LONDRES (AP) — John McEnroe, reconocido por su famosa frase “¡No puedes estar hablando en serio!” en discusiones sobre decisiones arbitrales, apoya la reciente decisión de Wimbledon, que optó por tecnología en lugar de intervención humana para determinar si una pelota cae dentro o fuera.
Desde el inicio del torneo de Grand Slam más antiguo, los jueces de línea no estuvieron presentes en los partidos del All England Club. Un sistema electrónico se encargó de las decisiones, utilizando voces grabadas para anunciar cuando un tiro se consideraba fuera.
“De alguna manera, tanto los jugadores como los aficionados extrañan esa interacción, pero al mismo tiempo… si es preciso, creo que es genial, porque al menos sabes que estás recibiendo la decisión correcta”, expresó McEnroe, quien se coronó tres veces campeón de Wimbledon y este año trabaja como analista de televisión para ESPN y la BBC.
El nuevo sistema alinea a Wimbledon con la mayoría de los torneos de tenis de élite, aunque el Abierto de Francia sigue manteniendo a los jueces de línea. Según los jugadores, la premiere del sistema el lunes funcionó sin inconvenientes.
El estadounidense Frances Tiafoe, 12do cabeza de serie, comentó que no notó la ausencia de jueces de línea durante su victoria en la primera ronda. Sin embargo, sí se dio cuenta cuando el juez de silla no prestó atención en un momento, tomando su teléfono para hacer una llamada y solicitar más toallas en el día más caluroso registrado del torneo.
“Eso realmente te saca del juego”, dijo Tiafoe sobre la distracción del oficial. “Aparte de solo anunciar el marcador y las violaciones de tiempo”.
La número uno mundial, Aryna Sabalenka, valoró que el cambio a las llamadas electrónicas elimina la necesidad de cuestionar si impugnar una decisión. Desde 2007, los jugadores podían solicitar una repetición en video para verificar la corrección de una decisión.
“Si tienes jueces de línea, siempre estás pensando, como, ‘¿Debería desafiar o no?’”, explicó. “Es mucha duda en tu cabeza”.
Cam Norrie resaltó que ya no hay motivo para enfadarse por lo que se percibe como una decisión errónea, al igual que McEnroe y otros en el pasado.
“Para ser honesto, es bueno. Sigues adelante. No hay manera de enojarse con nadie por una llamada o por lo que ocurra en el punto”, dijo Norrie, quien ganó el lunes. “Las llamadas son claras. Dentro, fuera, y lo escuchas. No hay error”.
Sin embargo, Norrie también advirtió sobre la pérdida de empleo para algunos de los 275 jueces de línea que el torneo utilizaba anteriormente.
La decisión tomada por Wimbledon refleja su esfuerzo por equilibrar herencia con innovación. “Para nosotros, era el momento de hacer ese cambio”, añadió Sally Bolton, CEO del All England Club. “No es un ejercicio para ahorrar dinero. Se trata de evolucionar el torneo y asegurarnos de que estamos proporcionando la llamada de línea más efectiva posible”.
El francés Adrian Mannarino, quien participó del torneo, apreció la inclusión de lo que llamó “una máquina”. “No puedes quejarte contra la máquina”, indicó. A pesar de cierto desafío para identificar qué anuncios grabados correspondían a su partido, Mannarino consideró que, en general, el sistema es positivo.