“Estaba trabajando en un canal de televisión y había un productor que tenía la costumbre de hablar y mover mucho las manos. Mientras teníamos una conversación me rozó un pezón con su mano, no dijo nada, no se disculpó. La dejé pasar, pensé que tal vez no se había dado cuenta. Diez segundos después lo volvió hacer y a los segundos otra vez. Le pregunté ‘¿Qué te pasa, no podés controlar las manos, tenés un problema?’ y me dijo: ‘no sé de qué hablas’. Ahí lo agarré del cuello y le dije: ‘tengo gente, hoy te mando a quebrar las piernas’. El tipo nunca más me habló.” Esas situaciones se repitieron decenas de veces en el ámbito laboral donde se desempeñaba Flor.

Flor o Flora Alkorta es ácida, irónica, mordaz, va al hueso con su humor, te divierte y te deja pensando. Es una feminista de izquierda, algo que le valió millones de insultos y hostigamientos desde que comenzó a tomar visibilidad en los medios con un discurso que señala los machismos sin perder la gracia. Un buen día se le ocurrió anotar todos los insultos que le dijeron por autoproclamarse feminista, algunos fueron: “Incogible, femilechona, femitrola, vergofóbica, fanática de las conchas, androfobica, lesbiana encubierta, concha seca, machista inversa, anti chota, femipeste, hembrista, frigida, penefobica, misandrica, cortapijas, el terror de los maridos, la destruyehogares, sucia, peluda, trola resentida, bruja concha sucia” y muchos éxitos más. El insulto ante la carencia de argumentos válidos, insultan porque así sostienen su violencia.

Resulta liberador reírse del machismo, marcarle la cancha a los varones cis heterosexuales para dejarlos en ridículo, ¿para que se incomoden? ¿y quizás reflexionen? Flor hace lo suyo y tira un chiste: “Cuando dicen feminazis yo flasheo campos de concentración llenos de hombres que levantan la mesa y firman cuadernos de comunicaciones.”

Es guionista y humorista, trabaja en radio y televisión. En la tv arrancó hace 28 años y hace ocho que está en el éter. Comenzó en el 96, en el canal TyC Sports y pasó por distintos programas como Infómanas, Mar de Fondo y Grandiosas. En cine escribió para la pelicula “Torrente 5” del español Santiago Segura. Siempre rompiendo con los moldes preestablecidos por el machismo imperante en los espacios por los que pasaba. Hizo radio con María O’Donnell ahora su voz pasó al aire de la 750. Antes de eso pasó por los sketch de Susana Gimenez, Pablo y Pachu, No hay dos sin tres y en los dos mil comenzó a guionar realities de otros países como Expedición Robinson en Chile y México. No porque estuvieran guionados, su trabajo como guionista era observar lo que hacían los participantes y a partir de lo que sucedía, armaba el contenido para generar un hilo conductor.

Flora rock star, esta semana estuvo a mil por el premio pero recibió a Las12. Foto: Jose Nico.

¿Cómo se manifestaba el machismo cuando arrancaste a trabajar en tv?

–Directamente me tocaban las tetas. He visto conductores famosos manoseando compañeras. Te podían tocar el culo. Hacían lo que querían hacían. Todo el tiempo y nadie hacía nada.

¿Cómo reaccionabas a esos acosos?

–A un actor le pegué, después una vez un conductor de un programa en el que trabajaba me estampó un beso en la boca, le di una trompada y lo estampé contra la pared. A un productor de Canal 13 que me tocó las tetas lo agarré del cuello.

¿Crees que algo de esa época cambió? ¿Seguís viviendo esos acosos?

–Creo que a partir del 2015, con el primer Ni Una Menos cuando el tema se visibilizó, las mujeres empezaron a animarse a hablar, ahí hubo un cambio y los hombres empezaron a entender que ya no podían hacer lo que querían. En mi caso es verdad que no recibo el mismo acoso que a los 20, entonces habría que hablar con las pibitas para ver cómo está ahora la cosa. Porque buscan, obviamente, gente más joven y más vulnerable y porque los calienta una de 20 y no una de 50. Aparte yo estoy más plantada también. Imagínate que a los 20 y pico le di una trompada en la cara a un actor. Entonces, conmigo no se metía nadie porque yo enseguida los surtía. Pero sí he visto cómo le pasaba a mis compañeras. Después de todo este fenómeno del feminismo que empezó a visibilizar estas cuestiones de abuso de poder y sobre todo con el caso de abuso de poder y abuso sexual de Darthés como máximo exponente, si querés, a partir de ahí me parece que hubo un cambio social donde todo el mundo se empezó a fijar en eso, se convirtió en un tema de conversación y los hombres mágicamente se dieron cuenta de que eso existía, digo, los que no lo hacían.

Foto Jose Nico.

¿Crees que desde que asumió el gobierno de Javier Milei con discursos antifeministas, hubo un retroceso? ¿Cómo ves la habilitación de discursos de odio?

