Héctor Chechic, de Ambientech, Grupo Teva, explicó en detalle el funcionamiento y el alcance de la planta de tratamiento de efluentes industriales que se está instalando en el frigorífico.
- Se trata de una obra pensada en etapas, con tecnología de última generación y un enfoque ambiental que ya se perfila como modelo en la provincia.
- Responsable técnico del proyecto: Héctor Chechic, Ambientech, Grupo Teva
Areco suma un hito en materia ambiental. El frigorífico a cargo de la familia Lynch, junto al Grupo Teva, puso en marcha la primera etapa de una planta de tratamiento de efluentes industriales que se posiciona como modelo en la provincia de Buenos Aires. Con diseño modular, tecnología automatizada y resultados comprobables, la obra marca una diferencia respecto de los sistemas tradicionales y apunta a una convivencia armónica entre industria y comunidad.
La empresa encargada del desarrollo es Grupo Teva junto de Ambientech y Héctor Chechic, con experiencia en plantas similares en Puerto Deseado, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia. La tecnología aplicada en Areco ya se utiliza con éxito en contextos industriales más complejos y se adapta a los nuevos estándares exigidos por los organismos provinciales.
Primera etapa: pre-tratamiento y reducción química
La fase inicial, que se inaugura el 5 de agosto, incluye un sistema de compensación, homogeneización y tratamiento químico. En este proceso se separa hasta un 70 % de la carga orgánica contaminante, transformándola en barro sólido de disposición final, mientras que el líquido es preparado para su tratamiento biológico posterior. Este avance ya deja el efluente en condiciones cercanas al vertido seguro.
Segunda etapa: tratamiento biológico aeróbico
En una segunda fase, que comenzará 60 días después, se implementará un sistema de barros activados con cámaras de aireación. Allí, colonias bacterianas degradarán la materia orgánica restante, dejando el líquido en condiciones de ser volcado al conducto de Sanear o, eventualmente, a cursos de agua. Aunque el agua no es potable, puede utilizarse perfectamente para riego de espacios verdes, como ya se hace en el sur del país.
Tecnología y conciencia ambiental
La planta cuenta con un tablero de comando automatizado mediante un sistema PLC, que permite operar con precisión y sin intervención manual constante. Esta tecnología de última generación es hoy requerida por organismos ambientales y apunta a reemplazar los sistemas de tratamiento obsoletos aún vigentes en muchas industrias.
El desarrollo no solo responde a una necesidad técnica, sino también a una decisión empresarial consciente. Frente a sistemas arcaicos como las lagunas -que muchas veces agravan los problemas ambientales- la familia Lynch apostó por una solución moderna y eficiente.
Un ejemplo de industria que puede convivir
La obra representa un paso importante hacia un modelo de producción que respeta el entorno. En un contexto económico difícil, la inversión demuestra que es posible crecer sin contaminar y sin tensiones con la comunidad.
El caso de Areco se perfila como ejemplo para otras localidades e industrias que aún apelan a métodos obsoletos. Aquí, la innovación no solo es posible, sino también deseable y necesaria.