Una imagen del aeropuerto Addis Ababa, donde decenas de argentinos permanecen varados hace casi dos días

Por lo menos 47 argentinos se encuentran varados en el Aeropuerto Internacional Adís Abeba, en Etiopía, desde la mañana del 6 de mayo, cuando la empresa Ethiopia Airlines les informó que el vuelo que debía llevarlos hacia Israel quedó cancelado.

Desde ese momento, los pasajeros comenzaron a recibir notificaciones en sus casillas de correo electrónico dando cuenta de nuevos horarios de salida, que posteriormente eran cancelados una vez más. Hubo al menos cinco confirmaciones y cancelaciones, indicó una de las pasajeras que habló con Infobae.

“La situación es desesperante, muchos estamos con bebés, no tenemos ropa para cambiarnos y sobrellevamos la situación a base de agua y algunas frutas”, lamentó la usuaria.

El vuelo ET 507 partió desde el aeropuerto internacional de Ezeiza el 5 de mayo a las 9 de la mañana. Desde allí realizó una escala en San Pablo. Luego se dirigió a Etiopía, para alcanzar su último destino en Tel Aviv. Este último tramo, sin embargo, continúa pendiente.

Ethiopian Airlines es la empresa aérea más grande de África

Al momento de las consultas realizadas por este medio, en Etiopía son las tres de la mañana del 8 de mayo y los pasajeros continúan sin novedades de la salida del vuelo. “Tengo conocidos a los que les pasó lo mismo con esta empresa y llegaron a estar tres días varados”, indicó una de las pasajeras que sigue a la espera en el continente africano.

El rabino Rab Eliahu Hamra intentó colaborar con la situación y alertó sobre la situación en su perfil de la red social X. “Con preocupación, estamos realizando gestiones para que el grupo de 47 personas argentinas —incluyendo bebés y estudiantes— varadas hace más de 24 horas en Etiopía puedan volar a Israel, tal como tenían previsto», informó.

Luego dirigió su pedido directamente a la aerolínea responsable del vuelo. “Solicitamos a @flyethiopian que contemplen su situación, ya que la demora en volver les impide cumplir con preceptos religiosos, como el seguimiento de una alimentación kosher, entre otras cuestiones de suma importancia”, explicó.

Mientras esto ocurre, los pasajeros se encuentran en distintos hoteles de la ciudad etíope. Según manifiestan, a la espera se suman problemas de comunicación para acceder a servicios básicos. La empresa aérea, indicaron, sólo cubrió el alojamiento en medio de la emergencia en hoteles, pero no se hizo cargo de la alimentación.

“No tengo ni siquiera ropa para cambiar a mi bebé, no tengo comida para darle porque además comemos kosher (comida especial judía), estamos a base de agua y fruta”, indicó con preocupación una mamá afectada.

Las personas que se organizaron a través de un grupo de Whats App son 47, aunque podrían ser más, ya que por cuestiones religiosas algunos no utilizan medios electrónicos para comunicarse, explicaron a este medio.

“Es una vergüenza que nadie nos de una respuesta. Nos hacen ir al aeropuerto, esperar horas y horas y después nos dicen que se canceló el vuelo y nos vuelven a trasladar al hotel”, lamentaron los damnificados.

La preocupación de los argentinos que permanecen en el aeropuerto etíope se incrementa a partir de algunos antecedentes que, en medio del incidiente actual, reaparecen en los comentarios. Las experiencias previas de demoras de otros pasajeros y conocidos que realizan la misma ruta emergen en esta situación.

Imagen de archivo de una estación de autobuses en Addis Abeba (Reuters)

Además, circuló un incidente ocurrido en 2022. El inusual hecho ocurrió durante un vuelo de Ethiopian Airlines, (es la aerolínea más grande de África), cuando dos pilotos se quedaron dormidos mientras operaban un Boeing 737 que cubría la ruta entre Jartum (Kenia) y Addis Abeba.

Según reportó el portal especializado Air Live en aquella oportunidad, el hecho tuvo lugar mientras la aeronave volaba a una altitud de 37.000 pies (11.200 metros). Este suceso provocó que el avión se pasara de su destino, generando preocupación en el Control de Tráfico Aéreo, que intentó sin éxito comunicarse con la tripulación.