Harry, un perro de nueve años que formaba parte de la vida cotidiana de una familia en Villa General Belgrano, Córdoba, fue asesinado de un disparo frente a la vivienda donde vivía con su dueña, una niña de nueve años con epilepsia. La madre de la menor denunció que el autor fue un vecino del barrio cerrado Los Molles, quien, según su relato, no solo habría matado al animal, sino que también amenazó a ella, a su esposo y a su hermano con un arma de fuego.
El hecho ocurrió el jueves 26 de junio por la tarde. Marta Valdivieso, madre de tres hijas, contó en redes sociales que el perro se escapó alrededor de las 17:30 y que, tras regresar a casa por la noche, salieron a buscarlo con sus hijas. El frío era intenso, pero la urgencia por encontrarlo era mayor. Lo llamaron por horas, recorrieron las inmediaciones y no tuvieron respuestas.
“Volvimos de noche, estaba helado y salí con mis hijas llamándolo, y nada”, escribió. Al día siguiente, el viernes 27, retomaron la búsqueda. Pero lo que encontraron no fue el alivio esperado. “Ahí estaba mi perro tirado en un arbusto con un tiro en el corazón”, detalló. El cuerpo yacía del otro lado de la calle, frente a su casa.
Según Valdivieso, el disparo no fue producto del azar. “No fue un tiro al azar, sino de alguien que sabía muy bien lo que estaba haciendo”, indicó. La publicación asegura que el autor del disparo sabía que ellas estaban buscándolo desesperadamente la noche anterior, y aun así dejó el cuerpo en ese mismo lugar.
“Hace nueve meses que vivo en este barrio y, sin saberlo, teníamos al frente de casa un canicida”, expresó. El episodio desencadenó una situación de extrema tensión. De acuerdo al testimonio de Valdivieso, cuando se enfrentaron con el presunto agresor, este admitió su responsabilidad: “Cuando acepto que fue él, nos decía ‘yo lo bajé, ¡yo lo bajé!’”.
La mujer aseguró que el hombre, armado, los amenazó. “Nos desafió con un arma en la cintura y nos hacía gestos como que la iba a usar”, afirmó. En ese momento, gritó para que su esposo se alejara y advirtió que un familiar del acusado presenció la situación sin intervenir.
Harry no era una simple mascota para la familia. Era el compañero emocional de la hija menor, quien convive con episodios de epilepsia. Dormían juntos para que la niña se sintiera segura y, según contó Marta, cada mañana el perro subía al auto a despedirlas antes de ir al colegio. “Para vos fue un perro, pero para nosotros no”, escribió.
La madre relató también que tras el crimen y las amenazas, su familia comenzó a vivir con miedo. “Ahora mis hijas tienen miedo de jugar en el patio o andar en bici”, explicó. Las noches cambiaron: duermen todos juntos en una habitación y activan la alarma por temor a represalias. “Vivo en un barrio cerrado por seguridad, pero ahora tenemos que dormir los cinco en una habitación”.
Además, denunció que, aunque fue secuestrada una de las armas, no se revisó el resto de la vivienda ni los vehículos del sospechoso. “Nadie revisó al familiar cuando salió en bici con una mochila, nadie revisó los autos”, advirtió. Aseguró también que desde una ventana el hombre los observa, lo que incrementa su sensación de vulnerabilidad. “¿Quién me asegura que el individuo no va a volver? Tenemos miedo”, insistió.
El caso tomó estado público tras la publicación que hizo Valdivieso en Instagram, donde detalló cada paso de la secuencia que derivó en la muerte del animal y en la denuncia penal por amenazas. El texto se viralizó rápidamente.
Según declaraciones del padre a El Doce, el hombre acusado habría argumentado que mató al perro porque este había orinado su auto. En esa entrevista, Germán, pareja de Marta, agregó: “El perro fue comprado para mi hija, lo buscamos porque es una de las características de la raza Jack Russell”, y explicó la importancia de su vínculo con la menor.
Actualmente, el hecho se encuentra judicializado. El presunto autor fue imputado en el Tribunal de Río Tercero, bajo la intervención del juez Carvallo, según confirmó la familia. El hombre enfrenta cargos no solo por el asesinato del perro, sino también por las amenazas con arma de fuego a distintos miembros del núcleo familiar.
“Harry, te amamos. Nos cambiaste la vida y nunca te vamos a olvidar”, escribió Marta Valdivieso al final de su relato.