Red Bull presentará mejoras este fin de semana y Max Verstappen espera poder tener más herramientas para pelear con los corredores de McLaren (REUTERS/Jennifer Gauthier)

El equipo Red Bull afronta el Gran Premio de Austria de Fórmula 1 con una serie de actualizaciones técnicas en su monoplaza, el RB21, en un intento decidido por revertir la desventaja de 43 puntos que separa a Max Verstappen del líder del campeonato, Oscar Piastri, al inicio de la undécima fecha de la temporada, que se desarrollará en el circuito del equipo austriaco, el Red Bull Ring.

La escudería con sede en Milton Keynes se encuentra en una encrucijada técnica y deportiva. El rendimiento del RB21 generó preocupación dentro del equipo, ya que el monoplaza mostró un comportamiento difícil de manejar en pista. A pesar de estas dificultades, Verstappen consiguió mantener a Red Bull en la lucha por el campeonato, sumando 155 de los 162 puntos que ostenta el equipo en el Mundial de Constructores. Este dato subraya la dependencia de la escudería respecto al talento del piloto neerlandés, quien logró dos victorias en lo que va de temporada, en los Grandes Premios de Japón y Emilia Romaña.

La dirección técnica de Red Bull decidió implementar un paquete de actualizaciones en el GP de Austria, con la intención de mejorar el rendimiento del RB21. Estas modificaciones no serán definitivas, ya que el equipo planea introducir una versión refinada de las mismas en la siguiente cita del calendario, en Silverstone. El objetivo es claro: reducir la brecha con el líder y mantener vivas las aspiraciones de un quinto título consecutivo para Verstappen.

Lando Norris, Oscar Piastri y Max Verstappen en uno de los podios de este año (REUTERS/Juan Medina)

Helmut Marko, asesor deportivo de Red Bull, ha sido explícito respecto a las expectativas y los límites de este proceso de desarrollo. En declaraciones al medio austríaco Kleine Zeitung, Marko afirmó: “Recibiremos una actualización para Austria, que luego será refinada de nuevo para Silverstone. Si eso tampoco funciona, entonces será difícil luchar por el campeonato del mundo. Y no es que ya no sea en este momento lo suficientemente difícil”.

El futuro del RB21 depende en gran medida de los resultados que se obtengan en las próximas dos carreras. Si las actualizaciones no logran el impacto esperado, la escudería podría optar por abandonar el desarrollo del monoplaza actual y enfocar todos sus recursos en el proyecto de 2026. Esta decisión no solo responde a la necesidad de adaptarse a los cambios reglamentarios que entrarán en vigor esa temporada, sino también a la obligación de desarrollar un nuevo motor propio, tras la finalización de la colaboración con Honda. El desarrollo del nuevo impulsor se realiza en asociación con Ford, lo que añade un nivel adicional de complejidad y desafío técnico para el equipo.

Marko profundizó en la estrategia de gestión de recursos y desarrollo dentro de la escudería: “Hay una división precisa de cómo se usan el túnel de viento y todas las herramientas, pero en algún momento, la gente dirá: ‘Esto es todo en cuanto a desarrollo’. Por dos razones: el tiempo y el límite presupuestario. Así que la pregunta es: ¿dónde gastas tus recursos? Supongo que después de Silverstone o Spa-Francorchamps, a más tardar, se tomará la decisión de centrarse totalmente en el coche nuevo”.

Max Verstappen en pista en medio de sus dos máximos rivales, Oscar Piastri y Lando Norris (Peter Casey-Imagn Images)

El comportamiento del RB21 fue motivo de análisis y preocupación desde hace dos temporadas. El monoplaza presenta una tendencia a saltar en los pianos, lo que afecta la estabilidad y el rendimiento en curvas. Además, sufre de subviraje al entrar en las curvas y sobreviraje al salir, problemas que se originan en el tren trasero del vehículo. Estas características dificultaron la tarea de los ingenieros y exigieron al máximo las habilidades de Verstappen, quien debió compensar las deficiencias del coche con su destreza al volante.

La situación se complica aún más por el calendario de la F1. El receso por el verano boreal, que comenzará después del Gran Premio de Hungría el 3 de agosto, marca una fecha límite para que Red Bull evalúe sus posibilidades reales de luchar por el campeonato. Hasta ese momento, el equipo deberá decidir si persiste en el desarrollo del RB21 o si redirige sus esfuerzos hacia el proyecto de 2026, que implicará la creación de un nuevo chasis y un motor completamente diferente.

El equipo confía en que las actualizaciones previstas para Austria y Silverstone proporcionen el impulso necesario para revertir la tendencia negativa y mantener vivas las esperanzas de un quinto campeonato consecutivo para su piloto estrella.