Darío Benedetto rescindió su contrato con Olimpia de Paraguay, luego de atravesar una racha de 469 días sin poder marcar un gol. Tras eso, el Pipa regresó a Argentina y alimentó los rumores de una posible vuelta a uno de los clubes en los que jugó.
El ex delantero de Boca Juniors había llegado al club guaraní en febrero de 2024, con la premisa de aportar su experiencia y mostrar algo del nivel que le permitió ser convocado a la selección argentina en el pasado. No obstante, esto no fue así y cuatro meses después cerró su etapa con 13 partidos disputados (nueve en el Torneo Apertura, uno en la Supercopa y tres en la Copa Libertadores) sin anotaciones.
Ahora, el artillero está enfocado en mantenerse en forma y para eso solicitó permiso para poder entrenarse en un club de Primera División. La institución que le permitió utilizar sus instalaciones fue Defensa y Justicia, donde Benedetto dejó un buen recuerdo cuando vistió su camiseta.
Procedente de Arsenal de Sarandí, club en el cual debutó, el Pipa llegó al Halcón para disputar la temporada 2010. En ese entonces, el elenco de Florencio Varela militaba en la extinta B Nacional y el atacante jugó 23 encuentros, en los cuales pudo marcar en dos ocasiones.
Tiempo atrás, el delantero que supo ganarse la convocatoria a la selección de Jorge Sampaoli para las Eliminatorias rumbo al Mundial de Rusia 2018, habló sobre un posible regreso al fútbol argentino: “No lo descarto. Es algo que tenía pensado no hacer, pero no lo descarto hoy en día. Quiero disfrutar mis últimos años de carrera al máximo, en el club que sea”.
“Físicamente me siento bien, futbolísticamente también, pero me está faltando el gol y para un delantero es importantísimo. No tuve muchas ocasiones de gol, fueron pocas, todavía no pude convertir, pero me deja tranquilo mi forma física. Ya va a caer el gol y eso va a cambiar”, había expresado sobre su mal momento en el club paraguayo. Finalmente, no pudo revertir esa situación y tuvo que marcharse.
Con dos etapas en el Xeneize, fue consultado sobre su espacio en la historia del club y respondió: “Nunca me consideré un ídolo, tampoco estaba serlo en mi cabeza. Sí me consideré un referente, ni siquiera líder. Y todo lo que me pasó en Boca no me lo imaginé nunca, fui feliz y estoy muy orgulloso, pero nunca me consideré un ídolo. Eso no me afectó en nada de haberme ido cómo me fui. Le tengo un gran cariño a la gente de Boca, y sé que dejé todo por esa camiseta”.
“No me arrepiento de nada, estoy orgulloso de mi paso por Boca. Estoy feliz de haber logrado todo lo que logré. Obviamente, no se pudo dar el objetivo personal que yo tenía: llegué a dos finales de Libertadores y no se pudo. ¿Qué va a ser? Es parte del fútbol», sumó.
Aun así, considera que su paso por el club de La Ribera es parte del pasado: “Es una etapa totalmente cerrada. Hay ciclos que se cumplen y mi ciclo en Boca estaba cumplido. De esa manera se lo trasladé a Román (Riquelme) y al Chelo (Delgado) cuando hablé con ellos. Lo entendieron de esa manera, por eso mi salida fue buena, no hubo lío”.