Benjamín Amalio “Tutu” Gamarra (18) fue acusado este miércoles de ser el autor material del crimen a traición de Thiago Agustín González, el adolescente de 16 años que fue ejecutado de un tiro la semana pasada en la zona sur de Rosario.
El caso tiene la particularidad de que la víctima había ganado cierta notoriedad en 2023 por haber participado en el homicidio de un policía en la puerta de un hospital situado en la parte céntrica de la ciudad.
Ante el juez Fernando Sosa, el fiscal Alejandro Ferlazzo relató que Gamarra conocía a González. Se presume, sobre la base de indicios recolectados por investigadores policiales, que ambos integraban una supuesta banda de la que no profundizaron detalles. El adolescente, según testigos, tenía problemas de consumo de estupefacientes.
Ferlazzo explicó que “Tutu” se contactó con Thiago por mensaje directo de Instagram y lo citó en un domicilio situado en inmediaciones de Ayacucho al 6300 para “revivir viejos tiempos”. Por ese motivo, el menor pidió un auto de alquiler a través de la aplicación DiDi, aunque el vehículo que llegó fue un taxi, modelo Fiat Cronos.
González se subió al asiento delantero del Cronos y pasó a buscar a Gamarra por Ayacucho al 6700. “Tutu” se sentó en la parte trasera del taxi e indicó un domicilio cercano en el que debían hacer una parada para buscar dinero para abonar el viaje.
De acuerdo a la imputación, el joven de 18 años se bajó del taxi y en lugar de dirigirse a esa supuesta propiedad donde debía buscar plata, sacó un arma de fuego y le dio un disparo a Thiago González que le provocó la destrucción del paquete vásculo-nervioso del costado izquierdo del cuello.
Ante ese escenario, el taxista aceleró y huyó del lugar con el adolescente malherido. En la intersección de Ayacucho y Caupolicán, abrió la puerta y sacó el cuerpo de González, que cayó muerto sobre la calle. Luego, se fue a un galpón situado a pocas cuadras para cambiar el turno, ya que había finalizado el turno noche.
En un primer momento, el conductor había sido demorado por estar sospechado de haber formado parte del plan, puesto que no había dado aviso a la Policía de lo ocurrido y había empezado a limpiar los asientos del Cronos, que tenían manchas de sangre, para entregarle el auto a su compañero del turno mañana.
No obstante, en el avance de la toma de testimonios, el fiscal consideró como principal hipótesis de que el hombre estaba bajo estado de shock.
El juez Sosa finalmente dictó la prisión preventiva para Gamarra.
Como ya publicó Infobae, González, cuando tenía 14 años, figuró en el legajo del homicidio del subinspector de la Policía de Santa Fe Leoncio Bermúdez, quien fue atacado por un grupo de gatilleros que el 14 de noviembre de 2023 fue al Hospital Provincial –situado en Zeballos al 400, en barrio Martín– a intentar de “liberar” al preso de Piñero Gabriel Guillermo Lencina, que estaba internado por un tratamiento de tuberculosis.
González -quien no era punible- quedó filmado por las cámaras externas del hospital haciendo de campana de los sicarios junto a otro menor: su primo de 15 años.
Ese familiar también fue asesinado, pero el 21 de junio del año pasado en Guatemala al 3200, cuando le dieron tres disparos mortales en el tórax mientras se desplazaba en un remís, una mecánica que se repitió con el ataque a Thiago González.
Otro joven de 18 años imputado
En otra audiencia que se llevó a cabo en el Centro de Justicia Penal ante el mismo juez Fernando Sosa, la fiscal María de los Ángeles Granato acusó a Tobías Agustín Jacob (18) de haber perpetrado el sábado pasado una balacera en Pueyrredón al 4100, en la zona sur, donde murió Leonardo Enrique Leguizamón (35) y resultó lesionado Yair G. (26) en la pierna derecha.
Según la imputación, Jacob abrió fuego con una pistola calibre 9 milímetros desde arriba de una camioneta que pasó por el lugar. Las víctimas, al momento del hecho, estaban sentadas en la vereda.
El sospechoso cayó el mismo sábado, minutos después de la balacera, ya que todo el vecindario lo reconoció. La Policía de Investigaciones lo arrestó en su domicilio familiar de Villa Flammarion, donde se incautaron dos revólveres, pero no el arma homicida.
Al momento de la detención, Jacob tenía puesta una tobillera electrónica. Según pudo saber este medio, se la colocaron porque en febrero pasado, un mes antes de cumplir sus 18 años, había sido aprehendido en la vía pública con un arma de fuego.
El joven ya tenía otros antecedentes. En enero de 2023 había sido aprehendido dos veces, una por robo y otra porque tenía en su poder una bicicleta del sistema público municipal que había sido robada. En septiembre de ese año, además, fue arrestado por desobediencia a la autoridad y al mes siguiente por desplazarse en una moto que tenía adulterada la patente.
El juez Sosa lo dejó en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley luego de rechazar el pedido de su defensa de darle la libertad.