Julio Coria se presentó como particular damnificado en la causa que investiga a la jueza Makintach

Julio Coria, quien se desempeñó como custodio de Diego Armando Maradona en el country San Andrés de Tigre y que fue detenido por falso testimonio, se presentó como particular damnificado en la causa que investiga a la jueza Julieta Makintach. La integrante del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro está en la mira de la Justicia por su presunta participación en un documental vinculado al juicio por la muerte del ex futbolista.

La investigación contra la magistrada está en manos de los fiscales de San Isidro, Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo, quienes ya recolectaron elementos para determinar si existió algún tipo de conducta que comprometa la imparcialidad del tribunal o configure un delito.

Coria había declarado en el juicio por la muerte de Maradona, pero fue detenido por falso testimonio el 21 de marzo pasado, tras ser imputado por haber mentido sobre su ubicación durante los últimos días de vida de Maradona.

Según reconstruyó Infobae en ese momento, Coria había dicho que estuvo en la casa de Tigre hasta el día de la muerte del ex futbolista, el 25 de noviembre de 2020, pero los registros de geolocalización de su teléfono celular contradijeron su versión y lo ubicaron a kilómetros del lugar.

Coria dejando el tribunal sanisidrense

Con esa detención aún fresca, quien fuera el custodio de Maradona decidió ahora tomar parte en la causa paralela que rodea al juicio principal. Y se presentó como particular damnificado en la causa que investiga el supuesto involucramiento de Makintach con un documental, para poder intervenir en el expediente.

El escándalo

Según informaron fuentes judiciales con acceso directo a la investigación, la denuncia contra Makintach apunta a determinar si la magistrada participó en alguna instancia de desarrollo o producción de una serie documental que estaría basada en el juicio que ella misma preside.

En los últimos días, se conocieron videos de ese proyecto documental que tuvieron como protagonista a la magistrada del escándalo, donde se la ve concediendo una entrevista, grabando inserts en los tribunales de San Isidro previo al inicio del debate y también trascendió parte de la declaración que dio ante los fiscales uno de los cámaras: “Iba a ser un documental sobre la jueza”.

Frente a ese escenario, la jueza negó haber cometido cualquier tipo de irregularidad. Según revelaron a Infobae allegados a la jueza, la magistrada expresó en conversaciones privadas que ella considera que “no hay delito” y que “nunca se contactó con una productora”.

Las mismas fuentes indicaron que Makintach considera que la denuncia en su contra es una “maniobra” destinada a frenar el juicio. “Buscan apartarnos del juicio a mí y a mis colegas”, habría afirmado en ámbitos reservados.

La jueza también sostuvo, según su entorno, que no otorgó ningún tipo de beneficio fuera de lo previsto por ley. “No otorgué privilegios, ni beneficios, ni permití nada que no estuviese permitido por ley”, habría dicho, y agregó que el juicio era de carácter público, con audiencias transmitidas en vivo por YouTube, a las que podía acceder cualquier persona.

Sobre su presunta participación en el proyecto documental, las fuentes aclararon que la jueza solo accedió a brindar una entrevista en términos generales sobre el funcionamiento de la justicia, y que lo hizo antes del inicio del juicio oral. “Hasta ahí llegó mi conocimiento de lo que estaban haciendo conmigo”, expresó, según contaron allegados.

La controversia también tuvo consecuencias fuera del ámbito judicial. La Universidad Austral, donde la jueza ejercía como docente, suspendió sus clases. Aunque no se emitió una comunicación formal sobre los motivos, fuentes vinculadas a la institución confirmaron que Makintach dejó de dictar cursos desde que se conoció la denuncia.

El juicio por la muerte de Diego Maradona quedó en pausa hasta este martes, cuando se reanudarán las audiencias.