Con el reglamento del Senado reñido al máximo, un conglomerado opositor conformado por el kirchnerismo, dos radicales y una legisladora dialoguista se autoconvocaron esta tarde para avanzar, en la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta, con los dictámenes correspondientes a las leyes que mejora las castigadas jubilaciones, que declara la emergencia en discapacidad, y que reactiva la moratoria previsional.
Según este sector, las iniciativas -ya aprobadas por Diputados- quedaron así habilitadas para una sesión especial que se pedirá en las próximas horas para el jueves de la semana que viene, lo que significaría un duro golpe político y fiscal para el Ejecutivo, que adelanta vetos ante futuras sanciones.
La ola opositora comenzó anteayer, cuando se aceleró la firma de despachos correspondientes a la mejora de jubilaciones y la moratoria en la comisión de Trabajo. En un principio no habían conseguido las firmas mínimas, algo que sí ocurrió durante la tarde de la corriente jornada. La emergencia en discapacidad lo obtuvo este mediodía en la de Población y fue revalidado horas después en la auto convocatoria de Presupuesto y Hacienda.
El problema con esta comisión es que es presidida por el jefe libertario en la Cámara alta, Ezequiel Atauche. Como varios opositores reclamaron una reunión que nunca fue habilitada -forma parte del debate de los tres proyectos en análisis-, la imposibilidad de un plenario derivó en lo ocurrido esta tarde para saldar un asunto que, desde este momento, ingresó en un sinfín de interpretaciones y acusaciones por incumplir con el reglamento del Senado. El convite estuvo manejado por el vice, el puntano Fernando Salino.
La ley previsional que avalaron diversos opositores en Diputados -algunos macristas se abstuvieron- implica un aumento real para todas las jubilaciones y pensiones del 7,2% -excepto los regímenes especiales- y un incremento para el bono, que pasaría de $70 mil a $110 mil y se actualizaría por inflación. Con menos votos fue aprobada en la Cámara baja la restitución por dos años de la moratoria, el sistema que permitía que las personas sin los 30 años de aportes pudieran comprar los saldos faltantes para acceder al haber mínimo.
En tanto, la emergencia en discapacidad sería hasta el 31 de diciembre de 2027, es decir, pasado el final del Gobierno libertario, y reformula las pensiones no contributivas y actualiza aranceles, así como compensaciones económicas, entre otras otras.
¿Por qué el reglamento fue estirado al máximo? Más allá de la pésima jugada de la Casa Rosada de evitar el debate y también quedarse con el relato y los insultos hacia cualquiera que se cruce en su camino -todas las advertencias que salieron desde la Cámara alta no fueron oídas, como suele pasar en el Ejecutivo-, los opositores kirchneristas y radicales como Martín Lousteau y Pablo Blanco, más la porteña Guadalupe Tagliaferri -referenciada en Horacio Rodríguez Larreta– exigieron un plenario de las comisiones intervinientes en plenaria con la de Presupuesto y Hacienda.
El primer inconveniente es que lo consumado esta tarde no fue una reunión conjunta, sino de una comisión. Es decir, los dictámenes tienen ya las firmas necesarias, pero nunca lo hicieron en la plenaria que todos los opositores relacionados con este tema demandaron. Ni siquiera en esto pudieron ordenarse los más pícaros. Si llegaron a hacerlo el martes en la de Trabajo y horas atrás en la de Presupuesto, ¿por qué no estuvieron todos juntos y presentes hoy?
La innovación vino por el lado de imitar a Diputados -Cámara circense y siempre defenestrada por el Senado, aunque comienzan a asemejarse con velocidad- e inventar la posibilidad de rubricar despachos sin necesidad de plenario. Es decir, cada comisión de manera individual. Toda una novedad.
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