La politóloga y ex titular de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires, María Migliore, abordó la problemática del desempleo juvenil en la Argentina y las barreras que enfrentan los jóvenes para acceder a su primer trabajo.
En su columna en Infobae en Vivo, advirtió sobre los cambios que experimentó el mercado laboral en los últimos años: “Hoy, un chico que entra al mercado de trabajo a los 18 años puede cambiar 20 veces a lo largo de su vida”.
La directora de Fundar precisó que, en clases medias y altas, este fenómeno de rotación se explica por una “búsqueda” personal, mientras que se vincula principalmente con una necesidad entre quienes tienen menor nivel educativo.
“El mercado de trabajo está cambiando un montón. Por un lado, está cada vez más fragmentado. Hace unos años, el 3% de la población trabajaba de forma remota, hoy está entre el 20 y el 30″, explicó.
En ese sentido, Migliore señaló que los jóvenes tienen “nuevas expectativas” en relación al empleo. Destacó el auge de la gig economy, un esquema de trabajo basado en tareas temporales o por encargo.
Y agregó: “No solamente trabajás de una sola cosa como era antes, sino que tenés distintas actividades”.
De acuerdo con los datos presentados por la politóloga, en Argentina la tasa de desempleo en jóvenes de entre 18 y 24 años es del 17,2%. Esto es casi 3,6 veces superior al desempleo en adultos de entre 30 y 44 años, que se mantiene en 4,8%.
Este cálculo contempla únicamente a quienes buscan activamente un trabajo y no lo consiguen, y no incluye a aquellos jóvenes que, por ejemplo, optan por dedicarse exclusivamente a estudiar.
La exfuncionaria subrayó que dos de cada tres jóvenes se desempeñan en la informalidad y que uno de cada tres trabaja a través de plataformas digitales, como Uber o Rappi.
“El primer empleo que vos tengas impacta en tu trayectoria laboral futura. ¿Por qué muchos países trabajan la política de primer empleo? Justamente, por eso. Si tenés un trabajo informal, eso marca tu trayectoria», señaló.
En este contexto, analizó diversas políticas que los países pueden implementar para facilitar el acceso al primer empleo. Entre las principales opciones mencionó la capacitación laboral, las pasantías en empresas y los subsidios al primer trabajo, como la posibilidad de que el Estado cubra una parte del salario.
“En Argentina no hay mucha trayectoria en programas que hayan sido exitosos en eso”, opinó. No obstante, destacó la experiencia del Programa Primer Paso, desarrollado en Córdoba, que impulsa la inserción laboral de jóvenes de 16 a 25 años.
Respecto a este tipo de iniciativas, sugirió la articulación con el sector privado para comprender sus demandas actuales y a futuro; promover la integración de jóvenes provenientes de diversos sectores sociales y segmentar las acciones según los diferentes grupos etarios: “No es lo mismo un programa de primer empleo que un programa para una persona de 50 años que necesita reconvertirse”.
Migliore advirtió que la tendencia de la rotación laboral tendrá múltiples consecuencias a nivel social: “Una es la incertidumbre, te acostumbras a vivir en un mundo mucho más incierto en donde proyectar se te hace bastante más difícil”.
Además, aseguró que las desigualdades tenderán a profundizarse, a menos que se haga algo al respecto: “Hay algunas cosas que sí ya las estamos viendo, como las licencias para trabajadores que son independientes, los fondos de desempleo. Creo que en Argentina estamos muy atrasados en esa discusión”.
“La única certeza que tenemos es que estos cambios van a acelerarse. Las preguntas y desafíos que tenemos es cómo generar calificaciones y habilidades para poder adaptarnos de forma constante, y generar sistemas de protección que permitan dar cierta seguridad ante estos cambios”, concluyó.