Tras casi tres meses de una minuciosa investigación, personal del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) logró identificar al joven cuyos restos aparecieron enterrados el pasado 20 de mayo en una casa lindera al chalet donde supo vivir Gustavo Cerati, el líder de la banda Soda Stereo que falleció el 4 de septiembre de 2014.
Se trata de un adolescente de 16 años identificado como Diego, un chico que estaba desaparecido desde 1984, confirmaron fuentes del caso consultadas este miércoles por Infobae.
La identificación del cuerpo fue posible gracias a la prueba de ADN que personal del EAAF le tomó a la madre de Diego, la cual arrojó una coincidencia exacta, tal como publicó Clarín.
De acuerdo al informe de la Policía Científica de la Policía de la Ciudad, al cual accedió este medio, los peritos encontraron un total de 151 restos óseos, los cuales fueron distribuidos en cuatro sobres de madera.
El hallazgo ocurrió el 20 de mayo pasado, cuando obreros encontraron restos óseos durante tareas en el terreno mientras realizaban excavaciones. “En un momento dado se desprendió un trozo de tierra de la casa lindera y quedaron a simple vista lo que aparentaría ser restos óseos humanos”, decía el parte oficial difundido en su momento.
Puntualmente, el cadáver de Diego apareció enterrado en una fosa pequeña, ubicada en la medianera que divide dos propiedades sobre avenida Congreso al 3700. El tamaño reducido de ese pozo -aproximadamente, medía 1,20 metros de largo, 60 centímetros de ancho y 40 de profundidad- llevó a los investigadores a pensar que el entierro se hizo en poco tiempo, sin mayores herramientas.
Tras la denuncia por parte del arquitecto a cargo de la obra, la Policía de la Ciudad intervino en el lugar, al tiempo que comenzaron las tareas forenses y el relevamiento de objetos personales hallados junto al cuerpo, bajo la supervisión de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº61 que conduce el fiscal Martín López Perrando.
En la zona del descubrimiento se ubicaba la casona que tuvo un pasado extenso y variado. En distintos momentos, el lugar funcionó como vivienda familiar, geriátrico y hasta iglesia. La propiedad también fue habitada por la artista plástica Marina Olmi, hermana del actor Boy Olmi.
La artista había comprado la casa a los descendientes de una mujer alemana, Olga Schuddekopf, y durante años el inmueble albergó a distintas figuras de la cultura porteña. Uno de ellos fue Gustavo Cerati, quien la alquiló entre 2001 y 2003, cuando la dueña se encontraba residiendo en España. Lo mismo sucedió con Hilda Lizarazu y Tito Losavio, amigos personales de Marina.
La estructura tenía una arquitectura particular: dos viviendas, una principal al frente y otra detrás, un jardín amplio, una piscina y espacios de trabajo artístico. El domicilio quedó demolido hace algunos meses y solo permanecen recuerdos de las diferentes etapas que atravesó el edificio.
La aparición de restos humanos sumó un misterio más a la historia del predio que, según propietarios linderos, también fue sede de la iglesia Santa María antes de transformarse en residencia.