Una de las niñas que permanecía internada en grave estado por el choque entre una barcaza y un velero ocurrido el pasado lunes frente a la Hibiscus Island, en la costa de Miami Beach, falleció en las últimas horas, pese a los esfuerzos del equipo de salud por salvarla. Con ella, son tres las víctimas fatales del accidente.
La pequeña fue identificada como Ari Buchman, una niña de 11 años cuya familia era oriunda de la provincia de Mendoza, Argentina, informaron medios locales.
Buchman se encontraba internada en estado crítico desde este lunes, cuando que el velero en el que viajaba como parte de un campamento de verano del prestigioso Miami Yacht Club fue embestido por una barcaza con grúa frente a la Hibiscus Island.
En la pequeña embarcación viajaban además una niña de 12 y una instructora de 19 años, que están fuera de peligro, y otra niña de 8 años, que está internada en estado crítico desde el momento del accidente.
La investigación
Horas después del choque, el capitán Frank Florio, comandante del Sector Miami de la Guardia Costera, informó que el espacio que dirige “llevará a cabo una investigación exhaustiva para determinar las causas del accidente e identificar medidas que ayuden a prevenir tragedias similares en el futuro”.
Este jueves, se conocieron algunos avances de la investigación, entre ellos que todas las niñas llevaban chalecos salvavidas al momento de la colisión, según confirmaron oficiales de la Guardia Costera a la cadena de noticias WSVN.
Los primeros informes de peritos que trabajan con la Guardia Costera indicaron, además, que el velero en el que estaban las víctimas de la trágica colisión tenía permiso de paso frente a la barcaza, uno de los elementos claves para determinar responsabilidades.
Los investigadores trabajan también para conocer cuál era el estado de la marea al momento de la colisión y la velocidad a la que se movía la barcaza, ya que varios testigos aseguran que no había viento, por lo que el velero estaba detenido y con la bandera en alza, algo que debería haber sido advertido desde la nave de mayor tamaño.
En ese sentido, se busca determinar si existía un “punto ciego” o si hubo alguna distracción por parte del capitán del remolcador, que dio negativo en los test que se le realizaron para saber si había consumido alcohol o alguna droga. También se investiga si el capitán, que brindó declaración en las últimas horas, contaba o no con los permisos correspondientes para realizar trabajos en la zona.
Por otro lado, las pesquisas trabajan para mejorar la calidad del video que captó el incidente, para ver si existió por parte de alguna embarcación una maniobra imprudente.