Las autoridades de Chubut decidieron no otorgar una nueva tobillera a Hugo Severo Torres tras reincidir en la fuga y el daño del dispositivo

El delincuente Hugo Severo Torres, un conocido reincidente de la provincia de Chubut, se fugó por segunda vez este miércoles de su arresto domiciliario en el barrio INTA, de la ciudad de Trelew. En esta oportunidad, su escape estuvo enmarcado en un contexto insólito: el imputado, que acumula más de 18 causas judiciales en su contra, no estaba siendo vigilado ni tenía una tobillera electrónica.

El motivo de la falta de supervisión es que Severo Torres ya había roto el dispositivo cuando huyó del domicilio la primera vez para robar. Cuando fue recapturado, llegó a un acuerdo con la jueza, quien le permitió mantener el arresto en su casa “bajo palabra de honor” de no volver a escaparse. Sin embargo, violó los términos acordados.

Fuentes del gobierno allegadas al caso le confirmaron a Infobae que el delincuente tampoco tenía custodia. En este sentido, manifestaron su disconformidad con la decisión de la jueza que le permitió al ladrón estar en su casa y ratifican su postura de que para ellos el hombre debería estar preso en una cárcel. Que al haber roto la domiciliaria con tobillera por primera vez, no debería continuar con ese beneficio.

Torres, de 30 años, había sido detenido por cometer robos en la localidad de Comodoro Rivadavia. Según fuentes policiales, había usado inhibidores de señales para dos robos de autos. Él y un cómplice fueron aprehendidos cuando se escapaban de la ciudad en remis. Su historial de delitos comienza en 2015.

Esos incidentes condujeron a su arresto en 2024. A raíz de esto, la jueza Lilian Cecilia Bórquez le concedió la prisión domiciliaria en la casa de su madre en Trelew, la cual fue veedora de la entrega de la tobillera electrónica.

Sin embargo, apenas dos semanas después de su confinamiento, Torres dañó el dispositivo y se dio a la fuga. Durante este breve periodo de libertad captada, continuó robando, hasta que un grupo de vecino lo frenó y redujo a los golpes.

A raíz de este incidente, las autoridades del Ministerio de Seguridad de Chubut, dirigidas por Héctor Iturrioz, decidieron no proveerle un nuevo dispositivo, alegando tanto el riesgo de reincidencia como el costo económico para el erario público.

“Luego de su posterior recuperación y análisis, se determinó la inutilización de dicho equipo, producto de la magnitud del daño causado por el infractor de la medida; como consecuencia directa de ello, se redujo la disponibilidad de equipos en la zona”, explicó el Ministerio de Seguridad chubutense en el mensaje al que Infobae tuvo acceso.

El conflicto entre las entidades judiciales y de seguridad pública desató una polémica cuando la jueza Bórquez, disconforme con la falta de acción por parte del ministerio, intentó que Torres quede en libertad en caso de no colocarle una nueva tobillera.

Frente a estas circunstancias, el fiscal Martín Cárcamo solicitó una audiencia de revisión. En ella, se determinó que Torres permanecería bajo arresto domiciliario, con la alternativa de monitorearlo mediante rondines sorpresivos a falta de la tobillera electrónica.

La decisión fue revisada y respaldada por los jueces Martín Cosmaro y José Luis Ennis, en acuerdo con la defensa de Torres liderada por Danilo Sepúlveda.

Según una comunicación procesal de la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia, a la que accedió Infobae, la jueza Bórquez intimó al ministro Iturrioz “a que en el plazo perentorio de 24 horas provea de forma URGENTE la pulsera electrónica al Sr. Hugo Fabián Severo Torres”.

En diálogo con este medio, el ministro mantuvo su decisión firme de no otorgar la tobillera. “Nosotros tenemos disponibilidad de tobilleras, pero este tipo la rompió. Se le dio una, la rompió y ahí lo ponen en prisión preventiva. Al que me rompe la tobillera, no le doy más”, concluyó Iturrioz.

Aparentemente, la decisión que se tomó es que el condenado siga como preso en su domicilio “bajo palabra de honor”. Es decir, una promesa hablada con las autoridades de que no se escaparía. Sin embargo, se escapó de la casa donde cumplía con su arresto en Trelew y ahora es buscado por la Policía.

Simultáneamente, también el miércoles, Leandro Ramón, otro convicto, también escapó de su arresto domiciliario en Trelew. También se quitó la tobillera que le habían dado y se fue de la casa de su novio, donde cumplía con su arresto por el crimen de una jubilada de Puerto Madryn, indicó el medio local ADN Sur.