La muerte de Thiago Correa, el nene de 7 años que falleció en las últimas horas tras ser baleado el pasado miércoles en un hecho de inseguridad en La Matanza, fue el triste final de un episodio dramático. El niño perdió la vida luego de que un proyectil impactara en su cabeza cuando esperaba el colectivo junto a su papá. El que disparó fue un policía federal de 21 años, quien estaba con su mamá y de civil cuando sacó su arma reglamentaria para defenderse de cuatro delincuentes que intentaron asaltarlos. Efectuó 11 disparos, dos mortales: uno mató a un sospechoso de 18 años y el otro le provocó un cuadro de salud irreversible al nene.
El agente, identificado como Facundo Daniel Aguilar Fajardo, está detenido desde entonces. El fiscal a cargo de su causa, Diego Rulli, lo imputó por homicidio en exceso en la legítima defensa. Lo interrogó el viernes a la tarde, cuando Thiago todavía estaba peleando por su vida en el Hospital de Niños de San Justo, a donde lo trasladaron tras el hecho. Sin embargo, con su fallecimiento, el escenario cambió.
La situación del policía federal -que en su tiroteo también alcanzó a lesionar a otros dos sospechosos– ya era compleja desde el principio. Según supo Infobae, para los investigadores nunca hubo dudas de que fue él quien disparó tanto el tiro que terminó matando a uno de los ladrones como la bala que impactó en la cabeza de Thiago. Lo comprobó la trayectoria de los proyectiles.
Quienes están a cargo de la causa consideran desde el inicio de la investigación que el hecho arrancó como un acto legitimado, pero después hubo un exceso. Por eso la acusación.
Sin embargo, la muerte del niño modificó la situación y pasó a ser el foco de la causa. Ahora, el policía volverá a ser indagado por el fiscal, quien aguarda a la autopsia para determinar si le imputará o no el fallecimiento de Thiago.
A partir del resultado del análisis forense, la causa podría ser recaratulada el lunes como homicidio culposo o como simple con dolo eventual.
El viernes a la tarde, también antes de que se conociera la triste noticia del fallecimiento de Thiago, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dio una conferencia de prensa en la que aseguró que los responsables del hecho fueron los cuatro delincuentes que intentaron asaltar al agente y defendió al policía federal al señalar que él actuó en legítima defensa. Por este motivo, pidió un cambio en la carátula de la causa.
“Estos señores delincuentes son los que generaron un hecho que no es una casualidad, es una causalidad: la causa por la que Thiago está en esa condición es porque estos cuatro delincuentes salieron a robarle la vida. Es importante poner las cosas en su lugar. La acción de Facundo es una de legítima defensa. La de los delincuentes es de agresión. Pedimos que la carátula para los delincuentes sea tentativa de homicidio. Esta es la posición de nuestro gobierno nacional», dijo la funcionaria.
Durante la conferencia, Bullrich sostuvo además que el agente estaba preparado para actuar. “El ayudante Facundo Aguilar Fajardo estaba preparado para usar su arma. Nadie que no lo esté después de los cursos de Policía lleva el arma. Está claro que, al haber utilizado el arma y uno de los delincuentes terminó muerto y otros dos heridos, es porque el policía tenía las condiciones concretas de tiro para no dejar que esos delincuentes se fueran impunemente como si nada hubiese pasado”.
El hecho
El episodio fue el miércoles por la noche, alrededor de las 22.30, en la intersección de avenida Crovara y Madrid. Allí, Fabián y su hijo estaban en la parada cuando, según la reconstrucción de los investigadores, un agente de la Policía Federal Argentina fue abordado por cuatro delincuentes armados. En consecuencia, sacó su arma reglamentaria y disparó.
Durante el enfrentamiento, uno de los ladrones, Brandon Corpus Antelo, de 18 años, murió tras recibir un disparo en el cuello. Otros dos, identificados como Uriel Alexis Montenovo y Uriel Emanuel Leiva, ambos de 21 años, terminaron heridos: uno con un impacto en la pierna derecha y el otro en el abdomen, en estado grave. El cuarto asaltante se dio a la fuga.
En la escena del tiroteo, personal de la Policía Científica encontró un revólver calibre .38 sin numeración ni municiones, una vaina servida, un proyectil deformado y rastros de sangre de Thiago a casi 200 metros del lugar donde cayó herido. También fue secuestrada el arma reglamentaria del agente de la PFA.