Parece una paradoja, pero es real: una famosa clínica de San Isidro dedicada a la medicina reproductiva está siendo investigada por la Justicia por, presuntamente, haber dejado infértil a una mujer durante un tratamiento de donación de óvulos.
El establecimiento se llama Fertilis está ubicado en el barrio de Boulogne y es uno de los más conocidos en el Gran Buenos Aires dentro del área de fertilización asistida. De hecho, es la clínica donde la ex primera dama Fabiola Yañez hizo el tratamiento para quedar embarazada cuando estaba en pareja con Alberto Fernández.
Según pregonan a nivel institucional, la misión de este centro es ayudar a aquellas mujeres que tienen dificultades para concebir. Sin embargo, el lugar terminó quedando bajo la lupa de la Justicia por exactamente lo contrario: una presunta mala praxis en una intervención que, como consecuencia, habría hecho que una paciente sin problemas de reproducción perdiera repentinamente su capacidad de quedar embarazada.
El caso, que derivó en una investigación a cargo de la fiscal Carolina Asprella, de la Fiscalía Nº1 de San Isidro, es de una joven de 28 años que donó sus óvulos en la mencionada clínica. Fue entre los años 2019 y 2022.
En concreto, lo que hizo fue extraer sus ovocitos a través de una intervención llamada “punción ovárica” para dárselas de manera anónima a parejas o personas que las necesiten para reproducirse.
La denunciante se hizo el tratamiento cinco veces en total, la primera cuando tenía 23 años. Siempre fue a cambio de una pequeña compensación económica que otorgaba la clínica a las donantes, la cual fue escalando entre los 5 mil y 55 mil pesos, según supo Infobae.
Sin embargo, tres años después, la paciente no puede quedar embarazada. Y por esto, denuncia y responsabiliza a la institución de haberla dejado infértil. Sus argumentos para sostener la acusación se pueden sintetizar en tres puntos: su salud reproductiva antes de empezar a donar, una complicación que tuvo en uno de los tratamientos y el problema que atraviesa actualmente.
Los argumentos
En cuanto a la primera cuestión, la mujer asegura que antes de ser donante, se le hicieron una serie de chequeos médicos que le confirmaron que no tenía problemas de fertilidad. Básicamente, es por eso que podía donar. Estos análisis de rutina los repitió cada una de las cinco veces que se hizo el tratamiento y, según su denuncia, nunca hubo anomalías.
El segundo punto es que durante la última extracción que se hizo sufrió una torción ovárica. Por esta complicación, debió ser trasladada de urgencia al Hospital Central de San Isidro. Un testigo que ya declaró en la causa iniciada a fines de mayo dijo que en el sanatorio municipal debieron hacer hasta lo imposible para salvar sus ovarios, lo que denotaría el mal estado en el que llegó.
Tercero: a tres años del episodio, ahora la denunciante está buscando un bebé. Lleva un año y medio y no puede quedar embaraza. Los médicos a los que consultó le dijeron que tiene un problema de fertilidad. Y la mayor sospecha son los daños que sufrió su sistema reproductivo en los tratamientos de ovodonación.
Según supo Infobae, la joven padeció «diversas heridas producidas a raíz de la obtención de los ovocitos y coágulos internos que terminaron poniendo en peligro no solo su situación hormonal, sino también su propia vida”. Este estado irreversible motivó a que hiciera la denuncia correspondiente y pidiera que se investigue el famoso centro de fertilidad de San Isidro.
La causa contra la clínica es por “lesiones gravísimas, abandono de persona, ejercicio irregular de la medicina y trata de personas con fines reproductivos”. En este contexto, la fiscal Asprella convocó a la División Delitos Contra la Salud Pública de la Policía Federal Argentina (PFA) para realizar las correspondientes tareas investigativas.
Fuentes de la fuerza federal señalaron que los agentes convocados realizaron labores de campo y análisis de la información disponible sobre el lugar, y determinaron que dicho establecimiento “no poseía el equipamiento médico ni tampoco los especialistas para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas y tratamientos de semejantes características”.
Ante este escenario, el Juzgado de Garantías N°1 de San Isidro, a cargo de Ricardo Costa, ordenó el allanamiento sobre la clínica, el cual se hizo en la tarde del martes.
Los policías ingresaron al lugar y secuestraron una gran cantidad de archivos relacionados a la causa, como la historia médica de la denunciante, protocolos quirúrgicos con diferentes fechas, documentación referente a los médicos que atendieron a la mujer, formularios, estudios y manual de procedimientos clínicos en reproducción asistida para donación de gametas.
Ahora, la causa se centra en determinar si la clínica presenta algún tipo de irregularidad o si existió una mala praxis en alguno de los procedimientos a lo que fue sometido la denunciante.
El proceso para donar óvulos
En su denuncia, la víctima dijo que comenzó con el proceso de ovodonación luego de haberse sometido a una serie de chequeos médicos previos que le habían indicado desde la clínica. Entre ellos, análisis de sangre, estudios genéticos, controles ginecológicos y entrevista con un psicólogo.
El tratamiento se hizo tiene varias etapas y comenzó el primer día del ciclo menstrual. Arrancó con la estimulación ovárica a través de inyecciones que la donante suele administrarse en su casa previa indicación de un médico; siguió con una evaluación médica a la donante; y luego con la aplicación de una última inyección que sirve para inducir la ovulación.
Una vez hechos todos estos pasos, llega el tiempo de la punción ovárica: una intervención quirúrgica bajo sedación donde se extraen los ovocitos de los ovarios de la donante. En este escenario es donde la denunciante dice que ocurrió la mala praxis.
La clínica denunciada y ahora investigada aporta en su página web la información sobre el tratamiento. Y detalla específicamente: “El momento en que donas los óvulos dura aproximadamente 20 minutos y es indoloro. Es importante que entiendas que la ovodonación no afectará a tu fertilidad en el futuro”.