Esta noche, Contardi dormirá en una celda de la comisaría 5ª de Escobar. Será la primera de muchas.