En menos de ocho días, dos personas jóvenes en situación de calle fallecieron en Mar del Plata. Como (des)informan casi siempre, “por causas de salud que se desconocen”, y pese a la violencia sistemática de la Patrulla Municipal del intendente Guillermo Montenegro contra personas que viven, trabajan o duermen en las calles de esa ciudad. Entre 400 y 500 personas, según el Segundo censo popular de organizaciones locales. En ese contexto deshumanizante, la diputada Natalia Zaracho, de Unión por la Patria (UxP), presentó el Proyecto de ley nacional de emergencia para la protección de personas y familias en situación de calle, donde exige que “el Estado nacional garantice refugio, comida, atención en salud y protección social para quienes viven en la calle”, además de penalizar la discriminación por causas sociales.
Acompañada por referentes sociales y de derechos humanos, Zaracho cuestionó el desprecio visible del intendente de Mar del Plata hacia esa franja vulnerada, y la gestión de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. “Montenegro vive más en San Isidro que acá, y está rogándole a Javier Milei que lo ponga con un cargo en el Ministerio de Justicia”, sostuvo, y agregó que “tenemos una ministra de Capital Humano que está blindada. No sabemos dónde anda, si trabaja, mientras está sentada sobre los alimentos y las frazadas para la gente en situación de calle”.
La iniciativa propone un relevamiento nacional oficial de personas en situación de calle, ya que “la falta de información y números fehacientes sobre la cantidad de personas en esta situación es alarmante”, advierte en sus fundamentos. Y urge a la implementación efectiva de la Ley 27.654, de 2021, con políticas de salud, alimentación y creación de paradores. La norma nunca se reglamentó, aunque fue derogada por Milei, “que trasladó la responsabilidad a las provincias, y eso no nos puede volver a pasar”, remarcó la legisladora y trabajadora de la economía popular del Frente Patria Grande.
Por último, plantea la penalización de la discriminación social hacia personas en situación de calle. “El recrudecimiento de la violencia hacia esas personas proviene en parte de los discursos de odio y discriminatorios que algunos medios e incluso referentes políticos promueven en sus redes sociales –detalla el proyecto-, por lo que también se busca prohibir y sancionar todo acto discriminatorio que promueva la persecución u odio por razones de condición social.”
Política de ensañamiento
Durante el primer semestre de 2025 se registraron 63 muertes de personas en situación de calle, según el relevamiento de la Asamblea Popular por los Derechos de las Personas en Situación de Calle y el equipo de Investigación en Psicología Social de la UBA, “Sociabilidades por los Márgenes”. A este capítulo se suma el aumento sostenido en las calles de mujeres y jóvenxs en estado de vulnerabilidad social extrema.
“Las mujeres, los pibes y las pibas en situación de calle son el rostro más crudo de esta Argentina que duele. Vemos cada vez más familias enteras durmiendo en las veredas. No están ahí por elección, están porque el Estado les da la espalda. Y se las vuelve a dar cuando por decreto rompen la Ley de Calle que se sancionó en 2021”, dijo Zaracho a Las12.
Señaló que “necesitamos políticas públicas que atiendan la emergencia hoy. Es cierto que con los refugios solamente no alcanza, pero en este contexto tenemos claro que debemos luchar para garantizar lo urgente. Plata hay. Que dejen de dársela a sus amigos y que la pongan donde más se necesita”.
La novedad es que el Juzgado de Garantías N° 4 de Mar del Plata, a cargo de Juan Tapia, hizo lugar al hábeas corpus con alcance colectivo que presentó la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), tras una serie de acciones que el organismo inició en febrero, alertada por los hechos de violencia física y psicológica, más la amenaza a la libertad ambulatoria, que comete la Patrulla Municipal contra niñxs, mujeres, adolescentes y varones adultos en situación de calle.
“Estaba en San Martín y Olazabal, y me había puesto a filmar cómo los agentes municipales le pegaban a mi compañera Marimar. Cuando se dieron cuenta de que los estaba filmando, fueron adonde estaba y me llenaron la cara de gas pimienta”, relata Azul, una trabajadora sexual, en el informe de la CPM. “Comencé a golpear las persianas ubicadas en Luro yendo para San Juan. Me puse debajo de una cámara para que quede filmado que me estaban torturando y tirándome gas pimienta.”
Llegó corriendo a la terminal de ómnibus, “porque allí hay mucho policía federal que podrían sacar la cara por mí, porque (en el operativo) no había ningún funcionario policial, eran todos municipales”. A Azul le rompieron su celular, la mantuvieron secuestrada tres horas en el móvil dando vueltas por la plaza Rocha, y finalmente la llevaron a la comisaría. “Con mentiras”, asegura. “Decían que allí me iban a devolver el celular y nunca lo hicieron”. También le retuvieron su DNI temporal extranjero.
No es solo ella la que sufre violencia de los municipales, sino que también la padecen muchas trabajadoras sexuales, expresa el informe. “Dice que a las compañeras les quitan sus documentos y no se los entregan, y que esos documentos les sirven para ir a pedir los tratamientos de VIH o de TBC (…) Dice que les sacan todo, que les llevan la ropa, los perfumes y el maquillaje, que las dejan con lo que tienen puesto. Que lxs cruzan en las camionetas y se llevan los colchones y las ropas ´de todos nosotros´.”
El proyecto legislativo que impulsa la diputada, especifica la obligación de garantizar el cumplimiento de acceso a los derechos y garantías que establece la Ley 27.654, “en particular el acceso a alimentos, lugar seguro para pernoctar, y la atención de la salud integral, con especial atención a niñas, niños y adolescentes, conforme a la Convención de los Derechos del Niñx”.
Zaracho explica que desde las Brigadas Solidarias de la corriente política Argentina Humana, que encabeza Juan Grabois, “organizamos ollas populares, acercamos ropa de abrigo, con donaciones y aportes económicos de la gente que quiere ayudar. En todo el país. Mientras a muchos, sobre todo quienes tienen responsabilidades, pareciera no importarle la vida de los que están en la calle, nosotrxs creemos que hay que salir a ayudar, a tender una mano para reconstruir desde lo más mínimo el tejido social”.