“Como banda intentamos sumar, juntar y no separar. En esta música no hay lugar para la discriminación en ningún sentido -dice el vocalista de Sudarshana-. El hardcore es una música que expresa los sentimientos y lo que uno quiera contar. Hay muchos temas a tratar y son todos válidos: es gritar, tocar y cantar por lo que tenemos adentro, para que salga”. Y agrega: “La música puede ser la llave para un cambio real. Siempre creímos en eso; es un instrumento de cambio si uno da un mensaje positivo. El hardcore ayudó a que mucha gente mejore su vida, y seguimos creyendo que ese cambio es posible”.
Las palabras de Ariel Pavletic, cantante y cofundador de la banda, no son casuales: en sus letras se reflejan luchas como el animalismo, el antisistema e ir contra lo impuesto. Y uno de los discos que más transmitió ese mensaje fue “La rebelión del corazón” (2004), considerado también uno de los clásicos de Sudarshana.
La placa se grabó entre junio de 2003 y abril de 2004, y además de Pavletic, conformaban la banda los guitarristas Javier Casas y Javier Suárez, el bajista Matías Solo y el baterista Emilio Ponti. Salvo Suárez, la formación hoy es la misma.
Aquel trabajo fue un quiebre en todo sentido, y el vocalista dice que el impacto se sintió en varias capas. “Tanto en nosotros como en la respuesta de la gente, ‘La rebelión…’ nos hizo madurar mucho como músicos y también como personas -recuerda-. Aprendimos en el proceso de hacerlo, y el productor (Ezequiel Araujo) nos hizo ver cosas que no teníamos en cuenta, o que no sabíamos que podíamos hacer. El disco nos regaló muchas cosas lindas, y es increíble que ya hayan pasado veinte años. Se merece un buen festejo”, dice entre risas.
-En el tema homónimo cantaban: “La esperanza está en mi canción, siento que podemos crear una nueva era”. 20 años después, ¿dónde depositan esa ilusión?
-Creamos la nueva era en nuestro interior. Para cambiar lo que nos rodea, primero tenemos que modificar nosotros. Seguimos creyendo en ese cambio, y tenemos que mirar hacia adentro, evolucionar como personas. Continuamos con esa esperanza. Mucha gente me dice que por una letra de Sudarshana abrió los ojos, y eso le generó una evolución en su vida. Para nosotros es hermoso: es un poco la razón por la que tocamos música. Queremos llegar a la gente de esa manera, generar algo en su corazón.
-En varias entrevistas dijeron que era un “álbum positivo”. Más allá de las letras y la música, ¿lo fue también en la concepción y en la grabación?
-Sí, es un disco así, y aparte lo generamos desde ese lado. De alguna manera, lo que sos también se plasma en tu música. Siempre es lindo hacer un álbum: uno pone mucho en el proceso. Si lo encaras con una buena actitud, se refleja en lo que hacés. Los recuerdos son hermosos, viajar a Temperley hasta la casa de Ezequiel Araujo -en ese momento en El Otro Yo- y ver cómo los temas tomaban forma definitiva, fueron cosas que quedaron en nuestro corazón. Después, el disco ya tomó vuelo propio.
-La mayoría de las canciones de “La rebelión…” suenan actuales. ¿Cuando escriben piensan en la atemporalidad? ¿O se repite el contexto social?
-A las letras las hago yo, y la verdad que casi nunca pienso en un tema puntual para componer. Las cosas me van fluyendo y me gusta que sea así. No me fuerzo a escribir algo porque sí. Hay veces que la inspiración tarda en llegar, y otras en que todo sale muy naturalmente. Generalmente lo que escribo es atemporal, por eso como vos decís: si escuchas las letras de ese disco suenan actuales, a pesar de que fueron escritas hace más de veinte años. También influyen el contexto social y el mío propio, ya que a veces es difícil la realidad que nos rodea.
-Hace un tiempo que preparan un nuevo disco. Al estar repasando este, ¿sienten que va a retomar algo de esa impronta?
-Sí, estamos armándolo, pero cada uno tiene su alma y es diferente al anterior. En cada álbum que hicimos pusimos el corazón y todos tienen su valor. Son como los hijos, los querés a todos por igual. Quizás alguno te dé más satisfacciones, pero el amor es el mismo. Nosotros tratamos también de generar algo siempre, de no estancarnos. Por ejemplo, incorporar cosas nuevas. Si escuchás los trabajos de Sudarshana, ninguno se parece al otro. Pero la decencia, que somos nosotros, siempre está Es la llama que nos mantiene vivos. Queremos que la gente se sorprenda, y creo que el nuevo disco va a hacerlo. Es lo único que puedo decir (se ríe).
Para festejar “La rebelión del corazón”, la banda prepara un show especial en el Teatro Vorterix. Será el sábado 26 de julio, y Pavletic dice que están contentos y expectantes. Además, será el primer concierto en dos años y el debut en el lugar.
“Eso nos tiene muy ilusionados -finaliza-. Queremos que el público nos acompañe para generar la energía que se vive en los shows de Sudarshana. Vamos a tocarlo completo, además de algunos temas de otros discos. Promete ser una noche inolvidable y queremos que estén ahí. ¡Está naciendo ‘La rebelión del corazón!”.