Fueron muchos años de un padecimiento que no tiene límites para imaginarlo. Un dolor inconmensurable. No sólo para la víctima de los abusos, que sufrió una década de ataques repetidos, sino para sus seres queridos también. Un agujero en el alma que se extendió durante los últimos tres años, luego de que el violador se escapara de la Justicia y se mantuviera en la clandestinidad. La noticia de su captura en las últimas horas no mitiga el pasado, pero alivia la carga. O no.
La Policía Federal Argentina, a través de su División Búsqueda de Prófugos, detuvo en el barrio porteño de Villa Luro a A.C., de 55 años e imputado por el delito de abuso sexual doblemente agravado.
La víctima fue la hija menor de edad de quien era entonces la pareja del ahora detenido, quien al momento de los hechos tenía entre 6 y 16 años.
El arresto se concretó el pasado 4 de junio sobre la calle Víctor Hugo al 1100, cuando los policías lograron interceptar a A.C. en la vía pública. La captura fue resultado de un seguimiento discreto en diferentes franjas horarias durante varios días, tras identificar su posible paradero mediante el cruce de bases de datos públicas y privadas, además de la explotación de redes sociales y vínculos personales.
La operación fue llevada adelante por dos brigadas, integradas por siete agentes, a bordo de dos vehículos no identificables.
La fuga y la captura
Hay que recordar que se encontraba prófugo desde 2022, luego de abandonar las presentaciones periódicas que le habían sido impuestas tras haber accedido al beneficio de excarcelación en el marco de la causa que se seguía en su contra.
La investigación judicial, instruida por el Juzgado de Competencia Integral del Distrito Judicial Norte de Tierra del Fuego, a cargo de José Silvio Pellegrino, reveló que los abusos comenzaron en 2006 y se extendieron durante una década.
La víctima tenía entre 6 y 16 años cuando sufrió las agresiones sexuales en una vivienda de la provincia de Santa Cruz.
Según consta en el parte oficial, tras el fin de la relación entre su madre y Colman, la adolescente decidió contar lo ocurrido a su familia, lo que derivó en la apertura de la causa penal.
Sin embargo, el proceso judicial se vio alterado cuando el imputado dejó de presentarse a firmar y evadió las citaciones judiciales, poco antes de que el expediente fuera elevado a juicio, luego de que se incorporaran nuevas pruebas y testimonios que agravaban su situación.
La fuga del imputado fue demoledora para la víctima y su familia. Este desenlace impulsó una nueva fase de búsqueda y la intervención directa de la Policía Federal, que fue convocada por la justicia de Santa Cruz al detectar que el imputado podría haberse desplazado a Buenos Aires.
Una vez capturado, A.C. fue trasladado a la sede de la División Búsqueda de Prófugos para las diligencias procesales correspondientes. Quedó alojado en la División Alcaldía Madariaga, en condición de detenido comunicado, a la espera de su extradición a la provincia de Santa Cruz, donde deberá enfrentar el proceso judicial por los hechos que se le imputan.
La causa contra A.C. es por abuso sexual agravado y el Juzgado Nacional de Rogatorias, a cargo de Alejandro Litvack, con secretaría de Sebastián Ibañez, intervino en la fase de detención.