El juicio por la muerte de Maradona llegó a su fin repentinamente esta semana luego de que los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 3 de San Isidro resolvieran declarar nulo el debate que había comenzado el pasado 11 de marzo. El motivo: el escándalo desatado en torno a la jueza Julieta Makintach, quien se comprobó que grababa un documental del caso a escondidas mientras tenía en sus manos el futuro de los imputados en la causa.
Si bien el proceso se anuló por decisión de los magistrados Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso, lo que no se frenó es el expediente que investiga la vinculación de Makintach con el film, el cual se supo que iba a llamarse “Justicia Divina” e iba a girar en torno a debate oral en el que se estaba juzgando la responsabilidad de siete acusados en el fallecimiento del Diez.
En este sentido, se espera que esta sea una semana clave en la causa que está en manos de los fiscales Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo, cuyas averiguaciones fueron fundamentales para confirmar la participación de la magistrada en la producción audiovisual y recusarla del juicio días antes de que este se cayera definitivamente por falta de parcialidad en la integrante del tribunal.
El caso aún se investiga como “averiguación de ilícito”. No obstante, se espera que en los próximos días las pruebas arrojen elementos contundentes que permitan recaratular el expediente y realizar las correspondientes imputaciones a los involucrados en el escándalo.
Antes de este paso, los fiscales de San Isidro prevén ordenar una serie de pericias que serán fundamentales para determinar la responsabilidad de cada sospechoso en el acto. Entre las medidas dispuestas para esta semana, fuentes con acceso a la causa indicaron a Infobae que se solicitará a un juez de garantías una autorización para la apertura de algunos celulares. También la toma de nuevas testimoniales que podrían aportar datos claves.
En las últimas horas, los abogados Fabián Améndola y Fernando Burlando, representantes de Dalma y Giannina Maradona, hicieron una presentación a la Fiscalía N.º 1 de San Isidro -donde recayó la causa- y pidieron notificar “a la totalidad de las personas que resultan objeto de investigación, con el fin de garantizar la defensa en juicio y en consideración a que se evalúa la posibilidad de requerir medidas cautelares”.
En principio se trataría de Juan, María Lía y José. Los dos primeros son la pareja que estuvo infiltrada durante todas las audiencias del caso para ir delineando el guion del documental.
Él sería el novio de una amiga de Makintach, según reconoció la propia jueza recusada y suspendida, y ella sería una amiga suya de la infancia. En el expediente se confirmó que, aunque la mujer se presentaba como ama de casa y decoradora de interiores, era la creadora y guionista del film del escándalo.
José, en cambio, es un hombre canoso identificado como el dueño de una productora, a quien solo se lo vio al comienzo del debate junto a un camarógrafo que estaba grabando a escondidas en la sala. Él estaba sentado a su lado y tenía unos lentes negros, que aparentemente también grababan.
Además, había acompañado a la magistrada el fin de semana previo al inicio del juicio para hacer imágenes junto a un equipo de producción y fotógrafos.
La identificación de José fue posible, entre otras pruebas, gracias a la declaración del hombre que grabó la primera jornada: el camarógrafo aportó todo el material audiovisual que recolectó de esa audiencia luego de que lo hayan allanado y en su testimonial aseguró que lo habían contratado para hacer un documental del juicio por la muerte de Maradona, cuya protagonista iba a ser Julieta Makintach, la jueza del escándalo.