Durante el embarazo, muchos padres buscan maneras de estimular el desarrollo del bebé antes de su nacimiento. Una práctica que ha ganado popularidad en los últimos años es hacerle escuchar música clásica al feto, bajo la creencia de que esta actividad puede favorecer su desarrollo cognitivo y emocional. Ahora, un nuevo estudio científico aporta evidencia concreta sobre los efectos positivos que esta estimulación sonora puede tener en el feto.Investigadores del Instituto Marqués, una reconocida clínica de fertilidad en Barcelona, realizaron un estudio que demuestra que los fetos pueden percibir y reaccionar a estímulos musicales desde la semana 16 de gestación. Este hallazgo no solo refuerza la conexión temprana entre el bebé y el mundo exterior, sino que también sugiere que ciertos tipos de música, como la clásica, pueden tener un impacto directo en su desarrollo cerebral.La investigación ha despertado el interés de especialistas en obstetricia, neurociencia y educación temprana, ya que ofrece una base científica para una práctica que, hasta ahora, se sustentaba más en creencias populares que en datos concretos. A continuación, te contamos qué reveló el estudio y cuáles son los beneficios específicos que puede generar la música clásica durante la gestación.
Las ventajas que trae según el informe
Según el estudio realizado por el Instituto Marqués, los fetos que escuchan música clásica presentan una mayor actividad en las áreas del cerebro vinculadas al lenguaje, la memoria y la atención. El equipo científico descubrió que, al exponer al feto a melodías compuestas por Mozart, Beethoven o Vivaldi, se activaban expresiones faciales como sonrisas y movimientos de lengua, indicadores de respuesta neurológica activa.
Una de las ventajas principales destacadas por el informe es la estimulación del sistema auditivo fetal, que empieza a desarrollarse a partir de la semana 16 de embarazo. Escuchar música clásica durante este período puede ayudar a fortalecer las conexiones neuronales, lo que favorece un mejor desarrollo cognitivo en los primeros años de vida. Además, los ritmos suaves y armoniosos de este tipo de música ayudan a calmar tanto al feto como a la madre, reduciendo los niveles de estrés y ansiedad.Otra de las conclusiones relevantes del estudio es que la música clásica puede contribuir a crear un ambiente intrauterino más favorable para el bebé. La estimulación sonora adecuada mejora el vínculo entre madre e hijo y puede tener efectos positivos en la regulación emocional del feto. Incluso, según los investigadores, los bebés que fueron estimulados con música durante la gestación mostraron mejores patrones de sueño y mayor receptividad auditiva después del nacimiento.