El 33% de los usuarios de Internet en Argentina fue víctima de algún tipo de ciberataque o fraude en el último año, en un contexto de avance continuo de la digitalización, de adopción masiva de inteligencia artificial y la incorporación progresiva de nuevas herramientas de seguridad, pero marcado también por una creciente sensación de desprotección, según reportó CertiSur, que entrega certificados de seguridad para sitios web.
La desconfianza hacia la protección empresarial se profundizó. Según detalló Néstor Markowicz, director de operaciones de CertiSur “la conciencia sobre la protección crece pero no es suficiente porque muchas personas sufrieron fraudes. Además, todavía sienten desconfianza porque sus empresas no les dan garantías de que están protegiendo sus datos y su privacidad”.
En el mismo comentario, compartido por la agencia de noticias NA, agregó: “Hay una sensación de vulnerabilidad generalizada y las empresas que ofrecemos soluciones de ciberseguridad tenemos la obligación de ayudar en la educación y la transparencia para que esa brecha entre la sensación y la protección sea real”.
De acuerdo con el informe, la preocupación de los usuarios evolucionó en consonancia con el crecimiento de los ataques. Alrededor del 33% de los usuarios encuestados reconoció haber sufrido hackeos o fraudes recientemente, a pesar de que el 98% utiliza algún tipo de herramienta de seguridad.
El 74% de los consultados exige además “mayor inversión en protección de marcas y usuarios”, mientras que el 53% menciona la seguridad como el principal criterio para elegir un método de pago.
El avance de la digitalización se refleja en el hecho de que el 89% de las personas utiliza Internet desde hace más de quince años, y el promedio de dispositivos conectados por hogar alcanza los cinco.
Sin embargo, persisten importantes barreras para completar trámites online, en especial en lo que refiere a la firma digital y los procesos de validación de identidad.
Si bien un 75% identificó lo que es un contrato digital, solamente el 27% de los usuarios generó o recibió uno en el último año. Dentro de ese grupo, más del 80% manifestó inseguridad respecto a su autenticidad o formalidad; muchos tampoco saben cómo verificar la validez de estos documentos ni conocen los mecanismos para presentar un reclamo ante problemas con su reconocimiento.
El 98% de los participantes en el relevamiento conoce o emplea herramientas de seguridad, y se incrementa el uso de métodos como la autenticación multifactor o la biometría. No obstante, solo cuatro de cada diez usuarios confían en que las empresas realmente protegen su información.
La protección de los datos personales aparece como una de las principales deudas pendientes. El 70% de los encuestados expresó preocupación por la cantidad de información sensible que la inteligencia artificial puede llegar a recolectar sobre cada usuario.
Por su parte, el 94% demanda una mayor inversión en tecnologías defensivas orientadas a prevenir amenazas como el phishing o la suplantación de identidad. De las personas que fueron víctimas de un uso no autorizado de sus datos, apenas un 11% obtuvo una solución satisfactoria frente a la situación.
Asimismo, el 70% considera que la IA puede incrementar los peligros de ciberataques, y el 62% no se siente cómodo con sistemas de reconocimiento facial. Esta tensión entre la utilidad de la automatización y la protección de la intimidad representa un nuevo reto para quienes gestionan información sensible.
El informe detalló que la seguridad se erige como nuevo elemento fundamental en la lealtad de los usuarios. Según Armando Carratalá, director de tecnología de CertiSur: “Estos resultados no son sólo un dato, sino también una oportunidad. Antes, las empresas creían que estaban seguras por contar con un antivirus activo. Hoy, saben que deben tener un certificado”.