–Hay una habilitación de los discursos de odio muy peligrosa, desde la palabra, pero no me imagino que los pibes libertarios anden diciendo “vamos a ir a tocar culos”. Me parece que el cambio social sí se produjo a niveles de lo que es abuso sexual, pero lo que es hostigamiento, bullying, homofobia, gordofobia es grave, está habilitado a lastimar al otro, agredir y defenestrar minorías. En el tema específico de toquetear creo que ahí hay una línea divisoria, si el pibe no es un degenerado, no lo va a ser. Sin embargo, el discurso de odio sí habilita a que digan ‘tenía la pollerita muy corta’, porque en definitiva se está volviendo a un modelo anticuado, está de moda ser tradwife y que las chicas tengan que ser sumisas. Eso es lo que ellos quieren. Hay un discurso de normativizar todo como hace medio siglo, enfocado en el odio a las minorías y mucha misoginia.

Ganaste un Martín Fierro a Mejor Labor Humorística, cuando subiste al escenario a recibir el premio hiciste un chiste sobre Ari Paluch y Pedro Brieguer ¿Lo habías planeado o fue algo espontáneo?

–No fue espontáneo. Tenía ganas de mencionar que a las mujeres nos pasan cosas horribles en los medios todo el tiempo. A mí me pasaron cuando era más piba, muchas veces y quería comunicarlo ahí. ¿Cómo comunicarlo? Utilizando los dos casos más resonantes del momento. Ahí se me ocurrió tirar dos comentarios sarcásticos con dos personas que ya no están en los medios. Dos comentarios sarcásticos porque quería que la gente deje de comer y escuche lo que estaba diciendo. Si solo decía que a las mujeres nos pasan cosas, la gente iba a seguir en la suya y yo quería que me prestaran atención. Entonces metí dos comentarios sarcásticos con dos casos que todos conocen, que fueron hace muy poco y con eso logré llamar la atención sobre el tema que yo quería expresar, porque toda la vida me pasaron cosas espantosas, para que no sigan pasando. Utilicé una herramienta que es el impacto y el sarcasmo para que la gente dejara de mirar el plato y me mirara a mí.

¿Qué repercusión tuvo tu discurso?

–Me felicitó un montón de gente, incluídas muchas panelistas que después las vi criticarme en televisión, pero entiendo que tienen que jugar un juego de contrapunto. Me felicitaron un montón de mujeres y muchos hombres también. Después hubo mucha gente que lo malinterpretó y que entendía que yo estaba ensañada con esas personas, cuando en realidad las usé de ejemplo. También mucha gente me acusó de mala feminista porque estaba la hija de Ari, cosa que yo no sabía, incluso le mandé mis disculpas por conocidos en común. Si hubiera sabido que estaba, solo hubiese usado el caso Brieger porque no me gusta incomodar a las personas que nada tienen que ver. De todas maneras, ella no tiene nada que ver con su padre, tiene su propia carrera y es una buena profesional. No fui contra Ari Paluch ni contra Pedro Brieger, fui contra el abuso de las mujeres. La gente me aplaudió, no me abuchearon como dicen por ahí. Para mí ellos son un nombre que son una circunstancia. Si no son ellos, son otros. Después Ari Paluch me acusó de borracha porque me caí cuando subí a recibir el premio, en realidad, no estaba borracha, me inyectaron un diclo ahí mismo, porque no podía caminar. Yo le contesté que ojalá hubiera podido chupar, me hubiera encantado subir borracha, pero no podía, estaba a agüita.

¿Cómo se manifiesta hoy en día el machismo en el ámbito del humor?

–Siempre faltan mujeres, incluso en los streamings de naturaleza progre donde hay nuevas generaciones de pibes con otra cabeza, ahí también faltan mujeres, porque en Carajo lo puedo entender, pero en otros me parece preocupante y son hombres siendo hombres. Habría que preguntarle a las pibas, yo siempre peleo porque haya más mujeres humoristas, siempre hubo un discurso de que la mujer no es graciosa o cuando haces stand-up te dicen que haces ‘humor para minitas’. Por eso soy tan corrosiva y por eso hago el stand-up que hago, para correrme un poco de esa cosa que ellos acusan de humor de minita frágil.

“Siguen faltando mujeres en los medios, incluso en los streamings”, dice Flora. Foto: Jose Nico.

¿Recibis mensajes de odio?

–Sí, me viven atacando y hostigando desde el 2016 porque soy trosca y feminista. Me mandan mensajes públicos y privados y hasta consiguieron mi teléfono. En el último tiempo me mandaban fotos de un Falcón verde cuando se puso todo más violento. Tengo bloqueados 51 mil libertarios en Twitter. En 2016 los mensajes que recibía eran más infantiles y anti-feministas. Pero en la era Milei ya vienen con ‘te vamos a ir a buscar’, ‘te vamos a tirar de un avión al Río de la Plata’. Ahora vienen con un discurso pro-milico-dictadura. Desde que aparecieron los libertarios pueden decir de todo y ya no da vergüenza ser facho, o sea, ahora son amenazas vinculadas a la época de la dictadura.