NUEVA YORK (AP) — Parker McCollum, originario de un pequeño pueblo en Texas, alcanzó el estrellato en la música country tras ganar múltiples premios, incluido un par de galardones de la Academia de Música Country y un sencillo certificado platino. Ahora, a los 33 años, busca nuevos horizontes con su quinto trabajo discográfico, un álbum auto-titulado que se lanzará el viernes.

“Este disco es el más enfocado que he hecho”, afirma McCollum, quien expresa confianza plena en su nuevo proyecto. Sin embargo, el camino no fue sencillo: inicialmente, grabó la mitad de un álbum con su productor habitual, Jon Randall, pero el resultado no lo convenció. “Sentía que debía salir de mi zona de confort”, sostiene.

Decidido a experimentar, McCollum viajó a Nueva York y colaboró con el productor Frank Liddell, reconocido por su trabajo con artistas como Miranda Lambert y Chris Knight. La grabación del álbum finalizó en solo una semana, un proceso que describe como sorprendente y un poco loco.

McCollum llegó con la mayoría de las canciones ya escritas, algunas desde su adolescencia, como “Permanent Headphones”. En el estudio, la dinámica se volvió intensa: grabaron varias canciones por día, impulsados por la energía de Nueva York y la capacidad de Liddell para extraer lo mejor de McCollum.

“Siempre había soñado que grabaría discos en Nueva York, como en una película. Finalmente decidí hacerlo”, reflexiona McCollum sobre su experiencia en la ciudad.

El álbum abarca una variedad de sonidos, desde la balada lenta inspirada en John Mayer, “New York Is On Fire”, hasta temas más tradicionales como “Solid Country Gold” y “What Kinda Man”. También incluye una versión del clásico folk “Good Time Charlie’s Got The Blues”, colaborando con el cantante texano Cody Johnson, una canción que McCollum había querido grabar durante mucho tiempo.

A pesar de que el primer tema grabado con Liddell, “My Blue”, presentó complicaciones iniciales, McCollum considera que todo el proceso valió la pena, a pesar de los desafíos emocionales que enfrentó durante la grabación.

El artista admite su lucha por encasillarse en un solo género. “Siempre quise ser un cantante country, pero a veces siento que lo que hago no suena estrictamente a country. Tal vez esos límites no son tan importantes como soltarme y crear música que realmente sienta”.

El disco destaca la profunda conexión que McCollum ha establecido con sus seguidores desde su debut, y continúa su búsqueda constante de crear canciones que resuenen emocionalmente.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con asistencia de inteligencia artificial generativa.