Un episodio inusual se registró el domingo por la mañana en Sarandí, a pocos metros del estadio Julio Humberto Grondona, en la antesala del encuentro que Arsenal disputó contra Deportivo Madryn, por la Primera Nacional. Un hombre de 88 años fue detenido luego de protagonizar una secuencia que dejó a varios hinchas en estado de conmoción: los increpó, les arrojó pintura y, acto seguido, exhibió un arma de fuego cargada.
Todo comenzó en una plaza cercana al estadio, donde un grupo de simpatizantes del conjunto local se había reunido con banderas, bombos y entusiasmo para organizar una caravana hacia el partido. El clima festivo, sin embargo, se vio interrumpido por la irrupción del vecino, quien —visiblemente molesto por el ruido— salió de su casa e inició una discusión con varios de los presentes. En medio del cruce verbal, el hombre arrojó un tacho de pintura sobre uno de los autos que integraba la caravana.
Pero el momento más tenso se produjo después. Según testigos citados por el medio El Bonaerense, el jubilado exhibió un revólver calibre .38, completamente cargado, lo que generó gritos y corridas.
Algunos vecinos alertaron de inmediato a los efectivos policiales que se encontraban en la zona como parte del operativo de seguridad dispuesto para el evento deportivo. En cuestión de minutos, los agentes intervinieron y lograron reducir al hombre.
«No me toques“, habría dicho el acusado, mientras intentaba resistirse al accionar policial. Uno de los uniformados aprovechó un descuido del hombre para desarmarlo, evitando que la situación escalara aún más. La Policía Bonaerense incautó el arma y detuvo al sujeto, quien fue trasladado a una comisaría de la zona.
La Justicia lo imputó por tenencia ilegal de arma de guerra y ahora deberá evaluar si puede ser excarcelado o si representó un riesgo concreto para la seguridad pública. A pesar del revuelo, el partido se desarrolló sin incidentes.
Un jubilado amenazó con un arma a una empleada, robó 200 mil pesos y se dio a la fuga
Un hombre de avanzada edad, de “entre 70 y 80 años”, ingresó a una dietética y, a punta de pistola, se llevó más de 200 mil pesos en efectivo de la caja registradora. Toda la secuencia quedó registrada por las cámaras de vigilancia del local.
Una joven empleada de una dietética ubicada en la calle General Paz al 5000 fue víctima de un asalto calificado ocurrido este miércoles. Alrededor de las 12:30, un hombre de aproximadamente 80 años ingresó al local con la excusa inicial de solicitar “un préstamo”, según detalló la víctima.
“Fue a las 12 y media. Yo estaba cerrando. Ya tenía casi todas las cosas adentro. Él viene y, como hacemos generalmente, para que no siga entrando gente cuando estamos cerramos, lo hago pasar y cierro las puertas”, comentó Valentina, la empleada del local. La escena tomó un giro inesperado cuando el hombre sacó un arma de fuego y advirtió: “Esto es un robo”.
“Primero me dijo que no me iba a hacer nada, que le dé la plata. Me reí porque, no sé, la edad me pareció muy gracioso que me diga eso. Pensé que era un chiste”, contó en una nota con el medio local Sol Play.
La joven pasó de pensar que era un chiste a ver cómo la escena se iba poniendo cada vez más tensa. “Después de eso, me saca un arma, me la muestra, me dice que le dé la plata y le doy el dinero de la caja, me dice que seguro tengo más, que busque y le doy la otra plata”, reveló.
La víctima, visiblemente sorprendida, entregó cerca de 220.000 pesos que se encontraban en la caja registradora.
En un momento de distracción del delincuente, la joven logró salir del local para pedir auxilio. “Yo salí corriendo para la verdulería a pedir ayuda. Los chicos lo siguieron, pero entró en un pasillo y se escapó”, aseguró. A pesar de ser seguido brevemente por los vecinos, el ladrón huyó a pie logrando escabullirse en una zona de pasillos de calle Lavalle.