Hay fotos y hay videos. Hay testimonios clave y mucha prueba producida. Todo se ha conocido este fin de semana, a horas de la reanudación del juicio por la muerte de Diego Maradona, tras la suspensión para investigar la vinculación de la jueza Julieta Makintach con un documental sobre el debate oral. La magistrada se ha llamado a silencio estos días, mientras su imagen se replicaba en los diferentes medios de comunicación y redes sociales, hablando a cámara, siendo filmada caminando por los tribunales y en la sala en sí.
Pero, ante el silencio de la jueza, sus allegados y fuentes cercanas a su despacho en el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro susurran lo que siente y lo que dice puertas para adentro sobre el escándalo que la tiene en el centro de la escena: no dejan de subrayar que ella considera que no ha cometido ningún delito.
Según pudo saber Infobae, Makintach apunta los cañones de este escándalo a maniobras para frenar el juicio por la muerte de Maradona, que tiene a siete profesionales de la salud implicados. Fuentes de la causa que investiga a la magistrada, y que llevan los fiscales de San Isidro Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo, piensan todo lo contrario: podría enfrentar cargos por varios delitos: incumplimiento de los deberes de funcionario púbico, tráfico de influencias, negociaciones incompatibles con su función pública, cohecho, malversación de caudales públicos y hasta sustracción de medios de prueba.
Makintach, entre sus íntimos, niega haber incurrido en alguna conducta indebida, dice que no existe delito alguno ni razones que justifiquen su apartamiento. Justamente, algo que se pedirá este martes cuando se reanude el juicio será su recusación, incluso, que el juicio sea declarado nulo, como máximo. Por lo pronto, uno de los abogados querellantes pidió un veedor a la Suprema Corte de Justicia Bonaerense.
“Ella no sabe cuál es el delito, cuál es la conexión con la pérdida de imparcialidad”, transmitieron desde el entorno de Makintach. De acuerdo a esas fuentes, la jueza asegura que nunca se contactó con una productora. Pero en los allanamientos del pasado jueves parecieran que encontraron otra cosa: la jueza había colaborado con ese material.
Desde el entorno de la magistrada aseguran que el trasfondo del caso está vinculado a una maniobra para frenar el avance del debate oral y desplazarla a ella y a sus colegas para evitar que el proceso continúe. “Podrían averiguar qué hay detrás de toda esta maniobra y qué intereses se esconden para no avanzar en el debate”, deslizan los allegados a la cuestionada mujer.
También comentan que le parece grave suspender un debate por una denuncia a un juez, sobre todo porque está convencida de que no hay nada ilegal. Aunque uno de los puntos que generó mayor tensión fue una entrevista que la jueza concedió antes del inicio del debate oral. Según explicaron fuentes desde el entorno, esa intervención fue estrictamente institucional, limitada a cuestiones vinculadas con la justicia y realizada antes del juicio.
Luego de ese momento, no volvió a brindar declaraciones ni tuvo conocimiento sobre el uso que se le daría a ese material. “Hasta ahí llegó mi conocimiento de lo que estaban haciendo”, fue su frase, según confiaron allegados, que agregaron que niega haber otorgado privilegios, beneficios ni nada que no estuviese permitido por ley.
Mientras tanto, el escándalo tuvo además repercusiones en el plano académico. La Universidad Austral, donde Makintach ejercía como docente, resolvió suspender su actividad frente a la exposición pública del caso.
Aunque la universidad no hizo declaraciones oficiales sobre los motivos, fuentes cercanas a la institución confirmaron que la jueza “no está más en funciones”.
Fuentes vinculadas a la investigación, así como personas cercanas al tribunal, aseguran que Makintach no tiene intenciones de apartarse del proceso.
En paralelo, el juicio se encuentra suspendido hasta este martes, mientras se espera una definición judicial sobre los planteos presentados. El futuro del debate por la muerte de Diego Maradona permanece en suspenso.