El edificio donde comenzó la tragedia

Gritos, el portero eléctrico del edificio completamente roto, un mensaje escrito en la calle y puñaladas. Esos son algunos de los detalles detrás del confuso episodio ocurrido esta madrugada en el barrio porteño de Belgrano, donde un hombre de 33 años fue encontrado sin vida sobre la avenida Cabildo y junto a él, su novia, la única detenida por el caso.

Fuentes policiales indicaron a Infobae que la víctima fue hallada en la esquina con la calle Roosevelt. Sin embargo, de acuerdo con los primeros datos de la investigación, esa intersección es apenas el último lugar de una historia que comenzó a unas dos cuadras de allí y hace ya varios meses.

La mujer detenida, de 40 años, declaró ante la Policía que ambos se encontraban en su departamento, situado en Rivera y Ciudad de La Paz, y que tras una discusión, el hombre se ocasionó a sí mismo las lesiones con el cuchillo en distintas zonas del cuerpo. Luego descendió hacia la calle, donde finalmente cayó inconsciente.

Tenían problemas de pareja y de consumo de drogas”, señalaron fuentes del caso a este medio, quienes indicaron que “el cuerpo presentó heridas punzocortadas en tórax, abdomen y muslo derecho, compatibles con heridas por arma blanca”.

En ese sentido, revelaron que por los datos que hay por el momento, el hecho es confuso. Es que -sostienen los investigadores- “las lesiones que presenta son compatibles tanto como para ser autoinfligidas, como para ser recibidas por un agresor“. Además, había manchas de sangre en la puerta de entrada del edificio.

Junto al cadáver encontraron un cuchillo marca tramontina y una gubia acanalada. No hay lesiones de defensa y se espera el resultado definitivo de la autopsia.

Tras la conmoción por la misteriosa muerte, algunos vecinos de la sospechosa contaron algunos detalles de la historia de la pareja. Todos coincidieron en que se trataba de una relación tóxica, marcada por la violencia, los golpes y el consumo de drogas.

La esquina donde hallaron el cadáver

De acuerdo con lo que relataron en distintos canales de televisión, los escándalos generados entre ambos era algo prácticamente cotidiano. Según dijo un testigo, la dueña del departamento era la mujer que hoy está detenida y que su pareja, el hombre de 33 años, iba asiduamente a visitarla, aunque casi siempre en medio de peleas a los gritos que alteraban la tranquilidad del barrio.

“Acá vive una chica, a quien la madre le había dejado la casa. Tenía problemas de adicción y tenía un novio que venía a gritarle ‘abrime, abrime’. Se cagaban a palos. Era una relación amor-odio. Todo muy tóxico. Era insoportable. Hace un mes y medio se agarraron a palos. El pibe iba y venía”, dijo un vecino que vive a una cuadra del edificio.

Según dijo, muchas veces el hombre gritaba desde la calle en plena noche para que le abriera la puerta. De hecho, de acuerdo con lo que reflejaron varios canales de televisión, frente al edificio, sobre el asfalto, hay un escrito con letras blancas que dice “Magui, te amo”.

El mismo mensaje también fue hecho, aparentemente por el hombre muerto, en otro edificio. Detalles que dan cuenta del tipo de relación que tenía la pareja y que haría suponer que todo sucedió en el marco de una discusión. Resta saber si las heridas efectivamente fueron autoinfligidas o si la mujer es quien cometió el crimen. Venía la policía cada dos por tres”, agregó el vecino.

“Tengo el departamento a la calle y los escuchaba siempre gritar”, agregó. Por último, el vecino dijo estar sorprendido por el trágico desenlace: “Que lo haya matado a él es fuerte, pero siempre había problemas entre ellos”.

“Era una relación tóxica de hace años. Hay un problema de salud mental”, dijo Jorgelina, otra vecina que reside en el edificio, en diálogo con Telefe. “Es una situación que se veía venir. La vi revolviendo basura, la quise ayudar. Otros vecinos hicieron denuncias. La Policía los conocía y sabían de ellos. Esta madrugada no escuché nada porque cambiamos una ventana por los ruidos que había. Mi marido escuchó lo de siempre. Él pidiéndole que le abra. ‘Magui, Magui’, le gritaba.

Personal de la Policía de la Ciudad en la escena del hallazgo

“Hace unos meses ella gritó ‘me va a tirar’ pero después ella salió a perseguirlo con la campera en la mano”, agregó la vecina. “A ella siempre la veían en la calle y nunca se metió conmigo. Los dos tenían problemas de adicción y te dabas cuenta por la higiene que mostraban”, indicó.

El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº14, a cargo del juez Edmundo Rabbione, y la Secretaría 143, dispusieron la detención de la mujer y encomendaron las tareas periciales a la Unidad Criminalística Móvil.