Paul Pogba inicia un capítulo renovado en su carrera profesional tras firmar con el AS Mónaco, decisión que simboliza su verdadera “segunda oportunidad” en el fútbol.
Después de casi dos años apartado de la competición, Pogba busca recuperar su mejor nivel físico, y construir una vida estable y equilibrada en el Principado, dejando atrás uno de los períodos más difíciles de su trayectoria.
Renacimiento profesional y personal en Mónaco
El mediocampista francés de 32 años vuelve a la Ligue 1 motivado por algo más profundo que la gloria deportiva: su bienestar mental y familiar. Tras superar una sanción por dopaje —levantada oficialmente el 11 de marzo— y un intento de extorsión que impactó en su vida personal, Pogba priorizó un entorno que le ofrezca tranquilidad y calidad de vida.
La posibilidad de reinsertarse en un club que valora tanto la experiencia como el talento lo motivó a firmar el 28 de junio un contrato por dos temporadas con el Mónaco. El presidente Dimitri Rybolovlev y el entrenador Adi Hütter encabezaron el proyecto de captación, mostrándole el nuevo camino que lo espera en el Principado.
Una rutina transformada: familia, estabilidad y fútbol
El regreso de Pogba significa mucho más que restablecer su carrera. Según sus propias palabras, vive esta etapa “como un niño que acaba de firmar un contrato profesional por primera vez”, reflejando la emoción y el deseo de reinventarse. Es que el jugador adoptó una rutina menos centrada en la vorágine mediática y más enfocada en su familia.
Su atención se dirige ahora a sus hijos, que lo ven regresar a las canchas, y a su esposa, quien eligió la nueva residencia familiar cerca del Principado. Además, planea alquilar un palco VIP en el estadio Louis-II, reforzando el valor que otorga a compartir estos momentos con sus seres queridos.
Durante la pretemporada, Pogba mostró una actitud modesta y colaboradora. Trabaja en el gimnasio junto con Ansu Fati, siguiendo el programa de rehabilitación diseñado por el club, mientras sus nuevos compañeros destacan su cercanía. “Conectó rápido con todos, especialmente con los más jóvenes”, señaló Adi Hütter.
Pogba reconoce la importancia de tomarse el tiempo adecuado para volver a su máximo nivel y se mantiene alejado del protagonismo, centrado en integrarse al grupo y recuperar su mejor forma física.
En busca del equilibrio y nuevos retos deportivos
El fichaje de Pogba es también una declaración de intenciones: el jugador busca consolidar un estilo de vida estable, mantener una salud mental fuerte y, desde ese equilibrio, aspirar a recuperar un lugar en la selección francesa de cara al Mundial 2026. Con 91 partidos internacionales y 11 goles, tiene como objetivo demostrar que le queda fútbol y liderazgo para devolver al Mónaco el protagonismo en Francia y en Europa.
La influencia de excompañeros como Evra y Mbappé fue clave en su elección, orientado por la calidad de vida y el ambiente seguro para su familia, en contraste con otras opciones de mayores ingresos económicos. La reintegración en la vida profesional incluye la participación voluntaria en campañas de marketing, pero siempre bajo una tónica discreta y enfocada en el trabajo de grupo.
El retorno de Pogba simboliza la resiliencia frente a las adversidades, e inaugura una etapa centrada en el equilibrio entre la vida personal y profesional. Su adaptación y actitud ya contagian al vestuario, y el Mónaco se beneficia de un referente comprometido con el equipo, dispuesto a dejar atrás las dificultades y mirar hacia un futuro cargado de propósito.
