Sólo el turismo proveniente de Brasil dejó huella en Bariloche, con la música del vecino país sucede en ocasiones otro tanto. El sábado próximo (17 de mayo) desde las 19 se presentará en el Campus de Artes y Música Bariloche (CAMBA) La Chorativa, una formación que se integra con algunos persistentes intérpretes locales de choros y que inclusive, cuenta con una percusionista de aquel origen. Garantía de ritmo y alegría.
Quizás haga falta recordar que “el choro es un género popular brasilero, alegre y virtuoso, nacido en el siglo XIX”, se encargó de difundir la entidad anfitriona. “Surgió como una forma original de tocar ritmos europeos como el vals o la polca, con un fuerte espíritu afrolatino. Precursor de la samba y la bossa nova, el choro combina interpretación precisa e improvisación y suele tocarse en reuniones informales llamadas rodas de choro”, precisa el anticipo.
En la cita del sábado, La Chorativa presentará “un repertorio que recorre clásicos del género y otros ritmos cercanos al samba, con obras de compositores como Pixinguinha, Waldir Azevedo, Ernesto Nazareth y otros grandes referentes”, completa el adelanto. Conforman la agrupación Daniel Ducos (cavaquinho y arreglos); Miguel Nitzsche (clarinete y arreglos); Fran Bubani (pandeiro y congas); Catalina Sainz (flauta traversa y voz) y Juan Crespi (guitarra y guitarrón).
Como puede advertirse, integran La Chorativa algunos músicos de considerable trayectoria en Bariloche. Es el caso de Nitzsche, quien vive en esta ciudad desde 1984. Se formó con Hugo Pierre y Mariano Froggione, integró diversos grupos de jazz con presentaciones en la Argentina y Chile. Fue director de la recordada Banda Atómica y de la Banda de la Escuela de Arte Municipal La Llave. También fue docente en proyectos del Programa Nacional de Orquestas Infantiles. Hombre inquieto, hoy forma parte de la orquesta de tango La Forfai y de la agrupación Meta Sax.
Fran Bubani es la percusionista brasileña a la que nos referíamos. Se especializa en pandeiro, congas y atabaque. Su música se deja atravesar por ritmos afrobrasileños y afrolatinos, además de reflejar una fuerte raíz cultural. Paralelamente, es doctora en Ingeniería y estudiante de la Maestría en Creación Musical de UNTREF (Universidad Nacional de Tres de Febrero). Participa en proyectos musicales en la Argentina y Brasil.
Por su parte, Ducos es guitarrista y también docente. Egresó del Conservatorio de Bahía Blanca, recientemente tan maltratado por las inundaciones que afectaron a la ciudad bonaerense. Actuó como solista y en distintas formaciones en la Argentina, Brasil, Paraguay y Chile. Fue premiado en el Concurso “Pomponio – Martínez Zárate” y participó en varias ediciones del Festival Guitarras del Mundo.
En tanto, Crespi también es guitarrista con formación en producción musical en la Escuela de Música de Buenos Aires. También se formó en guitarra clásica, popular y jazz. Estudió con maestros como Sebastián Kusselman y Jorge Armani. Participó en diversos grupos de jazz manouche, aquel que sobre todo difundió Django Reinhardt, y también swing, con presentaciones en espacios culturales de Bariloche.
La última vez que El Cordillerano charló con Catalina Sainz fue por su trabajo en Kiribá. Ella es flautista y vocalista, egresó de la Universidad Nacional de Cuyo e integró proyectos de música popular en Mendoza, Mar del Plata y Bariloche. Colaboró en producciones discográficas y actualmente es docente de Música, además de tocar en precisamente Kiribá, una agrupación femenina que inspira su trabajo en ritmos cubanos.
Las anticipadas pueden obtenerse a través de la tiquetera virtual Passline.com. Como ya dijo Charly García, “la alegría no es sólo brasilera”. Aunque reconozca origen el vecino país, puede reproducirse a orillas del lago Moreno una desapacible tarde de otoño barilochense.