El baño de la vivienda. (Foto: Ministerio Público Fiscal)

La casa del horror donde el presunto asesino serial de Jujuy mataba y descuartizaba a sus víctimas está ubicada en el barrio Alto Comedero, en la capital provincial. Allí vivía hasta la semana pasada Matías Jurado, de 37 años, quien ahora está detenido e imputado por el crimen de un hombre en situación de calle mientras se investiga si también mató a otros cuatro indigentes que están desaparecidos.

En el domicilio vivía el sospechoso junto a su sobrino, un adolescente que ya declaró en el marco de la causa y brindó un testimonio fundamental para reconstruir el modus operandi de Jurado. También al menos dos perros, cuyos recipientes de alimentos se convirtieron en una prueba clave para el expediente.

Ubicada en una esquina, la vivienda contaba con dos ambientes más bien pequeños y un patio grande. Ese lugar al aire libre era donde el presunto asesino serial enterraba los restos de sus víctimas.

El ingreso a la casa desde el patio

Allí también era el lugar donde comían sus mascotas. Aunque su plato no contaba con alimento balanceado: en las últimas horas, el fiscal de la causa, Guillermo Beller, confirmó que en el comedero había restos humanos. El dato lo confirmó un estudio forense, que detectó la presencia de rastro genético masculino, indicaron fuentes del caso a Infobae.

Cada ambiente de la casa del horror fue capturado en imágenes por los investigadores. En las fotos, que están sumadas al expediente como material visual, se transmite un aspecto de abandono del domicilio.

En los azulejos del baño se ve una clara suciedad impregnada, de donde las autoridades podrían recolectar muestras que resulten de relevancia para la causa.

Una pala tipo excavador en uno de los ambientes

La cocina también se ve sucia y desordenada. Allí, además, hay un elemento llamativo: una pala tipo excavadora que podría haber sido utilizada por Jurado en alguno de los crímenes que se investigan.

En el living, por su parte, se ve mucho desorden. Lo mismo en la habitación: ropa abultada, colchones dados vuelta y con manchas de quemadura.

Las fotos de la casa

Parte del patio del domicilioUn colchón con quemaduras y más desorden en una habitaciónLa cocina de la casaUna cama desordenadaOtro colchón dado vuelta y con manchas de quemaduraLos lugares donde hallaron restos los investigadoresUn galpón de la viviendaEl ambiente desde otro ángulo

El modus operandi de Jurado, según la reconstrucción de los investigadores y los testimonios recabados, presentaría una secuencia con patrones reiterados que alertaron a las autoridades:

  • Elegía los días viernes para dirigirse a puntos donde solían encontrarse personas en situación de calle.
  • En esos encuentros, ofrecía trabajos circunstanciales —como changas en la terminal— o bebidas alcohólicas.
  • Con este método, conseguía persuadir a las personas para que lo acompañaran hasta su domicilio en el barrio Alto Comedero.
  • Una vez que accedían a entrar en la casa, las víctimas eran recibidas solo por Jurado; el adolescente que vivía con él solía retirarse.

Los investigadores sospechan que, dentro de la vivienda, Jurado sometía a sus víctimas y procedía a descuartizarlas. Algunos restos humanos eran enterrados en el mismo domicilio, otros se quemaban con la finalidad de reducirlos y parte de ellos se colocaban en bolsas de consorcio que luego eran descartadas en basurales de la zona.

En el interior de la casa, las herramientas halladas por los peritos —como palas, bolsas, carretillas y ollas— formarían parte del cuadro que acompañaría este accionar por el que fue detenido. También se identificaron prendas de vestir que se investiga si pertenecen a las víctimas.

El rol del sobrino adolescente del sospechoso fue clave en esta etapa inicial para brindar el detalle del proceso y localizar los sitios donde había restos. Las pericias ahora serán cruciales.

El Fiscal General, Sergio Lello Sánchez, había detallado este sábado que la causa comenzó formalmente el miércoles y que, mediante el análisis de cámaras de seguridad, se logró identificar a un individuo vinculado a uno de los desaparecidos.