El ex policía investigado por el hallazgo de un cuerpo en su departamento sumó otra denuncia en su contra

Una mujer denunció haber sido víctima de abuso sexual por parte de Horacio Antonio Grasso, el ex policía condenado por el asesinato de Facundo Novillo en 2007. De acuerdo con la denuncia, todo habría ocurrido cuando el acusado cumplía prisión domiciliaria en un departamento que había alquilado en pleno centro de Córdoba. El mismo lugar donde fue encontrado un cadáver escondido en un ropero.

En línea con el relato de la víctima, el ataque ocurrió entre marzo y agosto de 2021 en el departamento 3° B del edificio ubicado en la calle Buenos Aires al 300. Aparentemente, la denunciante lo conocía y se había distanciado de Grasso tras el crimen del nene de 6 años. Sin embargo, retomaron la comunicación tiempo antes de que ocurriera el abuso.

En las conversaciones que habría mantenido con Grasso, el ex policía la habría convencido de su supuesta inocencia y generó una relación de confianza con ella. Fue así que la habría invitado a una cena en su domicilio, en donde la habría drogado y abusado sexualmente.

Fue asaltada sexualmente luego de haber consumido una bebida”, describió el abogado de la mujer, Carlos Nayi, durante un diálogo con El Doce. Asimismo, indicó que la víctima habría intentado denunciar los hechos en el Polo de la Mujer el 12 de octubre de 2022, pero no logró ser atendida pese a las horas que esperó en el despacho.

Cuatro años más tarde, la Justicia aceptó como querellante a la denunciante de Grasso

No obstante, la víctima reiteró su denuncia en diciembre de 2023, pero tampoco se activaron los protocolos correspondientes ni se le realizaron pericias. Recién después de ser admitida como querellante en los últimos días, la Fiscalía intervino y dispuso la realización de peritajes.

A raíz de esto, el letrado criticó la falta de respuesta de las autoridades judiciales, tras señalar el hallazgo del cadáver de una mujer sin identificar en el departamento donde habrían ocurrido los hechos que su clienta denunció. “Tal vez si se hubieran puesto en marcha los mecanismos que indica la ley, la señora, señorita, niña, mujer o anciana que estaba en ese placard hoy la tendríamos con vida”, apuntó.

Previo a que se encontraran los restos en el departamento de Grasso, las autoridades lo trasladaron nuevamente a la cárcel de Bouwer al descubrirse que el recluso no cumplía con los requisitos impuestos por la prisión domiciliaria. Según señalaron la denunciante y los vecinos del lugar, el acusado salía del domicilio sin tobillera electrónica, circulaba por la ciudad y no recibía controles médicos.

El caso del cadáver encontrado en un ropero

Luego de que el pasado 5 de julio un grupo de albañiles denunciaran haber encontrado un cuerpo en un avanzado estado de descomposición dentro de un ropero, que se encontraba oculto en una habitación tapiada con listones de madera, la autopsia confirmó que los restos pertenecieron a una mujer de unos 30 años. Asimismo, determinaron que la muerte se habría producido hace aproximadamente seis meses.

Esta data modificó la hipótesis inicial de los investigadores, debido a que consideraban que la víctima podría haber fallecido hace más de dos años. Sin embargo, la identidad de la mujer sigue sin ser determinada, debido a que no existen denuncias recientes por desaparición que coincidan con las características físicas del cuerpo encontrado.

Los restos de una mujer de unos 30 años fueron encontrados en el departamento que alquilaba el ex policía Horacio Grasso

La investigación tendría como principal sospechoso a Grasso, ya que era el domicilio en donde cumplía prisión domiciliaria. No obstante, también analizan si su hermano, Jorge Javier Grasso, habría estado implicado en el hecho, ya que él habría sido el encargado de contratar a los dos albañiles para que limpien el lugar.

Por otro lado, los vecinos del edificio aseguraron haber tenido una convivencia conflictiva con el ex policía. Además de haber señalado conductas agresivas de su parte y situaciones que generaban temor, contaron que solía caminar descalzo por los pasillos, pedía comida y dinero o no portaba la tobillera electrónica durante el arresto domiciliario.

Una de las declaraciones más relevantes surgió de una vecina, quien afirmó haber escuchado gritos de una mujer el 11 de febrero de este año. La investigación intenta establecer si ese hecho guardaría relación con la víctima encontrada.

La Fiscalía continúa con la recolección de pruebas para determinar de qué manera ocurrió la muerte, la identidad de la mujer y si el crimen se produjo dentro del mismo departamento. Por el momento, la causa permanece bajo un estricto hermetismo.