La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner agradeció la visita del exmandatario colombiano y ex Secretario General de UNASUR, Ernesto Samper, y de la ex presidenta de la Asamblea Nacional del Ecuador.

“Amigos ambos y compañeros de la Patria Grande. Conversamos largamente sobre la situación internacional y sobre todo regional. Mi agradecimiento por su visita y, sobre todo, por su solidaridad”, escribió en sus redes sociales después de que ambos representantes estuvieran este viernes en San José 1111 para apoyar a la líder justicialista en medio de la campaña internacional Cristina Libre.

Antes de ingresar al departamento, Samper expresó que de acuerdo con el artículo 23 de la Convención de San José sobre Derechos Humanos, no deberían imponerse sentencias de inhabilitación permanentes. “Esperamos que Cristina quede libre”, agregó. El exsecretario general de UNASUR advirtió que la principal amenaza que enfrenta la región es la derechización. Señaló que América Latina atraviesa un neofascismo muy peligroso, visible en las intervenciones del expresidente Donald Trump, en el lenguaje del embajador designado en Argentina, y en su país, Colombia. “Estamos volviendo a las peores épocas de la presencia norteamericana en América Latina, que no es una presencia persuasiva de amistad, sino disuasiva”, afirmó.

Rivadeneira relató cómo fue su visita a Cristina Fernández de Kirchner, detenida bajo un régimen que calificó como insensato, ilegal e ilegítimo. Explicó que, una vez confirmada su participación en la Precop30, inició todos los trámites exigidos por la justicia argentina para poder concretar el encuentro con la CFK. Según detalló, su presencia y la de otros dirigentes latinoamericanos tiene como objetivo no solo expresar solidaridad, sino también visibilizar lo que describió como un proceso de guerra judicial orientado a la proscripción de líderes populares. Rivadeneira sostuvo que la condena contra la expresidenta busca impedir que vuelva a competir electoralmente, tal como sucedió en su momento con Lula da Silva en Brasil o con Rafael Correa en Ecuador. Para la expresidenta de la Asamblea de Ecuador, CFK encarna hoy la lucha por la recuperación del Estado de Derecho en la región.

Consultada sobre el rol de la comunidad internacional, la dirigente ecuatoriana remarcó que en escenarios donde la justicia interna se ve cooptada, los apoyos internacionales pueden ser decisivos. Puso como ejemplo el caso de Lula Da Silva, cuyo proceso judicial fue revisado tras una fuerte presión externa. Advirtió que “resulta paradójico que quienes dicen defender la democracia liberal sean los mismos que avalan su ruptura cuando se trata de líderes progresistas”. En ese contexto, consideró que “el acompañamiento internacional es clave para garantizar derechos humanos básicos, como el de participar libremente en elecciones”.