En el extremo sur de Bariloche se intensificaron los operativos de control como parte de una estrategia de la Policía de Río Negro para tratar de identificar a los delincuentes que, el miércoles a la tarde, sustrajeron de una vivienda 78 armas de fuego y una caja fuerte con dólares, euros y libras.
Los ladrones abordaron una camioneta Renault Oroch que estaba en el mismo predio y la cargaron con las armas y la caja fuerte. El vehículo todavía no aparece. El propietario, amigo de la víctima, dijo que estacionó allí con permiso del dueño de casa, ya que en su vivienda no tiene espacio para dejarlo, aunque vive a más de 10 kilómetros.
El dueño de la Oroch es un ex militar, que cumplió funciones en el ex Registro Nacional de Armas (RENAR), en Bariloche.
La vivienda que fue blanco de los delincuentes está en la periferia de la ciudad cordillerana, en el extremo más alejado del lago Nahuel Huapi, fuera del circuito turístico tradicional.
Es allí donde se focalizan los operativos de saturación para intentar recuperar las armas, y el vehículo.
Los malvivientes, que habrían sido cuatro según registros fílmicos, ingresaron a la vivienda violentando una ventana aunque no sería la primera vez que la visitaban. Al menos alguno de ellos conocía la distribución del hogar y el escondite donde estaba el arsenal.
Un mueble liviano intentaba ocultar la puerta de acceso a esa habitación. Al moverlo un afiche pegado en la puerta, con la imagen de un arma, anunciaba lo que estaba en el interior.
Una cantidad de armas exorbitante de armas y, según estiman los investigadores, más de 500 mil proyectiles de todo tipo, color y calibre.
Ese reducto, en el que había una cama y varios muebles, carecía de medidas de seguridad. Ni alarma ni rejas y menos puerta blindada como, según lo estipula la ley, tendría que tener.
Una familiar del dueño de casa denunció que los delincuentes se llevaron 78 armas de fuego, 32 de ellas cortas – pistolas y revólver- y el resto largas, entre fusiles, carabinas y escopetas. Sin embargo esa cantidad es estimativa. El dueño de las mismas todavía no ratificó la denuncia ante la Justicia, por lo que existen más dudas que certezas.
¿Era él el propietario de las mismas? ¿Estaban todas registradas? ¿Cuántas se llevaron en realidad los delincuentes? Con esas dudas, los investigadores se esfuerzan para intentar recuperarlas, aunque exigen esa información.
El damnificado es propietario de una empresa de turismo, pero su pasión por las armas y por la caza deportiva lo llevó a engrosar el arsenal que almacenaba en una de las habitaciones de su residencia.
Forma parte de una familia reconocida, con amplia trayectoria en el ámbito turístico y social de la ciudad rionegrina.
Los ladrones se llevaron también una caja fuerte con 160 mil dólares, 50 mil euros, 1500 libras y 3 millones de pesos chilenos, aunque pocos hablan del dinero. “En comparación con el arsenal, la plata es lo de menos”, dijeron a Infobae fuentes con acceso a la investigación.
La libre circulación de las armas y el riesgo que significa que estén en manos de delincuentes, genera preocupación.
El Ministerio Público Fiscal trabaja de forma exhaustiva junto a la fuerza policial para obtener resultados.
Al día siguiente de la denuncia, ese organismo ordenó un allanamiento en la vivienda afectada para secuestrar otro arsenal que no fue robado. “Las secuestramos para garantizar su resguardo y custodia”, mencionaron las mismas fuentes, e insistieron en que la vivienda no reúne las condiciones para guardar semejante cantidad de armamento.
La resolución 149 – 2024 de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC) – ex RENAR- establece que, quienes tengan en su poder 50 armas o más, deben guardarlas con estrictas medidas de seguridad, con accesos blindados, candados, alarmas sonoras, cámaras o personal de vigilancia, entre otros recaudos.
Pero sólo un mueble liviano, fácilmente deslizable, era el único recaudo que el damnificado tomó para evitar su posible sustracción.