El Hospital Italiano de Rosario es uno de los centros médicos involucrados en la investigación por las muertes vinculadas al suministro de fentanilo contaminado, que ya se cobró 53 víctimas en todo el país. Ante la tragedia, las autoridades de la institución sanitaria le solicitaron a la Justicia ser considerados querellantes en la causa, por el fallecimiento de dos pacientes.
Ignacio Moreno, director del hospital privado, habló sobre los fallecimientos sospechosos relacionados con la administración del fármaco, y confirmó que debió dar explicaciones a las familias afectadas. “Desde que recibimos la alarma de Nación, accionamos inmediatamente para tomar las medidas necesarias y salvaguardar la salud de nuestros pacientes. Desde ahí, con transparencia absoluta, dimos información a los familiares, pacientes y entidades que nos demandaron datos”, sostuvo, en declaraciones radiales.
La advertencia fue emitida por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat). Tras recibir la notificación, el hospital solicitó información a la droguería proveedora y anunció su intención de presentarse como querellante en la causa que lleva adelante el Juzgado Federal de La Plata, bajo la dirección del juez Ernesto Kreplak.
“Inicialmente, tomamos una actitud para dejar asentada esta irregularidad que, al menos en mi experiencia, no nos había pasado. Después avanzamos acompañando las investigaciones nacionales”, precisó Moreno, en diálogo con Cadena 3.
Y agregó: “No conozco casos similares, por eso nos parece importante hacer una buena investigación para reevaluar todos los procesos que se realizan desde los laboratorios hasta los hospitales”.
La crisis sanitaria por el fentanilo contaminado alcanzó una magnitud nacional. Según los informes epidemiológicos y judiciales, cerca de 300.000 ampollas adulteradas distribuidas por el laboratorio HLB Pharma se repartieron en redes de hospitales y droguerías, generando un riesgo masivo para miles de pacientes.
El suministro de las ampollas de “Fentanilo HLB 0,05 mg/ml por 5 ml” tiene a Santa Fe como la provincia con más decesos sospechosos, con 34 fallecimientos atribuidos hasta ahora al incidente.
El Hospital Italiano de Rosario aparece en la documentación judicial. La institución está dividida en dos sedes: la histórica, ubicada en la zona sur de la ciudad, y la más reciente, situada en el macrocentro. Ambas instalaciones forman parte del grupo sanitario liderado por el empresario Carlos Tita, quien también es dueño del Sanatorio Diagnóstico de Santa Fe, institución que notificó otro fallecimiento bajo investigación.
El directivo también precisó que, apenas detectaron la anomalía, la institución dejó constancia oficial del hecho y avanzó en sintonía con las pesquisas nacionales.
El Hospital Italiano de Rosario posee una capacidad operativa de aproximadamente 2.500 internaciones mensuales y atiende a cientos de pacientes ambulatorios cada mes. Según los registros, una fracción considerable de esta población estuvo en riesgo de ser expuesta a las partidas contaminadas de fentanilo antes de que la Anmat declarara la alarma.
El hospital afirmó que compró el fentanilo de HLB Pharma de acuerdo a las condiciones habituales del mercado, aunque reconoció que, por antecedentes negativos, otras instituciones de la ciudad evitaron adquirir productos de dicha firma.
La crisis alcanzó a nueve centros de salud santafesinos. El listado incluye el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez de Rosario (municipal), el Hospital Provincial de Rosario y el José María Cullen de la ciudad de Santa Fe (ambos provinciales), además de seis entidades privadas. Entre ellas figuran las sucursales del mismo grupo propietario del Hospital Italiano de Rosario y del Sanatorio Diagnóstico de Santa Fe, que prevén presentarse como querellantes en el proceso penal.
El resto de los privados implicados corresponde al Grupo Oroño, que administra el Sanatorio Parque, el Instituto Cardiovascular Rosario (ICR) y el Sanatorio de Niños.
El caso del fentanilo contaminado en Argentina involucra también al laboratorio Apolo, propiedad de los mismos dueños de HLB Pharma y escenario de una explosión ocurrida en 2016 en la zona de Alem al 2900, en Rosario.
Por el momento, tanto la Municipalidad de Rosario como el Ministerio de Salud de Santa Fe evalúan -sin definir aún la hoja de ruta- avanzar con posibles reclamos judiciales.
En el juzgado platense de Ernesto Kreplak reina el hermetismo y las actividades que preceden a las imputaciones y cargos que pesarán sobre los responsables de las droguerías. Una de las tareas es terminar de analizar 150 expedientes de los 267. De ese total, 117 son específicamente por “desvío de calidad” en la producción de medicamentos e insumos médicos que dieron lugar a 133 “alertas” de distinto tenor y gravedad.