El crecimiento exponencial de Vaca Muerta puso en evidencia una necesidad clave: contar con personal técnico calificado y actualizado para enfrentar los desafíos de una industria que cambia a gran velocidad.
Durante el webinar “Upstream: los desafíos de la industria y el sistema de formación técnica para el desarrollo de Vaca Muerta”, organizado por el IAPG, Ana Catalano, socióloga y especialista en relaciones del trabajo, y Pedro Angulo, gerente de Desarrollo Local y Formación Técnica de Fundación YPF, compartieron un diagnóstico y un plan ambicioso para revertir la situación.
Las nuevas tecnologías aplicadas al petróleo como inteligencia artificial, monitoreo remoto, simuladores industriales y digitalización de yacimientos exigen perfiles técnicos muy distintos a los tradicionales. Sin embargo, según los expositores, el sistema educativo aún arrastra formatos obsoletos que no preparan a los estudiantes para el trabajo real en el shale.
En este sentido, Fundación YPF impulsa una transformación profunda en el modelo de formación técnica, orientada a crear un verdadero puente entre la educación y la operación petrolera. La propuesta contempla desde pasantías en empresas líderes hasta la creación de un nuevo instituto educativo que forme talento de manera práctica, tecnológica y con enfoque en sostenibilidad.
La nueva aula técnica
Uno de los cambios más innovadores del plan es el uso intensivo de simuladores y tecnologías educativas que replican los procesos reales de la industria. Desde 2023, Fundación YPF comenzó a donar equipamiento técnico a escuelas secundarias y terciarias, incluyendo plantas de simulación controladas por PLC, sensores de presión, caudal, temperatura y sistemas automatizados de tratamiento.
“Es fundamental que el estudiante no solo entienda qué se mide, sino cómo se controla y cómo se programa. Esa experiencia concreta, apoyada por docentes y acompañada por la industria, marca la diferencia en la formación”, explicó Angulo.
Además, se están incorporando simuladores industriales del mismo tipo que usan las empresas operadoras para entrenar a su personal, y se proyecta un “pozo escuela” para prácticas específicas de perforación, junto con laboratorios de fractura, mantenimiento, producción y tratamiento. Estas experiencias prácticas buscan reducir el salto entre la teoría escolar y la exigencia del campo.
Más de 600 estudiantes ya realizaron prácticas profesionales en empresas como AESA, Halliburton, Naibors y DLS. “Una cosa es estudiar en el aula y otra es ver una planta operando, con todos los desafíos reales. Esa vivencia cambia el aprendizaje por completo”, sostuvo Angulo.
Perfiles 4.0 y formación modular
Durante el webinar, Catalano subrayó la necesidad de definir con precisión qué tipo de técnicos necesita hoy la industria del shale. A partir de un análisis prospectivo de 113 perfiles clave, ya se validaron junto al INET varios perfiles como operador de planta de tratamiento de crudo, operador de gas, operador de producción de campo y perforación.
El enfoque de Fundación YPF es integral: desde la secundaria técnica hasta niveles terciarios, universitarios y de posgrado. La idea es trabajar con módulos certificados, acumulables, con reconocimiento de créditos y articulación entre niveles, para que cada estudiante tenga un camino formativo con valor laboral inmediato.
Entre los perfiles con mayor proyección destacan: técnicos en perforación y terminación de pozos, electromecánica, química aplicada, higiene y seguridad, automatización, programación de PLC, ciencia de datos y gestión ambiental. También se promueve la formación en logística petrolera, un área clave pero con escasa oferta educativa.
“Hay una desconexión entre lo que ofrece el sistema educativo y lo que necesita la industria. Y eso genera que las empresas terminen ‘canibalizando’ técnicos de otras compañías, incluso de pymes que tardaron años en formarlos”, advirtió Catalano.
Esta situación genera un desequilibrio en las comunidades, donde muchas veces el empleo no llega a la población local, pero sí llegan las subas de precios y alquileres por la migración de trabajadores externos.
Una apuesta para reducir la brecha
Una de las iniciativas más ambiciosas del plan de Fundación YPF es la creación del Instituto de Formación Técnica Vaca Muerta, con sede en Neuquén y Río Negro. Esta nueva institución formará parte de un ecosistema educativo-industrial destinado a acompañar el crecimiento de la operación no convencional.
El Instituto ya trabaja con empresas como TotalEnergies, AESA, Schlumberger, Backer Hughes y DLS. Se está elaborando un caso de negocio para definir la inversión inicial, el alcance del proyecto y sus objetivos estratégicos. Su foco será el tramo final de formación con estudiantes en prácticas y los primeros años de inserción laboral.
“El objetivo es claro: llevar la tecnología de la industria al aula y a los alumnos a la operación. Queremos acortar la brecha entre el egreso educativo y la incorporación a un equipo de trabajo real”, afirmó Angulo.
El plan trianual ya comprometió una inversión de 5,5 millones de dólares e involucra a 31 instituciones técnicas entre Neuquén y Río Negro. También se establecieron metas concretas: formar a más de 500 docentes con estrategias semipresenciales, dotar a las escuelas de equipamiento de última generación, diseñar nuevos marcos de referencia para los perfiles laborales y ampliar la cantidad de estudiantes con prácticas profesionalizantes.El concepto central del programa es crear una comunidad de aprendizaje que integre al sector privado, las instituciones educativas, los sindicatos y los gobiernos. Esa alianza multisectorial es, según los especialistas, la única forma de garantizar que la formación técnica sea pertinente, de calidad y con impacto directo en el desarrollo sostenible de Vaca Muerta.
El futuro el nuevo Instituto Vaca Muerta
El Instituto de Formación Técnica Vaca Muerta será el eje educativo de una estrategia de alto impacto. Con sedes en Neuquén y Río Negro, su objetivo es reducir la brecha entre educación e industria formando operadores, técnicos y especialistas para el desarrollo del shale.
Contará con simuladores, talleres, laboratorios y un campus virtual, y ofrecerá prácticas reales en empresas líderes. Se pondrá foco en perfiles como operadores de perforación, mantenimiento, producción, seguridad operativa y monitoreo digital.
Impulsado por Fundación YPF junto a gobiernos provinciales, el Instituto se enmarca en un plan trianual con una inversión de USD 5,5 millones y la participación de empresas como Halliburton, AESA, Schlumberger, TotalEnergies y DLS. La propuesta es clara: formar talento con tecnología, prácticas reales y visión ambiental para el desarrollo sostenible de Vaca Muerta.