En el marco de las vacaciones de invierno, el Teatro Universidad abrió sus puertas, el pasado sábado, a uno de los clásicos del gran Hugo Midón: Derechos torcidos. Una extraordinaria puesta en escena donde el elenco está mayormente conformada por niños de entre ocho y 18 años. Además, cuenta con la actuación de Joaquín Catarineu que se coloca en la piel de “Pocho”.
La puesta en escena está dirigida por Ariadna Faerstein y Nicolás Alan Medina. A 20 años de su creación y a 35 años de la Convención de los Derechos del Niño, el legado de Derechos Torcidos está vigente. Durante la función la obra trasmitió diferentes mensajes tanto para chicos, como para adultos con un amplio abanico de canciones.
Esta nueva versión de Derechos torcidos nace a modo de homenaje por el natalicio de Hugo Midón, creador de la obra. Por eso, a 20 años del nacimiento de esta puesta en escena, se ha convertido en uno de los clásicos del teatro argentino con sus enseñanzas sobre la esperanza y los derechos de las infancias.
Según la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (AADET), las canciones de esta maravillosa obra infantil se convirtieron en verdaderos himnos, aportando emoción para niños y adultos. Se consagró, así, en una de las obras infantiles más convocantes de las últimas vacaciones de invierno.
En diálogo con El1, Catarineu sostuvo: “Esta obra no subestima a las infancias porque se les habla de igual a igual y lo particular es que el elenco está conformado por chicos, entonces, es un fiel reflejo de sus propios pares. La puesta en escena habla de todos los derechos que nos corresponden y, muchas veces, no son respetados”.