La presión por la inmediatez, la evolución tecnológica y la necesidad de adaptación constante marcan, según explica Sofía, el pulso del comercio exterior en la industria farmacéutica. “Cada error o retraso puede tener consecuencias directas en la salud de los pacientes“, destaca respecto a la responsabilidad que implica garantizar el abastecimiento en este sector.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta hoy la cadena de suministro en la industria farmacéutica?

Uno de los principales desafíos es la optimización de costos a lo largo y ancho de toda la cadena de suministro. Además, la previsión y la optimización de los procesos de “forcasteo” (pronóstico o previsión de la demanda) son fundamentales para mantener la eficiencia. Es necesario contar con una planificación sólida que permita responder de forma inmediata ante cualquier fluctuación de la demanda.

La industria farmacéutica se caracteriza por ser muy cambiante, lo que exige una capacidad de adaptación constante. No se trata solo de cumplir con la planificación: está en juego la salud de las personas, por lo que debemos asegurar la disponibilidad de los productos en tiempo y forma, independientemente de las variaciones que puedan surgir en el mercado.

¿Cómo impacta la presión por la inmediatez en un sector tan sensible como el farmacéutico?

La presión por la inmediatez impacta de manera significativa. Somos conscientes de que no trabajamos en cualquier industria: en esta cada error o retraso puede tener consecuencias directas en la salud de los pacientes. Los medicamentos deben cumplir con estrictos requisitos de seguridad y trazabilidad, y somos responsables de garantizar que lleguen en perfectas condiciones.

La diferencia con otros sectores radica en que aquí no solo está en juego el aspecto monetario, sino también el bienestar de las personas. Por eso, toda la cadena logística debe estar preparada para responder a las necesidades del mercado con la mayor rapidez posible, manteniendo siempre los estándares de calidad y seguridad que esta industria exige.

En la gestión de insumos críticos, ¿qué pesa más: la previsión a largo plazo o la capacidad de reacción inmediata?

En la gestión de insumos críticos, considero que pesa más la capacidad de reacción inmediata. Si bien la planificación a largo plazo es importante para optimizar costos y trabajar de manera ordenada, en la industria farmacéutica la demanda fluctúa constantemente y debemos estar preparados para adaptarnos rápidamente.

El mercado cambia mes a mes, los pronósticos se revisan permanentemente y situaciones como la pandemia dejaron en claro que no siempre se puede prever todo. Responder a tiempo ante imprevistos es fundamental para garantizar el abastecimiento, la continuidad de tratamientos y la atención de las necesidades del mercado.

Según Sofía, "la industria farmacéuticaSegún Sofía, “la industria farmacéutica se caracteriza por ser muy cambiante, lo que exige una capacidad de adaptación constante” (Foto: Shutterstock)

¿Qué factores son esenciales para poder tomar decisiones rápidas y acertadas?

La comunicación entre todas las áreas involucradas es fundamental. Comercial, supply chain, plantas, áreas regulatorias: todas deben estar alineadas para que las decisiones se tomen de manera ágil y coordinada. La logística es un trabajo en equipo en el que cada engranaje debe estar perfectamente aceitado.

Además, resulta clave contar con proveedores estratégicos que puedan responder a las fluctuaciones de la demanda. No solo hablo de proveedores de materias primas o de diferentes insumos necesarios, sino también de agentes aduaneros, forwarders y operadores logísticos. Tener aliados confiables permite ajustar la operación rápidamente ante cualquier necesidad del mercado.

¿Cómo imaginás la evolución del sector en los próximos años?

Veo un futuro desafiante pero prometedor. La competencia dentro del sector farmacéutico es cada vez mayor y, además, la inteligencia artificial empieza a jugar un rol clave en todos los procesos. La industria debe estar a la altura de las nuevas demandas tecnológicas y de los avances en biotecnología y biosimilares.

En el ámbito local, soy optimista. Después de años muy complicados, en los que llegamos a enfrentar faltas críticas de insumos, hoy veo un horizonte más claro. Creo que vienen tiempos de recuperación, innovación y crecimiento para el sector, y eso es una excelente noticia no solo para quienes trabajamos en la industria, sino también para toda la sociedad.