El Dia de la Marmota (o Hechizo del Tiempo) es una famosa comedia estadounidense protagonizada por Bill Murray. La película cuenta la historia del meteorólogo Phil Connors (Murray) que, atrapado en un bucle temporal, repite el mismo día, una y otra vez, mientras cubre el tradicional evento del Día de la Marmota en Pensilvania.

Las periódicas crisis cambiarias locales recuerdan al Día de la Marmota. La restricción externa rima con eterna en la Argentina. En pocas palabras, la generación de dólares “genuinos” (exportaciones) no alcanzan a financiar el pago de importaciones, atesoramiento y servicios de la deuda. Esa dinámica presiona al alza del tipo de cambio con los resultados ya conocidos. Por eso, el analista político Martín Rodriguez plantea que gobernar en la Argentina es mantener controlado al dólar. En esta materia, el gobierno de Milei atravesó por distintos escenarios en el primer año y medio de mandato.

Al principio, el megaajuste cambiario y fiscal contrajo la actividad y el ingreso. Eso indujo una fuerte caída de las importaciones y un inmenso superávit comercial en 2024 (18.899 millones de dólares). Aún así, los dólares alternativos comenzaron a escalar a partir de mediados de año. El 12 de julio de 2024, el dólar “blue” cotizó a 1.500 pesos.

El bálsamo llegó con el exitoso blanqueo de capitales que regularizó la tenencia de 32.151 millones de dólares entre efectivo, inmuebles y vehículos. El aumento de los depósitos bancarios privados en dólares fortaleció las reservas brutas (de manera directa) y netas (indirectamente) del BCRA. Eso posibilitó la continuidad del ancla cambiaria (o sea, mantener quieto al dólar) como principal herramienta antiinflacionaria.

A partir de mediados de marzo de 2025, el alza de los tipos de cambio paralelos reveló las dudas instaladas acerca de la sostenibilidad del proceso de apreciación cambiaria.

Patear para adelante

La “solución” elegida fue patear la pelota para adelante con la ayuda del Fondo Monetario Internacional. La aprobación de un nuevo Programa de Facilidades Extendidas por 20.000 millones de dólares fue, una vez más, un inusual salvataje económico y político.

El correlato de esa ayuda fue el desmantelamiento parcial (sobre todo para personas físicas) del “cepo” y la fijación de un sistema de bandas cambiarias. El anuncio de esas medidas tranquilizaron el frente financiero. Por caso, la cotización inicial del dólar se ubicó en un valor inferior al pronosticado por la mayoría de los analistas de mercado. Por otro lado, el anuncio oficial de que no compraría reservas hasta que el tipo de cambio vaya al piso de la banda, apuntaló el atraso cambiario.

En el congreso anual del IAEF, el Presidente Milei criticó a los economistas que diagnostican un dólar atrasado. El mandatario sostuvo que “siguen hablando de atraso cambiario pero el tipo de cambio es libre”.

Tipo de cambio

Ese argumento es discutible por diferentes razones. En primer lugar, la apreciación cambiaria puede coexistir con un tipo de cambio libre. En segundo lugar, las restricciones para operar continúan siendo muy importantes en el caso de las empresas. Por último, los volúmenes operados en dólar futuro revelan una fuerte intervención oficial para bajar la cotización de la moneda estadounidense.

En relación a este último punto, la consultora Vectorial apunta que “el tipo de cambio tuvo un brusco descenso luego de varias jornadas ubicado firmemente cerca de los 1.200 pesos. La caída fue precedida por una fuerte venta de futuros, lo cual generó especulaciones de que podría tratarse del BCRA intentando alinear expectativas”.

Esto no ha sido confirmado por fuentes oficiales. De ser así, sería una forma de saltarse la restricción de “no intervención impuesta por el FMI pero le quitaría sustentabilidad al programa hacia futuro, dado que ante un salto del dólar oficial el Banco Central se vería obligado a emitir para cubrir sus pérdidas en los mercados a término”.

Mientras tanto, los últimos datos del Indec revelan el deterioro de la balanza comercial. El superávit comercial se redujo de 6.208 (primer cuatrimestre de 2024) a 1.265 millones de dólares (primer cuatrimestre 2025).

En ese período, las importaciones crecieron un 35,7 por ciento por efecto del rebote económico, mayor apertura y apreciación cambiaria. En particular, las importaciones chinas crecieron un 80 por ciento. Un dato de color: los compras minoristas vía “courier” aumentaron un 189 por ciento interanual. La reactualización del deme dos. Una mezcla de Plata Dulce y Día de la Marmota.