Es la historia de siempre, de alguna manera: aparece una nueva tecnología, y las viejas formas se sienten amenazadas. Suelen tener algo de razón: la teconología ha transformado de forma profunda e irreversible la manera en que vivimos, creamos y trabajamos, y la inteligencia artificial promete una transformación aún más radical.
Y eso es lo que temen en la industria musical: la multiplicación de grupos cuya imagen y música son generadas en su totalidad por IA es la parte visible de un fenómeno que empieza a reducir el pastel que comparten los músicos profesionales, dicen. Ya sea el ahora famoso Velvet Sundown con su rock de los años 70 o Aventhis y The Devil Inside con su country refinado, cada vez es más frecuente que una creación directamente salida de una interfaz de IA supere el millón de reproducciones en Spotify.
Detrás de estos conceptos reina la opacidad y los productores de esta música 100% IA son inaccesibles. A diferencia de Deezer, Spotify no especifica qué temas son generados íntegramente con esta tecnología. “En un futuro cercano, veremos surgir mucha música sobre la que no podremos decir quién la hizo o cómo se creó”, vaticina Leo Sidran, productor, compositor e intérprete.
Para este artista galardonado con un Oscar, la aparición de estos grupos de IA “muestra hasta qué punto muchas canciones son ahora comunes y predecibles”.
El productor y compositor Yung Spielburg asegura en el podcast “Imagine AI Live” que la IA subraya la separación entre “la escucha pasiva y activa”. La escucha activa implica que las personas “estén interesadas en lo que tienes que decir” y se refiere a una música que, según él, tiene poco que temer por la llegada de la inteligencia artificial. Con la escucha pasiva, la que se hace cuando uno prepara la comida, durante una cena o cualquier tarea en casa, “no buscas saber quién es el artista”.
Si los programas se vuelven lo suficientemente avanzados para que las “personas no puedan notar la diferencia” en la escucha pasiva, sellos discográficos y empresas “elegirán la IA generativa”, predice, “porque no tendrán que pagar derechos”.