La líder del Partido Conservador británico aseguró que el Reino Unido necesita a un Milei para corregir sus deudas

La política británica Kemi Badenoch puso en relieve la figura del presidente argentino, Javier Milei. En una entrevista reciente con el Financial Times, afirmó: “Milei es el modelo”, en referencia al presidente argentino Javier Milei, conocido por su enfoque radical en la reducción del gasto público y la liberalización económica. Esta afirmación, pronunciada desde su oficina en la Cámara de los Comunes de Londres, marca un punto de inflexión en el discurso del Partido Conservador británico.

La figura de Javier Milei ha cobrado relevancia internacional desde su llegada a la presidencia de Argentina en 2023. Su política de recortes presupuestarios, apertura comercial y lucha contra la inflación ha sido objeto de debate y análisis en diversos países. Para Badenoch, el ejemplo argentino representa una vía posible para revitalizar tanto al Reino Unido como a su propio partido, actualmente relegado al tercer lugar en las encuestas, por detrás del Partido Reformista y el Partido Laborista. “Milei, quien ha recortado el gasto, liberalizado el comercio y reducido la inflación desde que se convirtió en presidente de Argentina en 2023, fue honesto con los votantes sobre sus planes y está obteniendo resultados”, explicó la líder conservadora a Financial Times.

La entrevista, recogida por el medio británico, revela la determinación de Badenoch de distanciarse de las estrategias de otros líderes de la derecha británica, como Nigel Farage y su partido Reform UK. Al respecto, advirtió: “No podemos ser un reservorio del desencanto”, subrayando la necesidad de que el conservadurismo británico se enfoque en “ofrecer esperanza y resolver problemas”. Esta postura busca evitar que el partido caiga en la trampa de la ira y la desesperación, un riesgo que, según ella, acecha a quienes siguen el ejemplo de Farage.

La líder conservadora destacó el modelo económico de Javier Milei en Argentina (Foto: Sebastian Alonso)

“El público aún no está listo para perdonar”, admitió a Financial Times, en alusión al caótico final del gobierno conservador. Esta autocrítica, poco habitual en la política británica, añade una dimensión de realismo a su discurso y refuerza su apuesta por un cambio de rumbo.

Uno de los ejes centrales de la propuesta de Badenoch es la defensa de un Estado más austero y la oposición a los aumentos de impuestos que, según ella, prepara el Partido Laborista. “Estoy aterrorizada por los niveles de deuda gubernamental y la visión del Estado extendiendo sus tentáculos por todas partes”, declaró, mostrando su preocupación por el impacto de la intervención estatal en la economía productiva y generadora de riqueza. Esta visión, inspirada en el modelo de Milei, implica una revisión profunda del papel del Estado en la vida económica y social del país.

No obstante, la concreción de estas ideas aún genera interrogantes. Aunque Badenoch ha prometido grandes reducciones en las prestaciones de salud y discapacidad, ha descartado la eliminación del “triple bloqueo” de las pensiones, una medida que algunos economistas consideran insostenible a largo plazo por sus generosos aumentos anuales. Además, su partido se negó a respaldar los recortes de 5.000 millones de libras (unos 5.900 millones de euros) propuestos por el Partido Laborista en la Cámara de los Comunes a principios de mes, argumentando que el plan estaba mal concebido y no incentivaría el retorno al trabajo. “No se trata de recortar partes del estado”, matizó la líder conservadora, advirtiendo contra la simple “reducción del gasto”. “Se trata de analizar qué hace el estado y por qué lo hace”, puntualizó a Financial Times.

La estrategia de Badenoch incluye la creación de una serie de comisiones políticas para elaborar planes de gobierno, aunque algunos diputados conservadores consideran que necesita concretar su agenda con mayor rapidez. La presión interna se suma a la competencia externa, especialmente por parte de Reform UK, que según la líder conservadora está “robando el oxígeno a todos”. A pesar de ello, confía en que los votantes acabarán percibiendo a este partido como una opción vacía y más orientada a la izquierda, especialmente por propuestas como la nacionalización de industrias y la eliminación del límite de la prestación por dos hijos, que tendría un coste superior a 3.000 millones de libras (unos 3.540 millones de euros).

Kemi Badenoch se dirige al público en la convención en que fue nombrada nueva líder del Partido Conservador, en Londres, Reino Unido. 2 noviembre 2024. REUTERS/Mina Kim

La preocupación por la fuga de capitales y talento joven también ocupa un lugar destacado en el discurso de Badenoch. “La riqueza está siendo expulsada del país por los altos impuestos, pero estoy más preocupada porque los jóvenes también se están marchando”, lamentó en su conversación con Financial Times. Esta doble pérdida, económica y demográfica, refuerza su argumento a favor de una política fiscal más atractiva y un entorno que incentive la permanencia y el desarrollo de las nuevas generaciones en el Reino Unido.

El enfoque de Badenoch en la economía responde, en parte, a las demandas de los miembros del gabinete en la sombra, que le han instado a priorizar este ámbito sobre otros temas tradicionalmente asociados a su figura, como los derechos de las personas trans o la inmigración. “La gente está escuchando más sobre la economía porque estoy siendo muy, muy implacable en el seguimiento de este caso en particular, casi excluyendo todo lo demás”, explicó la líder conservadora, quien ha sido definida en los medios —según ella, de manera injusta— por su lenguaje duro en cuestiones culturales.

A pesar de este giro hacia la economía, se espera que Badenoch retome el debate sobre inmigración en la próxima conferencia anual del partido, que se celebrará en Manchester en octubre. Allí, planea lanzar un renovado ataque a la Convención Europea de Derechos Humanos, un tema que sigue generando controversia en el seno del partido y en la opinión pública británica. En este sentido, la líder conservadora insistió en que su partido puede ser “súper duro con la inmigración sin permitir que la retórica se salga de control”, y recordó que en su primer gran discurso como líder se disculpó por el historial conservador en esta materia.

Sobre la adaptación a la era digital, la líder conservadora reconoció la necesidad de evolucionar: “Los conservadores tienen que adaptarse a esta nueva era multiplataforma”, afirmó. Sin embargo, lanzó una advertencia velada a quienes basan su estrategia exclusivamente en la presencia en redes sociales: “El tiempo es clave. Si no tienes nada más que hacer, puedes usar TikTok mañana, tarde y noche”, dijo a Financial Times, en alusión directa a la hiperactividad digital de Farage.

En el plano personal, Badenoch abordó las especulaciones sobre su liderazgo y la presión constante que implica su posición. “No puedo pasarme todo el tiempo preocupándome por el regicidio. Me volvería loca”, confesó, y añadió: “Soy tan insensible que ni siquiera me doy cuenta si la gente intenta causar daño. Eso es extremadamente útil en este trabajo”, una frase que ilustra la resiliencia que considera necesaria para sobrevivir en la política británica actual. Atribuyó su crecimiento en el cargo a la “memoria muscular más el ensayo y error”, una combinación de experiencia y aprendizaje continuo.