A casi 10 años de la trágica fiesta electrónica realizada en el complejo Punta Stage de Arroyo Seco, en Rosario, donde fallecieron dos personas por consumo de estupefacientes, este miércoles la Justicia condenó a uno de los empresarios que organizaron el evento. El resto de los acusados fueron absueltos.
Se trata de Alan Van Brook, a quien el Tribunal Oral Federal Nº 3 de Rosario le dictó una condena de 4 años y 6 meses de prisión efectiva por facilitar el complejo para la venta de estupefacientes, tras la muerte de dos asistentes al evento por consumo de drogas.
Según informó El Tres, la sentencia se dictó tras una investigación que determinó que Giuliana Maldován, de 20 años, y Lucas Liveratore, de 34, fallecieron como consecuencia de la ingesta de drogas sintéticas durante la fiesta celebrada la noche del 31 de diciembre de 2016, la cual tenía el nombre de “Sasha New Year Even Party”.
Según la declaración de los médicos, Moldován murió a causa de una “hemorragia digestiva alta y probable intoxicación aguda por consumo de estupefaciente”, tras haber sido trasladada al Hospital Provincial en estado de coma y con signos de sangrado sistémico.
El deceso de Liveratore ocurrió cuando se encontraba en su casa de San Nicolás, Buenos Aires. El joven logró regresar a su ciudad natal, pero sufrió un paro cardiorespitario, debido a una falla aguda de la bomba cardiaca y un edema cerebral producto del sufrimiento cardíaco y un cuadro de deshidratación, murió.
El tribunal, integrado por los jueces Osvaldo Facciano, Eugenio Martínez Ferrero y Eduardo Rodrígues Da Cruz, absolvió al resto de los acusados, entre ellos Nizar Esper, exintendente de Arroyo Seco, así como a Gino Piazzese Scaglia, socio de Van Brook en la firma Live Art Producciones, y a Germán Pablo Dalinger, responsable del predio.
El fiscal Federico Reynares Solari explicó que la Fiscalía había solicitado condenas para los cuatro imputados, aunque consideró positivo el resultado.
“Lo que dijo el Tribunal es que hubo facilitamiento para la venta de estupefacientes en ese predio. (Van Brook) Tenía una conversación con una persona que en otra causa, años después, fue condenada por venta de drogas sintéticas, donde la invitaba a ir a esa fiesta para comercializar”, detalló el fiscal.
En el marco de la misma causa, Esteban Gómez, quien se desempeñaba como encargado operativo del complejo, aceptó un juicio abreviado y recibió una pena de 3 años de prisión de cumplimiento condicional. Esta resolución se sumó a la principal condena dictada contra Van Brook, mientras que los otros acusados quedaron desvinculados de responsabilidad penal.
El Ministerio Público Fiscal señaló que la investigación permitió establecer la existencia de diferentes irregularidades durante el desarrollo del evento, incluyendo deficiencias en la organización, problemas con las autorizaciones municipales y la falta de cumplimiento de la Ley 23.737, que sanciona el narcotráfico.
Entre los problemas detectados, los testimonios recogidos por la Fiscalía destacaron controles de ingreso insuficientes, revisiones parciales, la imposibilidad de adquirir agua mineral en las barras, la existencia de un solo puesto de hidratación en todo el predio, ausencia de ventiladores, exceso de público, un único centro sanitario, escasez de personal de seguridad y falta de agua en los baños.
De hecho, uno de los fiscales a cargo de la investigación en aquel momento, señaló que en el evento “había muchos dealers”. “Lo lamentable es que se vendían con una liviandad absoluta, se vendían estupefacientes como si fueran caramelos”, agregó.
Con esto, el Tribunal consideró que la responsabilidad de Van Brook se sustentó en pruebas como la mencionada conversación y en las condiciones que permitieron la circulación de drogas en el evento
