La advertencia sobre la existencia de telegramas de despido ya redactados para los residentes del Hospital Garrahan generó un clima de tensión en el centro pediátrico, según declaraciones de integrantes de la Comisión Directiva de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT). En este contexto, la ex diputada nacional Elisa Carrió expresó públicamente su apoyo al personal médico y pidió disculpas en nombre de la sociedad argentina por la crisis que atraviesa la institución.
Carrió utilizó sus redes sociales para manifestar su admiración hacia los médicos del Garrahan y describió el sentimiento de “profunda vergüenza ajena” que le provoca la situación actual del hospital. La ex legisladora de la Coalición Cívica remarcó que su mensaje no tenía fines políticos y recordó que realiza donaciones al hospital desde el año 2001. “Les decimos que los admiramos, los amamos y que sentimos una profunda vergüenza ajena. Que Dios les dé fuerza para seguir adelante. Esto no es un uso político. Dono al Garrahan desde el año 2001”, expresó en su publicación.
El conflicto en el Hospital Garrahan se intensificó cuando las autoridades nacionales y del propio hospital habrían ejercido presión sobre los residentes para que suspendieran las medidas de fuerza previstas. Carolina Goedelman, jefa de clínica de Hematología del Laboratorio Central e integrante de la Comisión Directiva de la APyT, explicó que primero se comunicó a los jefes la intención de contratar médicos pediatras para reemplazar a los residentes en paro. Posteriormente, los residentes recibieron telegramas en los que se advertía que, si no levantaban la protesta, se aplicarían sanciones.
La situación escaló cuando, según relató Goedelman, los telegramas de despido ya estaban preparados y solo restaba enviarlos si los residentes persistían en la medida de fuerza. Ante esta amenaza, los residentes decidieron suspender el paro. Sin embargo, los médicos de planta del hospital ratificaron la continuidad de la protesta, argumentando que no existía ninguna propuesta de aumento salarial por parte del Ejecutivo Nacional y que no se podía resolver el conflicto sin una oferta concreta.
El Hospital Garrahan, uno de los centros pediátricos más reconocidos del país, se encuentra en el centro de la atención pública debido a la crisis que afecta tanto a su personal como a los servicios que presta. Carrió subrayó la importancia de la institución al afirmar que representa “un reaseguro para todos los niños de la Argentina”, y advirtió que la indiferencia ante su situación equivale a complicidad con la crueldad.
La falta de respuesta del Gobierno a los reclamos salariales y laborales del personal médico profundizó el malestar dentro del hospital. La presión ejercida sobre los residentes, sumada a la decisión de los médicos de planta de mantener la medida de fuerza, refleja la gravedad del conflicto y la ausencia de soluciones inmediatas.
La crisis en el Garrahan no solo afecta a los trabajadores, sino que también pone en riesgo la atención de miles de niños que dependen de sus servicios. La intervención de figuras públicas como Elisa Carrió y la visibilización del conflicto en medios nacionales han incrementado la presión sobre las autoridades para encontrar una salida que garantice tanto los derechos del personal como la continuidad de la atención pediátrica de calidad.