El dramático pedido del padre de la adolescente que murió junto a Mila Yankelevich

El padre de Erin Ko Han, la niña chilena que murió este lunes junto a Mila Yankelevich en el accidente náutico en la costa de Miami Beach, habló por primera vez con la prensa y realizó un dramático pedido de justicia: “Necesito saber qué pasó”.

«Estamos muy dolidos, dolidos del corazón. Era lo único que teníamos“, expresó Pil Jye Ko, en declaraciones al medio Local 10 News. La niña de 13 años era la única hija de la familia, que se había mudado a los Estados Unidos el año pasado debido a una oportunidad laboral.

La tragedia se desató cuando una barcaza con grúa embistió a un velero en el que viajaban cinco menores y una joven tutora. Era el primer día de Erin en el campamento del Miami Yacht Club, en donde sus dos primas también eran miembros.

“Me acuerdo que la fuimos a dejar, nos despidió ‘nos vemos, papi, mami’“, recordó el hombre, visiblemente conmovido.

Erin Ko, la niña fallecida tras el accidente náutico de este lunes.

Y agregó, sobre la muerte de su hija, quien fue llevada inconsciente al hospital: ”Lo tengo en mi cabeza, de muchas heridas en la cabeza, en los brazos, las piernas, por todos lados. Ya dejó de palpitar su corazón“.

El análisis forense reveló que tanto Erin como Mila no murieron por el impacto de la barcaza, sino por “ahogamiento accidental”.

Esperábamos que todo esto fuera solo un sueño o que hubiera ocurrido un milagro. Que el hospital llamara y dijera ‘su hija está viva, está bien’. Pero no, eso no pasó”, lamentó Ko.

El padre de la víctima cerró su mensaje con un pedido de justicia: “Necesito honrar a mi hija porque no puedo decir adiós como si nada. Necesito saber qué pasó”.

Una barcaza con grúa embistió a un velero en el que viajaban cinco menores y una joven tutora.

Según medios chilenos, Erin Ko -de padres coreanos- había cursaba sus estudios en el Colegio San Pedro Nolasco de Vitacura, en Santiago de Chile, antes de viajar al país norteamericano.

Allí, era alumna de Nautilus Middle School en Miami Beach. Hablaba con fluidez inglés, español y coreano, y estaba aprendiendo japonés. El día de la tragedia fue su primera vez en un velero.

La muerte de Erin provocó una ola de pesar en su comunidad escolar de origen y en la institución que se expresó sobre lo sucedido y se unió al duelo de la familia.

Allí, según indicó la escuela en un comunicado compartido en redes, fue parte activa de la comunidad educativa desde su ingreso en el nivel de Playgroup en 2016 hasta su traslado al extranjero en 2024, cuando cursaba 6º Básico. En esa institución, Erin dejó una impronta que todavía permanece entre compañeros, profesores y familiares.

“La mañana del lunes 28 de julio, a la edad de 13 años, Erin partió al encuentro del Padre, dejando una huella imborrable en nuestra comunidad, donde permanecen sus primos, amigos y profesores, quienes la recordarán con sincero cariño”, escribieron desde la institución.

Se destacó que Erin fue una alumna “integral, cercana, empática y buena compañera”. Su paso por la institución no solo estuvo marcado por logros académicos, con especial talento en el área de Matemáticas, sino también por su activa participación en la vida escolar.

Formó parte de la selección de voleibol y del taller de trapecio y telas, lo que le permitió compartir con diversos estudiantes. “Su simpatía y personalidad le permitieron compartir transversalmente con estudiantes de distintos niveles”, afirmaron.

El colegio recordó que Erin mantenía lazos familiares dentro de la comunidad escolar, lo cual reforzaba su presencia transversal entre los distintos ciclos. Sus profesores, primos y compañeros la recordarán con un afecto profundo y sincero, según expresó la institución.

“Con la esperanza de que nuestra Madre de la Merced les brinde consuelo y paz”, agregaron.